“El 14 de mayo, en la oración celebrada por los Focolares uniéndose al llamamiento del Alto Comité para la Hermandad Humana, conté una pequeña experiencia con una persona que no podía pagar el alquiler.

Al concluir la oración, me llamaron y escribieron varias personas para ver cómo poder ayudar; les dije a todos que lo que pudieran aportar lo hicieran a través del proyecto abierto por la Fundación Igino Giordani. También me llamó una señora que conocí el verano pasado durante el Camino de Santiago; me dijo que había alquilado un piso para sus hijos en Madrid, pero como el curso iba a seguir on line, el piso estaba vacío y me lo ofrecía para esta persona.

Hablando con la trabajadora social de Cáritas Sierra para evaluar la mejor solución, vimos que la casa era una solución transitoria y que si perdía la habitación, sería difícil encontrar otra sin nómina. Al tiempo, supe de otras personas que estaban en situación similar. Me puse en contacto con la Fundación y, valorando la situación, hizo una donación de mil euros a Cáritas, para afrontar el pago de diversos alquileres y necesidades que estaban candentes. Gracias a ello, esta persona pudo pagar su alquiler.

El martes 26 fui a misa a la parroquia y al ver a un amigo peruano, recordé que me dijo que habían llegado unos familiares porque la hija estaba enferma y necesitaba tratamiento en el hospital. Estaban durmiendo en el salón porque no tenían más sitio en su casa. Me acordé del ofrecimiento de esta familia del Camino de Santiago y les conté la situación de esta familia peruana. Al jueves siguiente estaban viviendo en esta casa y súper agradecidos. Al poco, el padre encontró un trabajo cerca del hospital, con lo que han vuelto con los familiares y buscan una casa en los alrededores.

También la persona que no podía pagar el alquiler ha encontrado trabajo, cuidando a una persona mayor del Movimiento.” Juan