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“Acabo de encontrar a Emmaus personalmente: no me parecía que estaba hablando con la presidente, tanta es su simplicidad y naturalidad. ¡Pero cuánta sabiduría! No estoy sola, puedo superar las dificultades también con ella, que está a mi lado”. Quien habla es una joven focolarina rusa, ordotoxa. Y prosigue, sonriendo: “La aventura con el ideal de la unidad es exaltante. Gracias a él descubro cada vez más la belleza de lo que ofrece la tradición de mi Iglesia ortodoxa. Este ideal está hecho precisamente para nosotros. Al punto que, al principio, cuando conocí a Chiara y leí sus libros, ¡estaba segura de que también ella era ortodoxa!”.
La última jornada de Emmaus en Faro empieza con algunos coloquios personales, para proseguir con un intenso momento con los gen.

“Hemos dejando nuestras familias para venir aquí, pero valía la pena. Encontrarse por una semana con 55 hermanos de países diversos es una experiencia muy fuerte” (un gen húngaro). Los jóvenes acogen a Emmaus a su modo, con canciones, alegría y aplausos interminables. “Lo que está sucediendo aquí, lo que percibo en estos días, puede cambiar mi vida futura. Es algo fantástico” (un gen español).
Emmaus aprovecha la ocasión, rebatiendo: “No se preocupen de captar o entender todo. Basta que les quede en el alma un sólo concepto de estos días para cambiarles la vida”. Y prosigue: “También yo siento que tengo en ustedes 55 hermanos, porque compartimos el ideal de invadir el mundo con el amor. Es una alegría estar aquí y formar parte con ustedes de este pueblo bienaventurado, como dice la Escritura, porque pertenece a Dios”.  Giancarlo augura a los gen “que experimenten un amor tan grande que no tenga confines”.
Cuando los saluda, Emmaus se disculpa porque, como no puede llevar una maleta demasiado pesada, se vio obligada a dejarles todos los chocolates y dulces que llegaron en estos días…

Al final de la jornada, Micia y Florijan acompañan a Emmaus y a Giancarlo
a visitar los varios edificios y ambientes que constituyen la ciudadela, cada uno con el nombre que Chiara les dio durante su última visita en 1999: el focolar del Centro Mariápolis, las casas de las familias y la oficina de prensa donde se prepara todos los meses Novi Svijet (Ciudad Nueva croata) y la editorial, los alojamientos para los huéspedes y las oficinas, pero también las veredas, el huerto, la plaza de futbolito, las flores y los prados, la gran sala de reuniones con 6 cabinas de traducción simultánea.

Hasta la vista Mariápolis Faro.

¡Bok! (chao en idioma croata).

Giuglio Meazzini

Otras imagienes de la visita a la Mariápolisi Faro:

Galería fotográfica

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