Un compromiso renovado emergió a partir del segundo Seminario de las organizaciones sociales de América Latina y del Caribe. El Seminario tuvo lugar el 12 y 13 de abril en la Mariápolis Ginetta, en Brasil. Participaron 70 representantes junto con otros agentes de los Focolares comprometidos en distintas instancias del aspecto social: Humanidad Nueva,  Jóvenes por un Mundo Unido y  Familias Nuevas. Había 90 personas por la Economía de Comunión quienes finalizaban un trabajo desarrollado el día anterior.

El Seminario marcó un fortalecimiento de las redes sociales a nivel continental y se redactó un “Documento de intención”. También se pusieron las bases para la constitución de una red que unifique proyectos, organizaciones y movimientos sociales que tienen en su DNA la fraternidad evangélica para la transformación social. Es un objetivo que se encuentra en sintonía con el “Documento de Aparecida” redactado por los obispos latinoamericanos. Manifiesta «la opción preferencial por los pobres y los excluidos» como la brújula orientadora de la comunidad cristiana latino-americana y caribeña. Es una opción que no es exclusiva ni excluyente, pero que indica una prioridad en la acción y en el estilo de vida cristiano. Un momento importante del encuentro fue el intenso diálogo que se estableció con María Voce y Giancarlo Faletti, presidente y copresidente respectivamente, del Movimiento de los Focolares.

Las preguntas expresaron conquistas y sufrimientos, y no ocultaron un sentimiento de soledad. Las respuestas, iluminadas por la prospectiva de contribuir en la realización del Testamento de Jesús “Que todos sean uno” (Jn. 15, 17), abrieron un nuevo horizonte, no sólo para las organizaciones sociales, sino para todo el Movimiento de los Focolares.

“Ustedes están plenamente en el corazón del carisma;  están en sus los orígenes”. Lo que ustedes hacen es una realización de lo que Chiara Lubich y sus compañeras comenzaron a vivir en Trento” – dijo María Voce. “Ellas salían al encuentro de los pobres. Llevaban con ellas sólo una libretita y un lápiz para anotar sus direcciones y carencias. Después, se reencontraban  para comunicarse  las necesidades y los posibles auxilios y recursos que podían brindar a los demás. Este fue el comienzo de la red. ¡Lo que están haciendo ustedes!”

“Todas las iniciativas sociales deberían servir para renovar la sociedad, convertirla en una comunidad donde se vive por un fin compartido, donde se ponen en común  las necesidades y los talentos”, dijo María Voce, y agregó: “Ustedes ofrecen una visibilidad completa de la acción del carisma [de la unidad], que no es sólo espiritual, sino también social. Ustedes logran que esta acción se vea”.

Giancarlo Faletti invitó a “ser conscientes de que en este camino estamos acompañados por muchas otras personas de diversas áreas”. “Todos –concluyó María Voce- tienen el mismo fin: transformar la sociedad, con medios distintos. Debemos alegrarnos de que en la casa de Dios exista una pluralidad de llamados y una riqueza de respuestas. Cada uno es una pieza que forma parte de este gran mosaico, del cual sentimos su grandeza y su fuerza”.

Ver también: www.sumafraternidad.org

 

 

 

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