
Beatriz Lauenroth
En ese primer tramo de camino se realizaron dos grandes manifestaciones de “Juntos por Europa”, el 2004 y 2007, Stuttgart; más adelante, en el 2012 en 152 ciudades contemporáneamente, con un eje central en Bruselas; en el 2016 “Juntos por Europa” se realizó en Múnich, en Alemania, con 36 mesas redondas y foros para compartir experiencias, buenas prácticas y perspectivas referidas a Europa. En noviembre de 2017, el encuentro de los amigos de Juntos por Europa tuvo lugar en Viena, ciudad-puente entre el Este y el Oeste.
En estos días, libre convergencia de Movimientos y comunidades cristianas se volvió a encontrar en Praga, en ocasión del aniversario del comienzo de la conocida “Revolución de terciopelo”, la revolución no violenta, que en 1989, dio vuelta al régimen comunista checoslovaco: «Es una coincidencia que interpela fuertemente a los amigos de Juntos por Europa, para renovar nuestro común compromiso, el de llevar a la cultura post-secular, el espíritu del humanismo cristiano, ofreciendo así nuestra contribución en dar vida y forma a una Europa más unida». Más allá de los miedos y de los prejuicios, se quiere testimoniar que el camino hacia una Europa “casa de las naciones y familia de pueblos” no es una utopía.
El convenio de Praga se abrió con la intervención del Teólogo-Filósofo checo Tomás Halik (Premio Templeton 2014), amigo personal de Vaclav Havel, primer presidente de la recién constituida República Checa, desde 1993 al 2003, de Jaroslav Šebek, miembro del Instituto Histórico de la Academia de Ciencias de la República Checa, y de Pavel Fischer, Senador checo. Los responsables y los representantes de diversos Movimientos, Comunidades y Asociaciones intervinieron para recordar juntos otra Europa, la de las grandes esperanzas y promesas que surgen del rico patrimonio de una multiplicidad étnica, social, cultural, que tiende a la comunión y al diálogo. El acontecimiento de Praga se convirtió en una etapa importante en la historia de Juntos por Europa, que continúa comprometida por una Europa más unida y más fraterna. «Se habla a menudo – concluye Beatriz – de los Padres Fundadores de Europa, Schuman, De Gasperi y Adenauer. Los jóvenes nos dicen: déjennos trabajar con ustedes, así la Europa de los padres se convertirá también en la Europa de los hijos y de las hijas». Fuente: UnitedWorldProject.




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