Movimiento de los Focolares
Gen3 de Rumania: Dios tiene un plan sobre nosotros

Gen3 de Rumania: Dios tiene un plan sobre nosotros

IMG-20161229-WA0000-1024x768AcompaƱados por algunos de sus asistentes, 13 gen3 se dirigen hacia el congreso que los espera en la ciudadela Faro de los Focolares, en Krizevci, norte de Croacia. Durante el viaje se respira una atmósfera de gran serenidad y expectativa. El tema del congreso, ya lo saben, serĆ” comprometedor y desafiante: JesĆŗs Abandonado. Se hablarĆ” del dolor, del sufrimiento, de la clave para saberlo leer y vivir, en un mundo de jóvenes que busca sólo bienestar y falsas felicidades. El viaje es largo, de Rumania el bus entra a HungrĆ­a. Al atardecer, algunos de los chicos se quedan dormidos. De golpe se oye un fuerte sonido de claxon y, en medio de una espesa neblina, aparece la imagen frontal de un enorme camión antes del espantoso impacto entre los dos vehĆ­culos. Teia, Adelin, Delia, Eve, Bea, Iulian y todos los demĆ”s chicos estĆ”n vivos. Pero el shock es grande. ā€œEl primer auto que se detuvo en seguida despuĆ©s del accidente – cuenta Rozi, un asistente – era el de los primeros auxilios. Acababa de terminar su turno y estaba volviendo a la base. ĀæCómo no leer en esto un signo del amor de Dios? Los policĆ­as se portaron sĆŗper con nosotros: nos acogieron en la sala mĆ”s grande de su cuartel hasta que llegó otra buseta para recogernos. DecĆ­an que difĆ­cilmente se sale vivos de choques de este tipo… luego nos brindaron pizza y dulcesĀ». Una vez llegados al hospital, los chicos son separados en las distintas unidades. Bea: ā€œEn ese momento nos sentimos perdidos, no entendĆ­amos el hĆŗngaro, estĆ”bamos asustados y solos, no comprendĆ­amos lo que estaba pasando y cómo tenĆ­amos que contestar a lo que nos preguntaban los mĆ©dicos. Cada uno de nosotros, aislado de los demĆ”s, estaba solo, como JesĆŗs Abandonado. Fue como encontrarlo y vivirloā€. Eve: ā€œMĆ”s tarde llegaron unas personas para ayudarnos a traducir. Una focolarina de Rumania hubiera tenido que llegar a HungrĆ­a el dĆ­a anterior, pero habĆ­a perdido el bus. Cuando supo del accidente, estaba cerca de la ciudad en la que nos encontrĆ”bamos. El chofer propuso a los demĆ”s pasajeros que no hicieran otras paradas para llevarla directamente al hospital y asĆ­ permitirle ayudarnos lo mĆ”s pronto posible. Ella nos dijo que ahĆ­ entendió por quĆ© habĆ­a perdido el bus el dĆ­a anteriorā€. IMG-20161229-WA0001-1024x768Rozi: ā€œLos mĆ©dicos nos dijeron que tenĆ­amos que quedar en el hospital para hacer mĆ”s exĆ”menes. EmpecĆ© a llamar a los padres de los chicos. Muchos de ellos se encontraban a 15 horas de distancia del hospital. AdemĆ”s los gen 3 seguĆ­an pidiĆ©ndome que retomĆ”ramos el viaje hacia el congreso. Al final logramos obtener el permiso de dejar el hospital, con la firma de los padres, y sin tener que afrontar ningĆŗn gastoā€. Delia: ā€œA ese punto tenĆ­amos dudas con respecto a la continuación de nuestro viaje, pero entendimos que todas las cosas preciosas tienen un costoā€. Algunos dĆ­as despuĆ©s, siete chicos, en representación del grupo, llegan a la ciudadela Faro. La experiencia de dolor y miedo, pero tambiĆ©n de intensa unidad vivida entre ellos, muestra cómo el tema tratado en el congreso, ya se ha transformado en realidad para ellos. Cuenta Iulian: ā€œEl accidente nos hizo entender que vale la pena abandonarse totalmente en las manos de Dios, cualquier cosa nos pase en la vida. Ā”JesĆŗs Abandonado nos une de una manera increĆ­ble! Nos quedamos con vida porque Dios tiene un plan sobre nosotros: nos espera una aventura divinaā€. Por Chiara Favotti