A los chicos, Chiara Lubich les hablaba sin rodeos. Así lo hizo cuando en el Supercongreso de 1992 –en el Palaghiaccio de Marino (Italia)– le preguntaron qué debían hacer para limitar el consumismo.

Hay que vivir y difundir la “cultura del dar”, del dar. Un consejo que les doy, si lo desean, es el siguiente. Al empezar el año, ustedes deben hacer, cada uno, una pequeña montañita, con las cosas superfluas que tienen. Puede ser que tengan pocas, pero siempre tienen algo: un libro, un juguete, un lápiz, una mochila que ya no usan, un vestido… alguna cosa, cosas que son superfluas, que están de más. Juntan todo y lo llevan a sus centros: al centro de «Chicos por la Unidad», o a los Centros Gen.

Allí, ya que ustedes son tan creativos y saben tener muchas, muchas iniciativas, haciendo mercaditos, o rifas, o lo que se les ocurra, traten de obtener, de todos esos paquetitos que llegan, un poco de dinero, para darlo a los chicos que son pobres.

(…) Ustedes deben conservar para su uso, recuérdenlo bien, sólo aquello que es necesario. Hacer como las plantas que absorben del terreno sólo el agua y las sales necesarias, pero nada más. De la misma forma cada uno debe tener lo que es necesario, el resto hay que darlo, para compartirlo con los demás.

Naturalmente experimentarán que dando recibirán mucho más. Esta es la experiencia de nuestro Movimiento, en todas las latitudes. Recibirán ¿por qué? Porque el Evangelio dice: «Den –aquí está la cultura del dar– y se les dará… una medida colmada –como si tuviera un delantal lleno de trigo– una medida colmada, apretada y rebosante…» (Lc. 6, 38). Es decir, recibirán muchas más cosas, que llegarán por un lado y por otro, y del señor tal, de aquel chico, de la maestra, de su mamá, recibirán muchas cosas.

(…) Tienen que difundir la cultura del dar. Por tanto, cuenten –como ya hacen precisamente para motivar a los demás–, cuenten sus experiencias. Por ejemplo, que dieron una cosa y les llegó otra. Cuenten, cuenten esas vivencias evangélicas, esas promesas del Evangelio que se realizan realmente. Las cuentan o las escriben, o bien las dibujan, o a través del video, con breves videos, o bien con los noticiarios de la televisión, que ustedes ya hacen para los chicos. Y así crean en todos esta mentalidad, la mentalidad de la “cultura del dar”.

Chiara Lubich

(Lubich, Ch. “Ai Gen 3, 1981 – 1995, Città Nuova, 2006, pag. 66-68)

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