El Comité de Humanidad Nueva, expresión social del Movimiento de los Focolares, trabaja desde hace treinta años en el centro histórico de Génova auxiliando a las personas más marginadas. Sus integrantes llevaron adelante una serie de iniciativas vinculadas al tema de la emigración. Con el patrocinio de diversas instituciones y asociaciones de la zona de Liguria se ha conformado una red cada vez más grande de relaciones, que enriqueció el tejido conectivo de la ciudad. El lugar elegido para la exposición fue el Museo Gálata del Mar, en el cual existen numerosos testimonios de la vida marina con la reconstrucción de escenarios históricos de la emigración italiana incluyendo antiguos navíos de pasajeros, que emprendieron viajes a barrios de Boca en Buenos Aires  o a la Ellis Island de Nueva York  (USA).

Tal el marco que albergó la exposición realizada en los comienzos del 2014, con el título “En profundidad: viaje entre memoria y emigración”. La misma, enfocó el tema de las emigraciones internas, es decir, la actitud de alma que coincide con el nomadismo cultural del arte contemporáneo. Expusieron artistas de diversas procedencias como Ignacio Llamas de España, o Claire Morard de Francia, así como Piero Gilardi, uno de los primeros artistas pop italianos, conocido internacionalmente.

El tema de la emigración fue el  lugar de  convergencia en el diálogo multicultural, interreligioso , ecuménico, de  encuentro y estrecha colaboración entre algunos movimientos católicos, comprometidos desde hace varios años en manifestaciones vinculadas a “Juntos por Europa”  (Cursillos, Sant’ Egidio, , Equipe Notre Dame, Encuentros Conyugales y Renovación Carismática). Algunos protagonistas han sido emigrantes.

El movimiento Familias Nuevas presentó las actividades  de apoyo a distancia e integración escolar, que involucraron a 200 estudiantes de las escuelas superiores de Liguria. En total, la participación fue de casi un millar de personas. Se incluyó a su vez,  un laboratorio de escritura creativa y el “Finissage-concerto”, un concierto de Jazz a cargo del Conservatorio Paganini de Génova. Esto permitió que una veintena de artistas se reunieron posteriormente durante tres días de diálogo, hecho que posibilitó a cada uno de los participantes, reencontrar nuevas energías para continuar en el camino de la comunión artística.

El debate se caracterizó por la dignidad y el valor otorgados a la persona. Se presentaron  impactantes  vivencias, por ejemplo la  de Chaia, joven Saharawi, que contó su dolorosa experiencia y la de un joven magrebino, que después de haber atravesado el desierto, desembarcó en Lampedusa y actualmente está integrado en la realidad genovesa.

Fueron significativos los momentos de diálogo mantenidos con expositores de relieve del mundo religioso y social, como el Presidente de los Emigrantes, el Pastor de la Iglesia Evangélica Sudamericana, el Imam de la Comunidad Islámica y el Abad de un templo budista. Transcribimos un comentario que creemos que expresa la realidad vivida por muchos: “Me parecía que ese lugar adquiría sacralidad y se transformaba  en templo, pagoda, sala, mezquita, porque desde allí se elevaba una única oración hacia el único Dios de todos los hombres, y no era un tema puramente sentimental, sino que se trataba de inteligencia y corazones que se convierten en uno solo”.

 

 

 

 

 

 

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