“Gracias a todos por todo lo que me habéis regalado en estos días” decía un participante poco antes de que concluyera el Congreso. Y era una sensación que estaba presente en todos: todos habían dado y habían recibido. Habían intentado hacer vida lo propuesto en los temas de profundización y que se hacía vital a través de los variados testimonios contados en sala.

Momentos de reflexión personal seguían a momentos de meditación o testimonio, aunque también hubo ocasión para abrir las puertas de la sala y salir al mundo: el sábado 9 de abril se participó en la Conexión Mundial que celebran los Focolares cada dos meses. Y se pudo conocer a las personas que viven en los alrededores del Centro Mariápolis Luminosa e intentan vivir según el carisma dado por Dios a Chiara Lubich, participando también con ellos en la Oración por la paz que celebran cada sábado a las 19:30 h. Y la colecta de la eucaristía celebrada después, fue destinada a paliar la dramática situación del pueblo sirio.

Incluso en los momentos de descanso se vivía por los demás: acercándose al que estaba solo o al que aún no se conocía… o al bar que regentaban los jóvenes de Asante África y se colaboraba en su proyecto para este verano.

Al final, en todos, la alegría por los días compartidos y muchas ganas de volver cada uno a su ciudad para seguir viviendo por la fraternidad.

Algunas de las impresiones que compartieron con todos:

 “Aprendí lo que es la unidad. Con todos aquí he aprendido a vivir la unidad con todos los demás y perdonar también a quien me ha hecho daño”.

“El que busca encuentra….después de buscar y buscar, encontré mi camino. La alegría que siento en este movimiento no la encuentro en otras partes”.

“A pesar de mi historia de sufrimiento, estoy haciendo de mi vida una acción de gracia, puedo dar gracias a Dios con mi historia”.

“Vosotros me habéis aportado: la acogida, no he notado ninguna diferencia; el espíritu de servicio,… te ayudo, te cojo…; la fraternidad, os lleváis fenomenal, veo que os queréis; la alegría, de fuera vemos vuestros rostros resplandecientes”.

“Dar las gracias porque experimenté en estos días que cada uno somos luz para los demás. He visto la luz en algún aspecto. Quería decir q salgo con más fuerza para ser célula viva en la sociedad”.

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