La dinámica del amor puesta en práctica

 
“Dar y recibir” se vivieron en la Mariápolis de Rosario y alrededores.

“…en estos días, la reciprocidad se hizo realidad y vida en los más de 300 corazones… ahora volvemos para ser sus discípulos”.

Así se expresaba un participante de la Mariápolis que se desarrolló del 20 al 22 de junio para la región de Rosario con el título: “la dinámica del amor: dar y recibir”

320 participantes en esta Mariápolis alegre, juvenil, simple, profunda, divertida… Una verdadera fiesta de familia.

“Ya desde la preparación -cuenta Judith, del focolar femenino de Rosario-, se involucraron comunidades enteras, que dieron lo mejor de sí para que cada particular sea una oportunidad de vivir el lema de la Mariápolis.”

“Es cierto que hacer una Mariápolis en la ciudadela -agrega Claudio, del focolar masculino de Rosario-, nos ofrece un marco, donde cualquier particular habla de amor recíproco, pero este año el programa pensado con el aporte de muchos y conducido por los jóvenes marcó un giro importante a cómo se venía haciendo.”

“El programa se fue armando con mucha dedicación para hacer de la Mariápolis un verdadero laboratorio de fraternidad, invitando a generarla desde lo particular, por ejemplo entre sus coetáneos, para después abrirse a todos. El cima de familia y la dinámica en la sala permitía que hasta los niños se sintieran cómodos.”

“En la sala -continúa Judith-, las experiencias del ir al encuentro “de las periferias” en distintos rostros de nuestra sociedad generando relaciones de reciprocidad hicieron visible el amor concreto que la Iglesia nos pide hoy. Momentos muy profundos de diálogo, en los que se ponían en evidencia situaciones de dolor que podían ser aliviadas. Cada participante partió con el compromiso de dar el primer paso en el amor hacia esa persona con la que tiene más dificultad amándola con la medida que invita a la reciprocidad.”

“En la conclusión -afirma Claudio-, “el dinamismo del amor” hizo de todos -ancianos, adultos, jóvenes, niños- un solo corazón: la invitación a hacer circular los agradecimientos de unos hacia los otros se manifestó en un centenar de papelitos con mensajes en una vuelta de reciprocidad que creó en la sala un clima de Cielo.”

ALGUNAS FOTOS (Gentileza de Maru, Pepe y Pini)

 

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