Bicicletas, equipos deportivos, pelotas, eran el cargamento principal de las familias que fueron llegando a la Mariápolis el 1 de marzo para transcurrir los días del feriado largo de carnaval.

170 personas nos visitaron, en su mayoría familias, sin contar los que se acercaron para pasar el día o la tarde en el parque.

Un programa de reflexiones, visitas guiadas, momentos de recreación, mate aprovechando los hermosos días de sol tibio de fines de verano acompañados con amenas charlas de viejos y nuevos amigos. No faltaron los juegos, de los que dan cuenta las fotos que ilustran esta noticia.

Un Carnaval distinto. Dedicado a “reponer pilas” en una ambiente tranquilo y ameno.

Fotos: Darío Russi