Fallece Padre Casimiro Bonetti

 
El fraile capuchino fue clave en los comienzos del Movimiento de los Focolares.

El Movimiento de los Focolares, sin dudarlo, no sería el mismo sin la estrecha relación que P. Casimiro mantuvo con Chiara Lubich. En marzo de 2011 la revista Ciudad Nueva publicó un artículo sobre su persona.

Al conocer la noticia de su muerte, Maria Voce, Presidente del Movimiento de los Focolares, ha ofrecido unas declaraciones:

El Movimiento de los Focolares expresa su cercanía a la Orden de los frailes menores capuchinos por el fallecimiento del p. Casimiro Bonetti.

La Providencia de Dios ha querido unir su persona con los albores del Movimiento de los Focolares.

De hecho, fue él, que el 7 de diciembre de 1943, recibió la consagración a Dios de Chiara Lubich.

Fue él quien en diferentes circunstancias se reveló como un instrumento de Dios.

Si recordamos la respuesta dada a Chiara, habiendo comprendido su generosidad: “Recuerde señorita: ¡Dios la ama inmensamente!”. O al pensamiento expresado el 24 de enero de 1944 sobre el momento más doloroso de la pasión de Jesús, que según su parecer había que identificarlo en el grito: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27,46).

Estas afirmaciones, de las que él mismo se sorprendió después, reconociéndolas como fruto de la acción del Espíritu Santo, han tenido en el alma de Chiara Lubich una resonancia particular. Gracias al carisma que Dios le donó, estas afirmaciones, junto con otras intuiciones, se convirtieron con el tiempo, en fundamentos de la espiritualidad de la unidad que anima la vida del Movimiento de los Focolares.

Manteniendo vivo el recuerdo de p. Casimiro Bonetti, junto a quienes de diversas maneras forman parte del Movimiento de los Focolares, aseguro la común oración por él con gratitud y aprecio.

Maria Voce
Presidente del Movimiento de los Focolares

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