S-Pietro
Centro Ave Loppiano: Copyright Marika Tassi, ‘La Iglesia’ – Roma 1962

«Jesús, en la última cena, pronunció su maravilloso testamento diciendo: “Que todos sean uno”. Unidad en la verdad seguramente, unidad en el amor; pero ¿qué quería decir exactamente Jesús cuando dijo estas palabras?

Ahora, después de la experiencia de más de veinte siglos de la Iglesia, para nosotros es más claro (…)

La realidad que ve la revelación cristiana y la fe cristiana sobre todo y casi exclusivamente como verdad ha entrado un poco en crisis precisamente porque las personas que escuchan esta verdad no la aceptan más como en un tiempo. (…)

Entonces ¿qué se necesita? Es necesaria la caridad.

La caridad se puede entender como caridad en acción, de los hechos, práctica, aquélla que se refiere a la ortopraxis, a la teología de la liberación, a la reforma social o a la práctica de las obras de misericordia, pero vemos que ni siquiera así se crea la unidad. Muchas veces en cambio se crean divisiones.

Existe también la caridad entendida como aquella realidad espiritual de las almas de buena voluntad que, bajo la inspiración de la gracia de Dios, se aman y se unen (…) Pero, incluso la caridad misma, en sí, como realidad humana que se vuelve divina por obra de la gracia de Dios, no creo que sea suficiente para crear la unidad.

¡Quien crea la unidad es el Espíritu Santo!

Retomando todo el patrimonio de la Iglesia católica, retomando el corazón de todo el patrimonio de la Iglesia ortodoxa, podemos decir que aquél que da la vida a la mente, y a la caridad vivida es el Espíritu Santo, quien renueva la faz de la tierra. Es el Espíritu Santo quien crea la unidad de la Iglesia.

Y nosotros vemos que el Espíritu Santo, también hoy, renueva la Iglesia; lo vemos a través del carisma que ha recibido nuestro Movimiento –al igual que los carismas de los otros Movimientos- que concretamente renuevan la Iglesia.

¿Qué es un carisma? El carisma es la acción del Espíritu Santo recibido por una o más personas. Nosotros no tenemos el carisma de los apóstoles, tenemos el carisma de llevar la unidad , pero este carisma vale en la medida que es el Espíritu Santo el que crea la unidad». (1980)

De:  Pascual Foresi – Luce che si incarna – Città Nuova 2014 – pág. 211-12-13

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