Movimiento de los Focolares
Generación Hambre Cero

Generación Hambre Cero

2017HM-Albania_2Son diecisiete los objetivos para desarrollo sustentable para alcanzar antes del 2030, que están contenidos en la Agenda aprobada por los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas. El segundo, “Hambre Cero”, es el objetivo central de un acuerdo firmado ya en el 2012 durante una Conferencia de las Naciones Unidas en Rio de Janeiro, apunta a liberar al mundo del hambre. Los chicos y jóvenes del Movimiento de los Focolares decidieron alinearse con la FAO, respondiendo a un pedido de colaboración enviado por la Agencia de la ONU para sensibilizar sobre el tema a las generaciones, que se espera, podrán ver que el hambre en el mundo fue exterminado. Desde hace más de una década, el hambre en el mundo se está incrementando. Lo expresa el último Reporte anual de las Naciones Unidas sobre la seguridad alimenticia y la nutrición en el mundo (2017). En 2016, casi 815 millones de personas (38 millones de personas más con respecto al año anterior), es decir, el 11% de la población mundial, no está suficientemente alimentada. Casi 155 millones de niños con edades inferiores a los cinco años están sub-desarrollados (son demasiado bajitos para su edad), mientras que 52 millones sufren debilidad crónica, lo que significa que su peso no es el adecuado con respecto a su altura. 2017HM_Serbia (152)Contemporáneamente, por la falta de alimentos sanos, 600 millones de personas (de los cuales 41 millones son niños) sufren de obesidad, otra cara de la mala nutrición.  El Reporte señala que los conflictos, que son la causa principal de las emigraciones, y los cambios climáticos, son algunos de los factores clave de la agudización del hambre y de las muchas formas de mala nutrición. Liberar al mundo del hambre exige que se tomen decisiones y medidas urgentes para actuar en todos los niveles de la sociedad, desde la gestión de los recursos naturales a la promoción de estilos de vida sustentables, desde los consumos al cambio de ruta de las políticas internacionales. Pero antes que nada, exige una fuerte sensibilización y un cambio en las relaciones personales. Es éste el mensaje que desde finales del año pasado los Chicos por la Unidad y los Jóvenes por un Mundo Unido de los Focolares están difundiendo, con la propuesta de algunas acciones a recorrer a nivel planetario. Entre éstas: la necesidad de estudiar y de tomar conciencia de las raíces y causas del problema; observar y chequear la situación de la propia ciudad e involucrar al mayor número de chicos, jóvenes y asociaciones. Y todavía más: ellos quieren comunicar y poner en red, a través de los medios sociales, con fotos y videos, las propias experiencias y los compromisos que asumen a favor de los más pobres, ya sea en su propia región o ciudad, para así vivir un estilo de vida sobrio, por el diálogo y la paz, la ecología, la acogida a los emigrantes, con una atención hacia su localidad y juntos en una sensibilidad global. Y finalmente, hacen la propuesta de celebrar, con variadas iniciativas, la Jornada Mundial que las Naciones Unidas dedican al tema de la alimentación (16 de octubre). TEENS_COVER_2018_02#ZeroHunger es ahora una sección fija de “Teens”, la revista para adolescentes que publica Cittá Nuova, (en colaboración con AFN osfl, AMU osfl, New Humanity), que en el próximo número de marzo-abril de 2018 estará completamente dedicada a este tema. «Qué emoción para nuestra delegación – escriben los jóvenes de la redacción- entrar en la sede de la FAO de Roma. Comenzamos enseguida de modo que nuestra generación sea realmente la primera #GenerazioneFameZero (#GeneraciónHambreCero). Teens seguirá esta apasionante acción mundial» El calendario de estas acciones tiene previsto para el mes de abril, la publicación en las redes sociales “La Carta de Compromiso de los Chicos por la Unidad”, que fue redactada por ellos mismos, integrando a 11 países del mundo, en la que se leen las modalidades para trabajar concretamente en los diversos contextos a fin de exterminar el hambre. En mayo, las tradicionales manifestaciones de la “Semana por el Mundo Unido” y “Run4Unity”, estarán dedicadas totalmente a este tema. En junio, un grupo de 600 niñas y jóvenes (de 9 a 12 años), que asisten a un Congreso Internacional del Movimiento de los Focolares, serán recibidas por la FAO durante una mañana completa ocasión en la que  compartirán los temas del objetivo. Finalmente, en el mes de julio, dentro del programa “United World Project” del Genfest 2018, habrá un Foro sobre el tema #GenerazioneFameZero con la participación de un representante de la FAO. Chiara Favotti

Palabra de vida – Marzo 2018

El rey y profeta David, autor de este salmo, está agobiado por la angustia y la pobreza y se siente en peligro frente a sus enemigos. Querría encontrar un camino para salir de esta situación dolorosa, pero siente su impotencia. Entonces eleva sus ojos hacia el Dios de Israel, que desde siempre ha protegido a su pueblo, y lo invoca con esperanza para que acuda en su ayuda. La Palabra de vida de este mes subraya en particular su petición de conocer los caminos y las sendas del Señor, como luz para nuestras propias decisiones, sobre todo en los momentos difíciles. «Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas». También a nosotros nos sucede que tenemos que tomar decisiones en la vida que afectan a la conciencia y a toda nuestra persona; a veces tenemos muchos posibles caminos ante nosotros y no estamos seguros de cuál es el mejor; otras veces nos parece que no hay ninguno… Buscar un camino por el que avanzar es profundamente humano, y a veces necesitamos pedirle ayuda a alguien a quien consideramos amigo. La fe cristiana nos lleva a entrar en la amistad con Dios: Él es el Padre que nos conoce íntimamente y que gusta de acompañarnos en nuestro camino. Todos los días Él nos invita a cada uno de nosotros a emprender libremente una aventura teniendo como brújula el amor desinteresado por Él y por todos sus hijos. Los caminos y sendas son también ocasiones de conocer a otros viajeros, de descubrir nuevas metas que compartir. El cristiano nunca es una persona aislada, sino que forma parte de un pueblo en camino hacia el designio de Dios Padre sobre la humanidad, que Jesús nos reveló con sus palabras y con toda su vida: la fraternidad universal, la civilización de la unidad. «Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas». Y los caminos del Señor son audaces, a veces parecen llevarnos al límite de nuestras posibilidades, como puentes colgantes entre paredes de roca. Estos caminos desafían hábitos egoístas, prejuicios, la falsa humildad, y nos abren horizontes de diálogo, encuentro y compromiso por el bien común. Sobre todo nos reclaman un amor siempre nuevo, arraigado en la roca del amor y de la fidelidad de Dios para con nosotros y capaz de llegar hasta el perdón. Es la condición irrenunciable para entablar relaciones de justicia y de paz entre personas y entre pueblos. También el testimonio de un gesto de amor sencillo pero auténtico puede iluminar el camino en el corazón de los demás. En Nigeria, durante un encuentro en el que jóvenes y adultos podían compartir sus experiencias de amor evangélico, una niña, Maya, contó: «Ayer, mientras estábamos jugando, un niño me empujó y me caí. Me dijo “perdón” y le perdoné». Estas palabras abrieron el corazón de un hombre cuyo padre había sido asesinado por Boko Haram: «Miré a Maya. Si ella, que es una niña, puede perdonar, significa que también yo puedo hacer lo mismo». «Muéstrame tus caminos, Yahvé, enséñame tus sendas» Si queremos encomendarnos a un guía de confianza en nuestro camino, recordemos que el propio Jesús dijo de sí mismo: «Yo soy el camino…» (Jn 14, 6). Dirigiéndose a los jóvenes en Santiago de Compostela en la Jornada Mundial de la Juventud de 1989, Chiara Lubich los animó con estas palabras: «[…] Al definirse a sí mismo como “el Camino”, quiso decir que debemos caminar como Él caminó […]. Se puede decir que el camino que recorrió Jesús tiene un nombre: amor […] El amor que Jesús vivió y llevó es un amor especial y único. […] Es el mismo amor que arde en Dios. […] Pero ¿a quién amar? Ciertamente, amar a Dios es nuestro primer deber. Y luego: amar a cada prójimo. […] »De la mañana a la noche, cada relación con los demás hay que vivirla con este amor. En casa, en la universidad, en el trabajo, en los campos de deporte, en vacaciones, en la iglesia o por la calle, debemos aprovechar las distintas ocasiones para amar a los demás como a nosotros mismos, viendo a Jesús en ellos, sin descuidar a nadie; es más, siendo los primeros en amar a todos. […] Entrar lo más profundamente posible en el ánimo del otro; comprender de verdad sus problemas, sus exigencias, sus tropiezos y también sus alegrías, para poder compartir con ellos todo. […] Hacerse, en cierto modo, el otro. Como Jesús, el cual, siendo Dios, por amor se hizo hombre como nosotros. Así el prójimo se siente comprendido y aliviado, porque hay alguien que lleva con él sus pesos, sus penas, y comparte sus pequeñas alegrías. »“Vivir el otro”, “vivir los otros”: este es un gran ideal, es superlativo […]». Letizia Magri