Es una iniciativa organizada por el Movimiento de los Focolares, fundado por la italiana Chiara Lubich (1920-2008) y hoy en día difundido en los cinco continentes, cuya finalidad es contribuir a crear un mundo más unido, basado en la fraternidad universal. Nacido en el seno de la Iglesia católica, actualmente forman parte también cristianos de otras denominaciones, fieles de otras religiones y personas de convicciones no religiosas.
El lema escogido para la edición 2013 de la Mariápolis es Diálogo a 360°. Del significado de este título y de los preparativos del acontecimiento hablamos con Francisca Pi y Lucas Cerviño, coordinadores del programa.
• ¿Qué quiere decir “diálogo a 360°”?
Esta expresión, utilizada en su momento por Chiara Lubich, nos remite a un diálogo con todos y todas y para todos y todas. O sea, un diálogo sin exclusiones, sin barreras, sin “peros”. Un diálogo que quiere dar la vuelta al mundo, y por ello es capaz de dialogar con personas de cualquier cultura, religión, clase social, opción de vida, generación, profesión y formación. Es algo esencial al mismo carisma que anima a los Focolares: el de la fraternidad universal. Para nosotros sería imposible caminar hacia la realización de esta fraternidad, que no es excluyente o de élite, sin un diálogo a todos los niveles. Dicho con otras palabras, diálogo a 360º significa que todas las personas son candidatas a la fraternidad universal: a la posibilidad de reconocernos hermanos y hermanas, y desde allí dar nuestra aportación a un mundo más justo, solidario y digno.
• ¿Como se plasmará esta experiencia de diálogo en La Seu?
La Mariápolis quiere ser, sobre todo, un laboratorio donde experimentar vitalmente este diálogo a 360°. Para esto es importante, no solo las charlas y conferencias, sino también excursiones, momentos culturales-recreativos, talleres de profundización. Concretamente el programa girará alrededor del arte de amar y cómo el amor nos conduce al diálogo. Luego se profundizará la importancia del diálogo como un estilo de vida cotidiano y presente en todas nuestras acciones. Desde esta base antropológica se profundizaran diversos diálogos concretos (entre católicos, con otros cristianos, con personas de otras religiones, con personas de buena voluntad y entre culturas y pueblos diferentes) que son caminos para concretizar y actualizar la fraternidad universal.
• Y para los adolescentes y niños, ¿la propuesta es la misma?
Sí, también ellos tendrán el diálogo a 360° como hilo conductor de sus programas. Claro que aquí cambia el estilo pedagógico de los programas, para responder a las exigencias y etapas de cada una de las edades; pero el contenido es el mismo. Aquí a través de juegos, dinámicas, canciones y otros recursos, profundizarán también cómo el amor es importante para llegar a dialogar y el diálogo como un estilo de vida.
• ¿Cómo va la fase de inscripciones?
Sí, ya hay aproximadamente 400 personas inscritas, y eso que falta más de un mes y medio. Las inscripciones vencían el 15 de junio, pero… la experiencia nos dice que la gente se sigue inscribiendo hasta días antes. Claro que mientras más nos acercamos a la fecha de la Mariápolis, menos seguridad hay de que siga habiendo plazas libres. Por eso es importantísimo inscribirse cuanto antes. Si no, luego cada uno tendrá que buscarse su alojamiento.
• Vosotros coordináis el programa pero, ¿quién monta la Mariápolis?
Es un trabajo que se viene preparando desde hace meses. Se involucra a personas de toda España. Al inicio se recogen todas las ideas y sugerencias, y a partir de ese material, con diversas comisiones, se va articulando el programa. Es toda una experiencia de diálogo trabajar en grupos de 20 personas y decidir juntos el título, el estilo de hacer las charlas, los temas de los talleres, etc. Exige mucha paciencia, escucha y capacidad de opinar sin imponer y, sin duda, una buena dosis de lucidez y apertura para captar esa idea o propuesta en la que – después de dialogar- nos sentimos todos reflejados.
• El año pasado la Mariápolis fue en Javier (Navarra), la anterior en Cáceres… ¿Nos podéis explicar este carácter “itinerante” de la Mariápolis?
En las Mariápolis participan personas de toda España y el sentido de este carácter itinerante es dar la posibilidad de conocer directamente y compartir la riqueza y diversidad de cada pueblo y cultura de España. Muchas veces puede quedar a nivel teórico esta necesidad de fraternidad y convivencia entre la diversidad, y hasta que no pones un nombre concreto a ese andaluz, catalán, vasco… no caen muchos prejuicios y barreras que nos impiden conocernos de verdad, respetarnos, amarnos y llegar a un dialogo fructífero, que empezando con una persona concreta, individual, puede llegar a abarcar el bagaje cultural e histórico que hace parte de ella.