Diari des de Síria / 37

 
(Castellano) Nos llegan noticias desde algunas aldeas sirias donde el número de refugiados aumenta constantemente, mientras la inflación continúa su alza: la leche ha pasado de costar 700 a 2500 liras (moneda local) y si antes, 9 piezas de pan árabe costaban 15 liras, ahora se venden por 100.

«La gente está extenuada. La economía vencida por el embargo y la destrucción, cierre o desvalijamiento de industrias y talleres artesanos. No hay ningún lugar en Siria donde los alimentos o artículos de primera necesidad no están a precios desorbitados, ni siquiera en los pueblos están más bajos. Del vestuario nadie se preocupa porque en el fondo, todo, excepto las medicinas, se ve como superfluo y la gente ahorra al máximo.

Un kilo de patatas ha pasado de 30 a 150 liras, la leche en polvo de 700 2500, la carne de 450 a 1200 el kg, el pan en todo el país, no baja de 100 liras, cuando antes, la “rabta”, así la llamamos aquí (9 piezas de buen pan árabe) costaba 15 liras. Pero los sueldos son los mismos, al menos para los que todavía logran trabajar. La guerra está levantando muchos muros, no sólo fuera, sino sobre todo en los corazones. Nos preguntamos constantemente cómo mantener vivo el compromiso para vivir por la fraternidad universal con familias desintegradas por la muerte o la pérdida de todo.

En Machta Helou se han refugiado muchísimas familias de Homs. Han llegado en pleno invierno sin absolutamente nada. Amar y servir a cada uno ha sido nuestro plan de acción, eso suponía escuchar, para compartir heridas muy profundas. Algunos refugiados que habían llegado antes nos cuentan: “supimos que había llegado más gente y nos dijimos que teníamos que salir al encuentro de los más solos y necesitados. Se nos rompía el corazón al verlos: algunos eran vecinos nuestros en Homs, otros, personas de clase media que de golpe se encontraron en la calle. Tratamos de entender a fondo lo que necesitaban y esto ha creado un clima de confianza que nos ha permitido entrar en el fondo de su sufrimiento para después, responder concretamente a las necesidades”. Se han alojado en un convento helador y muy pobre. Les pudimos dar los pocos bienes puestos en común y alguna ayuda que nos había llegado de nuestros amigos italianos. También para nosotros llegar a fin de mes es como que te toque la lotería. Enseguida se nos acabó lo que teníamos y no podíamos dar ayudas con regularidad pero lo mismo nos han pedido que fuésemos: necesitaban nuestra amistad y compañía. Nos estamos apoyando en las ayudas concretas que estamos recibiendo del exterior ».

Giò Astense. Por Maddalena Maltese. Fuente: Città Nuova

Quien desee expresar a la población siria su proximidad a través de una contribución económica, puede utilizar la siguiente cuenta corriente de la Fundación Igino Giordani

La Caixa – 2100 5615 79 0200056937
Concepto: Ayuda a Siria
C/ Poniente, 28 (Las Matas) – 28290 Las Rozas (Madrid)
Email: info@fundaciongiordani.org

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