Colegio Josefa María Rosello, Rosario (Santa Fe)

 

Del 20 al 21 de noviembre nos visitaron los chicos de 4° año de Rosario. Además de la ya tradicional presentación de la Mariápolis y visita guiada a los talleres de trabajo, los profesores habían sugerido realizar un panel en el que se pudieran dar a  conocer las distintas vocaciones. Una tarde, un matrimonio, un sacerdote, un focolarino y dos gen (jóvenes del Movimiento de los Focolares) compartieron con los chicos sus vivencias, dificultades, sueños. Fue un momento de reflexión en el cual  la participación fue creciendo con el transcurso de los relatos. ¿Cómo descubriste que el matrimonio era tu camino? ¿cómo hacen en los momentos de dificultad? ¿no te enamoraste de otra persona durante tu matrimonio? fueron  algunas de las  preguntas  que guiaron el intercambio. Al finalizar agradecían la posibilidad de comprobar que es posible también hoy seguir respondiendo con fidelidad al llamado de Dios. Uno de ellos decía.“Gracias por ayudarnos a crecer como personas y enseñarnos la Regla de Oro”.
Los chicos eran de dos divisiones. Entre ellos – según sus dichos- estaban un poco divididos. El fogón fue la ocasión para unirse como grupo. La invitación fue la de buscar a aquel compañero con el que menos onda se tenía y como gesto de amistad darle un abrazo. Fue un momento profundo, emotivo e importante. “Me gustó que pudimos unirnos más como grupo. Me ayudó a recomenzar y no ser un curso dividido”.  Al finalizar todos sentían la alegría por  haber descubierto que es posible vivir de otro modo. “Para mi la Mariápolis fue maravilloso. Me siento feliz. Dejé mi sufrimiento, mi dolor y ahora puedo sonreír” fueron las palabras de Manuel al despedirse.