Del 28 al 30 de noviembre se han dado cita una treintena de persona, representando y trayendo la vida de las parroquias de países como Portugal, Bélgica, Holanda, Francia, Inglaterra y España. Ha sido principalmente, un encuentro de trabajo y de comunión, de compartir la vida, los deseos y los dolores, haciendo una experiencia de cuerpo como Iglesia que quiere ‘ir fuera’, donde Dios los espera.

Con la presencia de los responsables internacionales del Movimiento Parroquial, ha sido la ocasión para conocer más en profundidad la vida existente en las parroquias, la “casa y escuela de comunión”, como las definiera Juan Pablo II en la Novo Millennio Ineunte.

Y también ha sido la ocasión para tomar fuerza juntos y salir a anunciar a todos: “Luz para mi camino”, “Quien ama, vence; me lo quedo como lema”, han sido algunas de las impresiones que han comunicado los participantes.