Progetto senza titolo 4

Una tienda donde no circula el dinero, sino bienes, donados de forma gratuita y, luego, reutilizados por quienes lo necesitan. Uno de los frutos más recientes de la experiencia del Movimiento Diocesano en Ascoli Piceno, en el centro de Italia.

giocattoliHa sido definido la “tienda del regalo y de la reutilización”. Aquí no pagas con billetes ni con una tarjeta de crédito, sino con una sonrisa y un fuerte apretón de manos. Se entra para dar objetos, ropa, electrodomésticos o para recibir lo que se necesita, de acuerdo con un reglamento preciso. Está ubicado en el centro histórico de Ascoli Piceno, una ciudad en el centro de Italia, salpicada de torres y campanarios medievales de piedra de travertino. “Passamano”, este es el nombre de la tienda, es uno de los últimos frutos, en orden de tiempo, de la experiencia del Movimiento Diocesano en Ascoli Piceno. Es la Rama del Movimiento de los Focolares, profundamente arraigada en seis diócesis del centro de Italia, trabaja al servicio de la Iglesia local, favoreciendo una vida de intensa comunión dentro de la realidad eclesial.

Alessia Giammarini, una joven madre de dos niños de 9 y 6 años, forma parte de esto desde la escuela primaria. «Comencé a participar a las reuniones en la parroquia cuando estaba en tercer grado, todos los sábados por la tarde. Más tarde descubrí que había una comunidad alrededor de nuestro grupo, también formada por jóvenes y adultos que cuidaban a los más pequeños. Todavía recuerdo el primer campamento escolar, un momento de crecimiento fundamental, donde me di cuenta de que Dios me estaba llamando a comprometerme en primera persona. Durante muchos años, además de llevar adelante el grupo juvenil de la parroquia, me dediqué al catecismo y al coro. Todavía es un camino de crecimiento para mí, inaugurazione 2junto con muchos. Vivimos la parroquia no solo como un lugar de servicio, sino sobre todo de comunión».

La historia personal de Alessia se enriqueció aún más cuando este compromiso se extendió al nivel diocesano. «Algunos de nosotros – explica – nos pusimos al servicio como diáconos o ministros de la Eucaristía. Otros, como yo, propusimos una transmisión radial diocesana para hablar sobre la comunidad cristiana local. En cada programa invitábamos a personas de diversos movimientos y asociaciones, comunidades religiosas, órganos diocesanos o al Obispo mismo, a presentar iniciativas y eventos. Nuestra presencia como Movimiento Diocesano comenzó a ser visible también a nivel político e institucional. Por ejemplo, la primera edición del Premio Internacional “Ciudad para la Fraternidad” se asignó a Ascoli, en la persona del Alcalde, por una iniciativa que comenzamos involucrando a toda la ciudad. En los últimos años hemos dado vida a momentos dedicados a la ciudadanía, como la “Fiesta de la Fantasía”, incluida en el carnaval de la zona de Ascoli, o el “Año Nuevo de todos”, con la participación de las personas más desfavorecidas».

¿Cómo llegaron a la apertura de “Passamano”? «Fue la propuesta hecha a la diócesis y a Caritas para responder a las múltiples situaciones de pobreza causadas por el reciente terremoto en el centro de Italia. “Passamano” se ha convertido ahora, en la ciudad, en una realidad claramente visible, una herramienta para promover la cultura del dar, la emancipación de la lógica del consumismo y la práctica de la reutilización».

Chiara Favotti

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