Colegio Santa Isabel de Hungría de Rosario

 

“Pensando en que nadie se quedara sin hacer este soñado viaje, los chicos del Colegio Santa Isabel de Hungría comenzaron a trabajar para juntar el dinero, sorprendiendo a los profesores con su empuje, su constancia y decisión. De este modo comenzamos a vivir anticipadamente el espíritu de la Mariápolis”, nos escribe la profesora Adriana Bordagaray coordinadora del grupo.

Así llegaron a la Mariápolis, con el deseo de formar parte enseguida de la propuesta de la Ciudadela: vivir las veinticuatro horas la “Regla de Oro” que reza: “Haz a los demás lo que te gustaría que te hagan a vos” y “No le hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a vos”.

Con este espíritu participaron de la presentación de la Mariápolis, las visitas guiadas y la recreación. La propuesta de los jóvenes de la Mariápolis fue probar que la felicidad se encuentra cuando nos donamos. Y así fue. Pequeños gestos, pequeñas acciones, grandes alegrías, grandes descubrimientos, alegría compartida. Al despedirse la tristeza del adiós, pero a la vez el compromiso de seguir construyendo un mundo mejor allí donde cada uno se encuentra.

Agradecemos las palabras que nos dejaron los chicos y los docentes: “En nosotros sólo cabe un GRACIAS ENORME, por cada donación, cada gesto, cada renunciamiento hecho para que este anuncio fuera posible, un anuncio que se hizo A GRITOS, con tanta claridad y con tanta alegría”.

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