Movimiento de los Focolares
Diálogo ecuménico, efecto de la Palabra vivida

Diálogo ecuménico, efecto de la Palabra vivida

Participantes en el 50° Congreso Eucarístico Internacional (C) CSC Audiovisivi

Las expectativas sobre estos días son muchas, pero quizás no se esperaba que la primera jornada del congreso tuviese un timbre tan claramente ecuménico. Y en cambio es una de las características más interesantes de este 50° Congreso Eucarístico Internacional (Dublín 10-17 de junio), promovido por la Iglesia católica, pero que –precisamente por su tema principal, la comunión- señala una apertura al diálogo vital entre bautizados.

Ya en los días anteriores, durante el Simposio teológico (Maynooth, 6-9 de junio), el diálogo ecuménico había entrado en juego por primera vez en un contexto similar. Hablaron exponentes de varias iglesias, entre los cuales el Metropolita Emmanuel (Adamakis) de Francia, presidente de la Conferencia Europea de las Iglesias, y el Cardenal Koch, presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, quien intervino precisamente sobre la visión ecuménica de la relación entre la Eucaristía y la comunión eclesial.

Es en este contexto que se injertó la interventión de María Voce una de las relatoras de la manifestación. La precedió el prior de Taizé, Frère Alois, quien –recordando la historia de Frère Roger Schutz, fundador de la Comunidad- subrayó que “la pasión que llena sus corazones” es precisamente trabajar incesantemente por “la unidad del Cuerpo de Cristo”. Después de ella en cambio el reverendo Jackson, arzobispo anglicano de Dublín recordó el bautismo común a través del la liturgia de la Palabra y del agua.

Las palabras de María Voce sobre el tema de la “Comunión en un sólo bautismo” fueron de testimonio, a partir de su experiencia del Evangelio, cuando siendo una joven estudiante de Derecho, queda fascinada por otros jóvenes que habían encontrado su plena realización viviendo las Palabras de Jesús. Es la experiencia iniciada por Chiara Lubich en 1943, que ha involucrado a millones de personas en todo el mundo, mediante el redescubrimiento del encanto de esas palabras. María Voce cita a Lutero: “Tenemos que estar seguros que al alma le puede faltar cualquier cosa menos la Palabra de Dios” Una Palabra que se transforma en vida, que da testimonio.

En su experiencia personal la Presidente de los Focolares, quien vivió 10 años en Turquía, un país donde a pesar de que no había signos externos del cristianismo, pudo “experimentar la belleza de la familia que Jesús vino a componer en la tierra”. En los 70 años de vida de los Focolares se ha experiementado que esta espiritualidad típicamente comunitaria y ecuménica une a quien la vive, al punto de sentirse una sólo pueblo cristiano. Es el diálogo de la vida: “No bastan las conclusiones y las posiciones, incluso de avanzada,  asumidas por algunos teólogos, si después no hay un pueblo preparado –afirmó todavía María Voce, hasta osar afirmar que: “Unidos por esta espiritualidad, queremos ser levadura entre todas las Iglesias y contribuir a acelerar su camino hacia la plena comunión, también visible, también eucarística”.

También el cardenal Ouellet – enviado por Benedicto XVI como su representante para este congreso- afirmó que el futuro de la misión de la Iglesia para a través de su testimonio de unidad y su diálogo con toda la humanidad.  Mons. Diarmuid Martin, arzobispo de Dubñin y presidente del Congreso, dirigió un pensamiento a los jóvenes irlandeses, agregando que “la Iglesia en Irlanda avanza por el camino de la renovación”.

La jornada ecuménica del 11 de junio prosiguió con una serie de talleres, entre estos: “El diálogo de la vida en una nueva fase del ecumenismo”. Conducido por Renate Komorek, del Movimiento de los Focolares y contó con varios invitados: la Rev. Bronwen Carling, anglicana, dos directores de Irlanda del Norte, uno de una escuela protestante y otro de una escuela católica, que hicieron un largo camino juntos, miembros del Arche, de Corrymeela y de la comunidad carismática.

Daba vueltas por los stand de la Royal Dublin Society, entre los 20.000 participantes de esta jornada la reflexión sobre el “elemento fundamental” que nos une, para usar las palabras de María Voce: “El amor recíproco vivido, que permite la presencia de Jesús entre los cristianos unidos en su nombre.   Jesús entre un católico y un anglicano, entre una armenia y una reformada… De esta forma en cierto modo la Iglesia sobrepasa las fronteras de los edificios de culto, en la plena comunión con todos, y se acerca a la humanidad de hoy para responder a todas las exigencias y cuestionamientos con esas respuestas que sólo el Evangelio puede ofrecer”.

Maria Chiara De Lorenzo


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