Brulica la vita alla Bulle la vida en la Factoría Loppiano, en las colinas del Chianti toscano, en este período de vendimia. También bulle en la zona vecinal caracterizada desde siempre por la existencia de otras importantes haciendas, que han hecho que esta zona sea floreciente en su producción agrícola y por el desarrollo de las comunidades locales.

La llegada de los Focolares, a mediados de los años sesenta, a las tierras de Loppiano, dio un notable impulso al desarrollo del territorio, también por la fundación de la Cooperativa Loppiano Prima, en 1973, que en casi cuarenta años de vida tuvo un crecimiento impresionante.

“La  Factoría Loppiano nació a fines del 2004, para adecuar la conocida Cooperativa Loppiano Prima a la nueva legislación italiana sobre las cooperativas agrícolas”, cuenta Giorgio Balduzzi, director general de la Factoría. “La Cooperativa cedió la actividad estrictamente agrícola a una nueva empresa formada por trabajadores que a su vez eran socios. Nació así la Factoría Loppiano siendo la Cooperativa su socio mayoritario¨.

De acuerdo con los números: La Factoría trabaja 200 hectáreas de campo, distribuidas entre viñedos, olivares y terrenos de siembra biológicamente certificada. Entre sus productos nombramos los típicos productos de las colinas toscanas: vino Chianti, vino santo, grapa, producción de  cereal duro,  cebada y   pasta de grano duro. Además, hay 5000 árboles de olivo de diversas variedades que producen aceite extra virgen que se obtiene por prensado en frío.

En los últimos años algunos apartamentos fueron re estructurados para uso agro turístico, dentro del total respeto a las proporciones y materiales originales toscanos, obteniéndose alojamiento acogedor y armonioso. El agro turismo, además de contar con apartamentos modernos  e independientes, ofrece varios servicios como piscina, ¨mountain bike¨ , clases particulares de tennis y visitas a la hacienda con degustación de varios productos.

Pernoctar en la hacienda permite  desarrollar actividades durante varios días en la ¨factoría didáctica¨, se pueden alojar  estudiantes de institutos de primaria, de secundaria, universitarios, familias o grupos de otras naciones europeas.

Producción, ventas, utilidades, pero también ¨ primicia  de Economía de Comunión¨, fraternidad, reciprocidad. ¿Cómo armonizan estas palabras, con respecto  a la experiencia de la Cooperativa o de la Factoría? ¨En la base existe la voluntad de encarnar una nueva conducción empresarial basada en el escucharse recíprocamente, continúa Giorgio Balduzzi, recibiendo la idea del otro aunque sea distinta a la propia, en el respeto del otro y apreciando la diversidad como riqueza de pensamiento, mirando así de forma colegiada a un bien empresarial¨

Y este desafío no se da por descontado, existen momentos difíciles, ¨momentos en que nos debemos recordar el fin de nuestro trabajar juntos, respetando y coordinando los diversos roles, también los jerárquicos, adoptando cada mañana como target la fraternidad que está en la base de nuestra elección de vida¨

A pesar del momento actual de crisis, la serenidad para ir adelante es fruto de experiencias importantes que tienen por objeto la valorización de los talentos, de las relaciones personales y de los bienes de la empresa.

Gracias a esta manera abierta de compartir los problemas, subyace una fuerza vital y propulsora que hace que cada empleado parta de un cuerpo solidario, capaz de soluciones innovadoras que miran adelante, fieles al Evangelio, en la practicidad de cada día (fin de la segunda parte… continuará).

Autor: Paolo Balduzzi

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