20150216-01Los sellos en los documentos están completos. Ya es hijo a todos los efectos. Un hijo en quien poder derramar esa abundancia de amor que siempre rebosa en los corazones de los padres adoptivos. Años de espera y travesías interoceánicas no los detuvieron. Después de un primer y fugaz encuentro en el que hijo y padres se ‘reconocieron’ y luego de haber pasado una breve convivencia en un hotel en el exterior, por fin están en casa. Una experiencia exultante, única, la de haber concluido el proceso de adopción. Sin embargo, más que a una conclusión, se parece a un inicio. Y un inicio empinado.

Superado el primer impacto, mil interrogantes asaltan a los recién diplomados padres adoptivos, quienes a menudo se encuentran desorientados. Por ellos en Nápoles (Italia) “Familias de corazón”.

El proyecto surgió de una idea de Acción para Familias Nuevas, onl (AFN) con la contribución de la Fundación del Banco de Nápoles. Prevé la creación de un consultorio de asesoría gratuita para las familias adoptivas del territorio, donde se ofrecen consultorías de expertos o simplemente la posibilidad de confrontarse con otras familias. Se realizarán además cursos gratuitos en donde las clases teóricas se alternan con encuentros sociales para favorecer el intercambio de experiencias entre familias y la conexión en red también con otras asociaciones presentes en el territorio.

La adopción sigue siendo un desafío abierto, también porque son todavía muchos los menores en estado de abandono que hoy en día permanecen en los institutos, tanto en el norte como en el sur del mundo. Chiara Lubich, ya en el lejano 1967, quiso aceptar este desafío invitando a las familias que vivían la espiritualidad de la unidad a “vaciar los orfanatos”. Fue así que un sinnúmero de familias, con o sin hijos, abrieron su casa y su corazón a quienes no tenían una familia, ayudando a que en ese niño, acogido como hijo, se curara la herida sufrida por el abandono.

«Con esta iniciativa – explican los cónyuges Gravante, responsables de la sede AFN onl Campania – deseamos dotar a las familias de aquellos instrumentos que, potenciando sus recursos, las ayuden a crecer como familias-mundo, es decir, familias capaces de abrirse a la diversidad que inevitablemente trae consigo ese hijo que ha llegado de lejos. Diversidad de patrimonio genético y de cultura. Es un itinerario fascinante pero comprometedor, como lo es también el hecho de recorrer junto al niño el abismo de su vivencia y ayudarlo a reconciliarse con ella».

A AFN, como a cualquier otra agencia autorizada para las adopciones internacionales, le corresponde acompañar a la familia durante los primeros tres años del periodo de post-adopción, pero a menudo esto no es suficiente. El proceso de integración del niño en la nueva familia y su inserción en las estructuras sociales del territorio, pueden necesitar de mucho más tiempo. Las familias adoptivas, jamás se pueden dejar solas, necesitan la relación con otras familias parecidas a la propia, para lograr redescubrir todos los días el valor de la opción que hicieron y volver a encontrar el entusiasmo inicial en aras de proyectar el futuro, en un itinerario que consiste en compartir la experiencia.

Y de compartir y de solidaridad habló también Andrea Turatti, presidente de AFN, durante el evento de lanzamiento del proyecto, cuando subrayó que este binomio es precisamente la realidad que anima a la asociación: «Nos complace poder ofrecer esta oportunidad a Nápoles, gracias también a la generosa participación de la Fundación Banco de Nápoles. Éste es un territorio que lo merece. En efecto, de los 850 niños que han encontrado una familia a través de AFN, son 180 los que fueron acogidos en esta región. Y es la madurez de este territorio la que permitió poner en marcha un proyecto que queremos exportar también a otras regiones de Italia, y del mundo, como aporte a una sociedad solidaria».

Para más información: www.afnonlus.org

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