No hay edad…

 
Se puede ser pequeño en años y grande en corazón.

Los más pequeños de la comunidad local de los Focolares en Bilbao se han desprendido de un peluche para regalarlo, junto con un mensaje, a una persona mayor. También han pintado mandalas para regalar a personas solas o en la residencia de ancianos. Además, han grabado un vídeo tocando, cantando o mandando mensajes de ánimo a personas enfermas, asegurándoles  sus oraciones.

Y los de la comunidad de Girona, al conocer #DaretoCare – Niños ciudadanos, no han querido quedarse atrás e inmediatamente, manos a la obra. Berta, una de ellas, cuenta: “Iba con mi madre y vimos una señora que pedía dinero. Fuimos a comprar algo de comer y se lo dimos”.

En Castellón también han pintado mandalas; en esta ocasión, para los chicos de una asociación de personas con discapacidad intelectual. Otros años iban a cantar villancicos y esta vez, con algunos jóvenes y  familias, han logrado hacer más de 30 mandalas para ellos. Incluso una felicitación de Navidad en vídeo.

Clara, de 6 años y en Archena (Murcia), también se ha sumado a la iniciativa de elaborar y regalar mandalas; lo ha hecho a las personas mayores de su barrio y a las que encontraba durante el paseo. Su vecina, además, ha recibido un peluche.

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