Semana Misionera II

 
Previa a la JMJ, Ángel Camino nos cuenta su experiencia con la Diócesis de Madrid.

Ángel Camino, religioso agustino, continúa contándonos cómo han sido estos días inolvidables.

19/7/2013. – “El ambiente espiritual va en creciendo contagioso y espectacular. La nota es la alegría permanente y en cualquier situación: rezando, comunicando, escuchando, participando en las distintas actividades. (…)  A las 6 de la tarde Eucaristía de los 6 grupos grandes de Madrid en la Parroquia de Santa Teresinha, presidida por el Cardenal Rouco. Al concluir la Misa, los jóvenes de la Parroquia del lugar han hecho una representación teatral preciosa. En quince minutos han representado las consecuencias de una joven que de año en año ha ido dando tumbos en la vida y cayendo en todas las garras posibles, hasta que se encuentra con Jesús. Unos aplausos que no terminaban.

Termino con la reflexión que se ha hecho en el día de hoy: los jóvenes en la JMJ son peregrinos que buscan a Dios, pero la característica principal, es que lo hacen “juntos”, en comunidad. En la comunidad está Dios. Este joven peregrino luego proclama a los cuatro vientos que se ha encontrado con Jesús. Finalmente se ha recordado que la peregrinación asume el sacrificio; no hay que rehuirlo, sino esperarlo. Y se nos puso como modelo a santa Teresinha, titular de la Parroquia, que amó mucho a Jesús pasando por el amor a la cruz.
Mañana nos encontramos todos los españoles en el Parque de la Juventud donde el Obispo Auxiliar de este Sector nos presidirá la Eucaristía. Todos nos hablan de maravilla de este Obispo, que es un verdadero hermano cercano a todos, que escucha, que va por los barrios, entra en las casas pobres, se interesa por todos.

20/7/2013. – La mañana totalmente dedicada a la oración y catequesis en la Parroquia. La oración, animada toda ella en la lengua brasileña y por la comunidad de san Camilo. Todo preparado con suma delicadeza. Luego la catequesis. Hemos hecho una síntesis del Mensaje del Para para la Jornada y luego los jóvenes se han dividido en cinco grupos. Han trabajado durante 45 minutos y al final la puesta en común. Ha sido interesantísimo. Las ideas fuerza: la urgencia de la evangelización para los jóvenes; los jóvenes deben ser anunciadores de Jesús como exigencia de la fe. No se puede creer en Jesús sin anunciarlo. Para los jóvenes hay un sólo camino: el testimonio y la vida: es el camino por el cual Dios puede tocar el corazón de sus amigos, los otros jóvenes. Hemos concluido que esta tarea depende del Espíritu Santo. Por tanto es fundamental tanto para avivar la fe como para la misión: los sacramentos, la oración y la formación.
Ha sido una mañana intensamente espiritual preparándonos todos para Río.

La tarde ha sido espectacular. De 15 a 20,30 hemos estado en el Parque de la Juventud con todos los jóvenes de la JMJ alojados en esta zona: Ucrania, Croacia, Ecuador, Venezuela, República Dominicana, Bolivia, Birmania, Kenia, Canadá, Filipinas, México y España. Nosotros diríamos en el entorno de nuestra Vicaría; ellos dicen “Sector”: Todo preparado por el Obispo Auxiliar, sacerdotes, religiosos, religiosas, jóvenes, cientos de voluntarios. Sólo me detengo en la Misa. La primera parte han sido grupos musicales de jóvenes cristianos, testimonios, lecturas. Todo agilísimo. Se hizo presente la lluvia durante media hora. Genial. Había que vivir el espíritu de la peregrinación calándonos hasta los huesos.

La Misa ha durado hora y media. Los cantos, con toda una orquesta, han sido bellísimos, juveniles. Las lecturas, los comentarios, los silencios, ministros de la eucaristía, acólitos, ofrendas, bailes en la procesión de las lecturas y de las ofrendas, todo, todo con aire de fiesta y sagrado. La homilía de Don Sergio, Obispo Auxiliar ha sido una obra de arte: didáctica, esencial, cercana: “Nuestro Dios es un Dios que está en medio del pueblo. Es un Dios cercano a los hombres. Caminar con Dios es un camino de liberación. La luz de la fe ilumina nuestra oscuridad. Dios sigue amando a quien se distancia de Él porque Dios tiene paciencia; Quien encuentra a Cristo, encuentra la liberación. Cristo precisa de vosotros, los jóvenes. La Iglesia precisa de vosotros para evangelizar a los otros jóvenes. Sed los anunciadores de Jesús. Nuestra Religión católica no es un obstáculo para nuestra fe. Al contrario queremos amar a la Iglesia católica para vivir más intensamente la fe”

(…)
En los autocares de regreso, nuestros jóvenes hablaban de no haber podido contener las lágrimas.

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