El siguiente pensamiento de Chiara Lubich subraya una dimensión constitutiva de una “espiritualidad de comunión”: estamos indisolublemente unidos unos a otros y por ello tenemos también el deber de soportarnos. La pandemia del coronavirus nos hace constatar nuestra interdependencia, de muchas maneras; y también nos pide, en la vida de cada día, una mayor capacidad de soportar.

(…)  Nosotros no tenemos que ir solos hacia Dios, sino con los hermanos. Este es nuestro “algo más”. Debemos tender a la santidad junto con los hermanos. Prácticamente debemos ayudar a nuestros hermanos a alcanzar su santidad igual que nosotros la nuestra.

Es un compromiso importante que muy fácilmente olvidamos, pero que para nosotros es la condición sine qua non para alcanzar nuestra propia santidad. Más aún: solo si amamos al hermano con esta medida podemos esperar la presencia de Jesús entre nosotros.

Y ¿cuál es el mejor modo de vivir esta exigencia del amor para con los hermanos?

Hay varios modos, pero hay uno en particular que requiere nuestra atención, y así me lo confirma mi larga experiencia. Ya he hablado de él, pero es tan importante que conviene repetirlo.

La vida de comunidad que llevamos, siempre o temporalmente, nos exige amar constantemente a nuestros hermanos, o sea hacernos siempre uno con ellos. Y es lo que intentamos hacer. Pero, aunque pusiésemos en ello todas nuestras fuerzas, no siempre lo conseguiríamos, porque estando aún en este mundo, tendemos a los defectos y a las faltas, y tarde o temprano alguno de nosotros se equivoca.

¿Qué hacer?

Si somos nosotros los que faltamos al amor fraterno, activémoslo de nuevo enseguida. Y si fuesen nuestros hermanos los que se comportan así, ¿qué debemos hacer?

Créanlo: es sabiduría escuchar a san Pablo cuando nos subraya el soportar, pues soportar no es una categoría inferior del amor; soportar está implícito en la caridad, es un aspecto suyo, es constitutivo de la caridad. En efecto, según el apóstol, la caridad no solo «todo lo excusa, todo lo cree y todo lo espera», sino que también «todo lo soporta» todo, dice él. Soportar es amor, es caridad. Sin eso no hay caridad.

También llegará el momento de advertir al hermano de sus errores; el Evangelio exige también esto. (…) Y hagámoslo solo por amor. Desde luego, no para desahogarnos quizás por las ofensas que nos han hecho los hermanos, sino con todo el amor posible, conscientes de que, si el hermano mejora, me beneficiaré yo también. Y aquí está la novedad de nuestro itinerario espiritual: debo trabajar por la perfección de mi hermano si quiero alcanzar la mía.

Estamos enlazados; no hay escapatoria.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 19 de junio de 2003)
Cf.: “El algo más», en Chiara Lubich, Unidos hacia el Padre, Ciudad Nueva, Madrid 2005, pp. 129-131.

4 Comments

  • Anch’io con voi nel vivere vivere vivere questa Parola con il di più della carità gettando tutto nella misericordia, in cordata …Rinnovo il patto d’unità buona giornata a tutti

  • «Noi, il fratello, Dio»: noi andiamo a Dio attraverso l’amore al fratello che bisogna amare con quella carità che «tutto copre, tutto crede, tutto spera e tutto sopporta». Questa è la prima Parola di vita che ho cercato di vivere. Allora avevo 15 anni. Ma quanta poca pazienza con I fratelli! Mi sembra di dover ricominciare daccapo.

  • BUON GIORNO. PER METTERMI IN MODO PROFICUO AL COSPETTO DI DIO E AFFINCHE’ LA MIA PREGHIERA POSSA AVERE L’EFFETTO DOVUTO, CON ANIMO CONTRITO, CHIEDO PERDONO ALLE SORELLE ED AI FRATELLI PER I TORTI COMMESSI NEL PASSATO E ANCHE PER QUELLI CHE NELLA FRAGILITA’ UMANA POSSO INCIAMPARE. SENTO COSI’ UNA GRANDE SERENITA’ NELL’ANIMA CERTO DI PERDONARE ED ESSERE PERDONATO.

    • Soportar parece algo pasivo y no lo es. Decidir soportar por amor es amor en acción. Soportar y seguir adelante día tras día, año tras año. A veces aparece un cirineo, solo aveces. Y seguir hasta llegar a El.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *