Seder de Pesaj en la Mariápolis

 
Se realizó el 1° de mayo por iniciativa de nuestros hermanos judíos de OJDI.

El 1° de mayo, en la Mariápolis, tuvimos el hermoso y gratificante “trabajo” de participar del Séder-Pesaj (orden de Pascua) que un grupo del Ojdi (Organización Judía de diálogo interconfesional) quiso celebrar como réplica de la conmemoración de la Pascua judía que este año tuvo la feliz coincidencia, en el calendario, con la Pascua católica. Feliz coincidencia por ambas partes.

Seis matrimonios judíos -uno de ellos con su hija niña- y una numerosa representación de los y las jóvenes de la Mariápolis seguimos con recogida participación el rito pascual judío que fue, para casi todos los católicos, una hermosa revelación de algo que desconocíamos. Las tres horas de la liturgia y cena fueron seguidas con recogido entusiasmo, y al final alguien expresó en voz alta la invitación de que nuestros “hermanos mayores” judíos repitieran todos los años aquí en la Mariápolis la celebración, teniendo en cuenta que siempre tendría, de parte de la Mariápolis un público nuevo toda vez que los jóvenes permanecen sólo un año para la experiencia formativa.

La participación del Séder-Pesaj fue una nueva experiencia en el camino de acercamiento y diálogo de las dos fe religiosas -judía y católica- cuyas coincidencias son mucho más numerosas que las diferencias que nos hacen aumentar el amor recíproco rumbo al mundo unido que todos anhelamos y en el que todos estamos empeñados.

(por Horacio Bruera)

ALGUNAS IMPRESIONES DE LAS Y LOS JOVENES QUE PARTICIPARON

“Fue una experiencia que caló hondo en mi, porque si bien conozco muchos judíos, ninguno de ellos es practicante, fue mi primer encuentro con la religión judía. Me parecía, mientras leíamos las oraciones y lecturas, que los mandatos de Dios son perfectamente traducibles en valores humanos (la solidaridad, el respeto, la libertad…) que todos (creyentes o no) podemos compartir”.

“Fue poner en práctica, y no quedar solo en teoría, el diálogo interreligioso. Una expriencia única saber que la fraternidad universal es posible”.

“Un sueño convertido en realidad: compartir con gente de otra cultura y sobre todo de otra religión, una experiencia inolvidable que aumenta la fe en que exista y sea posible este diálodo, en el cual podemos encontrar la fraternidad y unidad, en especial con los judíos que dentro de todas las religiones son nuestro prójimo más cercano”.

“Participar en esta Pascua fue descubrir que son más los lazos que nos unen que las cosas que nos separan… También como cristiano fue una gracia especial, pues fue entrar en la mentalidad y la fe de Jesús y esto me invita a una vivencia más profunda de mi fe cristiana”.

“… Me dió fuerzas para seguir jugándomela por el mundo unido”.

“Nunca había conocido una comunidadjudía y me había creado un estereotipo del judío. Pero esa noche cambió mi forma de verlos y entenderlos, rompí todos mis esquemas, todas mis ideas…Ahora me llevo una semilla la cual quiero estar regando con un poco más de conocimiento… ¡Gracias!”

FOTOS (gentileza de Guillermo Curti)