Con la iniciativa Petite Flamme el Movimiento de los Focolares en la República Democrática del Congo trata de dar su aporte a la solución de uno de los problemas más graves del país: la urgente necesidad de atención médica, de educación y de una sana nutrición en muchos niños.

El origen del proyecto de remonta a 1993, cuando un pequeño grupo de congoleses puso en común sus ahorros para ofrecer instrucción a algunos niños pobres. Petite Flamme nace oficialmente 3 años después, en N’dolo, un barrio de Kinshasa en el que había un campo militar con 750 familias en necesidad. Se empezaron los dos primeros grupos de preescolar y un tercer grupo en el barrio Masina. Muchos de los niños eran los hijos de los militares.

El objetivo inicial era dar una instrucción, pero enseguida se dan cuenta de que los niños estaban desnutridos. Empiezan a dar una comida diaria y después la atención médica necesaria. En los años que siguieron, Petite Flamme abre nuevos centros, amplía el ciclo escolar y extiende su intervención a los adolescentes y a las familias. En el 2002 empieza también la experiencia de las “tareas dirigidas bajo el árbol”: 16 grupos bajo 16 árboles diferentes, a falta de otras estructuras.

Actualmente Petite Flamme acoge en sus instituciones a alrededor de 1286 niños, pero sigue atendiendo, en colaboración con los padres, los niños que ya cursaron primaria y que ahora están inscritos en las escuelas públicas en secundaria. Comprende preescolares y escuelas primarias; hay también una escuela para niños ciegos y otra para niños sordomudos. Sus sedes se encuentran en barrios muy poblados o de la periferia de Kinshasa, donde la pobreza es extrema. Recientemente se abrieron dos nuevas escuelas: en Idiofa, en Bandundu, a 750 km de Kinshasa; y en Kisantu, en el Bas-Kongo, a 160 km de distancia de Kinshasa. En Kikwit, siempre en Bandundu, Petite Flamme trabaja en un ambiente rural y pobre. Por la falta de agua, se construyó una gran cisterna y dos cántaros recogen el agua de lluvia para la preparación de la comida cotidiana.

El proyecto es sostenido por distintos entes y ONG’s y sobre todo por el proyecto “Sostenimiento a distancia” de Acción por Familias Nuevas (AFN). Todos los niños son atendidos con un programa educativo, alimentación cotidiana y asistencia médica regular. Una vez inscritos en las escuelas superiores, los muchachos son acompañados con un programa de apoyo.

2005. Nace el Centro médico «Moyi Mwa Ntongo», que en la lengua local significa “Alba de la mañana”. Abierto en Limete, barriada del centro de Kinshasa, es sostenido por la Acción por un Mundo Unido – AMU. Ofrece servicios de calidad a precios accesibles, no sólo a los niños de “Petit Flamme”, sino también a todos los enfermos que requieren sus servicios, y tiene convenios con distintos entes locales.

Además de los consultorios médicos, el Centro está dotado de un laboratorio de microbiología, de una farmacia y de un dispensario con 15 camas. Uno de sus resultados más destacados es el ambulatorio de oftalmología, entre los más avanzados de la región, especialmente importante para el tratamiento y la prevención de la ceguera, enfermedad muy difundida aquí.

Además, en la República Democrática del Congo, hay muchas iniciativas para difundir los valores de la fraternidad mediante acciones concretas, como las que llevan adelante algunos miembros del Movimiento de Goma (provincia del Nord-Kivu) en el ámbito de la agricultura, del microcrédito y de la formación.

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