Aniztasunean aberastu

 
Mariënkroon Holandako herrixkak Europako Fokolareetako 150 kide hartu ditu batasunaren eta senidetasunaren sustapenean aurrera egiteko.

Sin título-2 Malta, Dinamarca, España, Islandia, Bélgica, Portugal, Suecia, Francia, Irlanda, Noruega, Inglaterra, Luxemburgo, Holanda y Finlandia… ¿qué tienen en común estos países? Del 16 al 18 de junio se reunieron 150 focolares de estos países en la Ciudadela Mariënkroon (Corona de María) para descubrirlo.

Las primeras sensaciones, las más evidentes: una gran variedad de edades, países, culturas y lenguas; junto a una gran alegría por encontrarse juntos y conocerse. Fueron días de intenso trabajo y de enriquecimiento recíproco gracias a la gran diversidad. Como punto de partida, la escucha y la acogida recíprocas, sin miedo a los conflictos, ya que sirven para crecer en el diálogo y en la apertura al otro. Todo esto articulado en torno a tres grandes temáticas: Iniciar procesos para construir la unidad en Europa sin perder de vista la fraternidad universal; la unidad y la diversidad (cómo cada país puede ser un don para los demás); y la comunión de bienes y la cultura del dar.

Uno de los momentos más aplaudidos fue el de la puesta en común del trabajo realizado por países en torno a qué podía aportar cada uno a los demás países y qué necesitaba aprender. Las ofertas de unos complementaban las necesidades de los otros, componiendo un diagrama de ayuda recíproca e interdependencia.

Tampoco faltaron ideas para vivir con nuevo entusiasmo la comunión de los bienes entre todos, siempre también en función de las necesidades de los demás: “aquello que considero necesario, puede variar en función de las necesidades de las personas que tengo alrededor”.

LSin título-3as impresiones finales, no dejan lugar a dudas sobre la intensa experiencia vivida: “He llegado con muchas ideas, preguntas y problemas; me marcho con mucha esperanza y amplios horizontes”; “Ahora tengo el corazón más grande, más por Europa, y quiero transmitirlo; debemos encontrar las ocasiones para ofrecer a los demás esta experiencia. Me voy con una gran esperanza y un corazón europeo”; “Me sentía solo, pero ahora me siento en el juntos”.

Como conclusión y para sellar el compromiso adquirido, se envió una carta a diferentes entidades e instituciones civiles y religiosas de Europa. En ella, entre otras cosas, se manifestaba:

“Una Europa en crisis nos desafía a recurrir a las fuentes de sus valores fundacionales y nos impulsa a trabajar JUNTO a todos por la fraternidad universal.

Más allá de nuestras fronteras, ya somos un auténtico laboratorio de fraternidad que queremos reproducir en nuestros países de origen”.

Minasamblea_2017

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