Continúan las audiencias del Santo Padre con los representantes de asociaciones y movimientos eclesiales. “Un coloquio familiar”, según ha declarado Maria Voce a Radio Vaticana tras la audiencia. “Nos ha revelado cuánto el Papa mira a un cristianismo comprometido y de comunión”.

“Papa Francisco tiene especialmente en el corazón la vida del Evangelio –prosigue la Presidenta- Nos ha dicho que vayamos adelante con valor y con alegría, porque un cristiano sin alegría no consigue nada. Por lo tanto, un cristianismo comprometido, de comunión y alegre”.

“Papa Francisco nos ha agradecido por el trabajo que el Movimiento desarrolla en todo el mundo”, continúa Maria Voce. El encuentro ha permitido hablar de la presencia y las iniciativas del Movimiento de los Focolares en las diferentes partes del mundo donde está presente, poniendo en evidencia las aportaciones específicas en las varias latitudes. Desde las acciones capilares, materiales y espirituales, a favor de la familia y de los jóvenes en muchas localidades de Siria, hasta las iniciativas culturales promovidas en China; desde el diálogo interreligioso con representantes budistas, musulmanes y judíos, hasta la colaboración en el Proyecto Amazonas, lanzado por la Conferencia Episcopal de Brasil para la evangelización de esta inmensa zona; desde los testimonios de perdón y reconciliación en varios países de África heridos por las guerras, hasta el resurgir de relaciones de fraternidad y de reciprocidad en barrios de ciudades occidentales, hasta el desarrollo de iniciativas en el ámbito social, como la Economía de Comunión.

También Maria Voce ha podido contar al Papa la experiencia vivida durante su reciente viaje en Jordania, país al que fue junto a Giancarlo Faletti para encontrarse con las comunidades de los Focolares en Medio Oriente y en el norte de África. Unos días tensos y llenos de incertidumbre. También allí vivieron la jornada de ayuno y oración por la paz el pasado 7 de septiembre, junto a las personas del Movimiento presentes en Amán, quienes pertenecen a distintas iglesias y religiones. “Se notaba la gran apertura del Papa a toda la humanidad y su deseo de abrazarla con esta oración… y Oriente Medio entraba en este abrazo”, continúa Maria Voce.

“De todo aquello que nos ha dicho, se nota cuánto el Papa aprecia la pertenencia a los movimientos. Hablando de una y otra situación, hablaba de la importancia de que estén los movimientos sosteniéndole. Se siente que el Papa nos reconoce la capacidad de volver a poner en primer plano la radicalidad de la vida evangélica”.