Si queremos imitar a Jesús, debemos tratar de poner en práctica lo que Él dijo e hizo. Palabras y hechos que encontramos en el Evangelio, un texto siempre actual y todo por vivir. Así veremos que es posible encontrar una vía de solución también para los conflictos y los problemas que tenemos que afrontar cotidianamente.

Lavar los pies…

No cabe duda: este gesto de Jesús es una ilustración clara, concreta y eficaz del mandato del amor; Jesús quiere enseñar a sus discípulos esa humildad que es la base del amor. (…)

Precisamente porque Jesús es el Señor y el Maestro, su ejemplo se convierte en norma para los suyos. La comunidad cristiana –luego también cada uno de nosotros– es invitada a convertirlo en la regla de oro de su vida. Poco después Jesús lo expresará como ley fundamental de la Iglesia: el discípulo debe amar a sus hermanos como Él mismo nos amó.

(…)

La imitación que Jesús nos pide no consiste en repetir literalmente su gesto, aunque hemos de tenerlo siempre ante nosotros como ejemplo luminosísimo e incomparable.

Imitar a Jesús significa comprender que los cristianos tenemos sentido si vivimos “por” los demás, si concebimos nuestra existencia como un servicio a los hermanos, si planteamos toda nuestra vida sobre esta base.

Entonces habremos realizado lo que Jesús más desea.

Habremos entendido el Evangelio.

Seremos verdaderamente dichosos.

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, Palabras de Vida/1, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 244-245

 

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