En La Colmena, Paraguay, Alejo, de la comunidad de los Focolares, transmite la pasión por el ideal de la fraternidad, a través de la música. «Japay, en idioma guaraní, significa “¡despierta!”» nos explica Alejo Rolón. La Colmena, en donde trabaja como profesor de música en un prestigioso colegio, es una ciudad del Departamento de Paraguarí, a 130 km de Asunción, capital del Paraguay, exactamente en el corazón de América Latina. Hace algunos años dio vida a una interesantísima experiencia con más de cien jóvenes a quienes hace participar en una serie de conciertos pop. Del escenario, el mensaje que vuela en las notas musicales es una invitación a construir una sociedad más fraterna y solidaria. El guaraní es una lengua de antiquísimo origen, hablada sobre todo en Paraguay, y reconocida en 2011 como lengua oficial, junto con el castellano, como conclusión de un proceso legislativo muy complejo, que duró décadas. «Japay, “¡despierta!”, es para mí una palabra símbolo, que indica la actitud que tendríamos que tener respecto de la vida. Mi objetivo es el que todos seamos más conscientes, en primer lugar a los jóvenes, de que debemos despertarnos y tomar la iniciativa, porque el cambio que queremos ver en nuestra ciudad y en la sociedad empieza por nosotros. Toda iniciativa, aun pequeña, en esa dirección puede ser la base de un nuevo modo de vivir. Ése es el desafío de Japay». En un momento extremadamente delicado para este país sudamericano, que se encuentra frente a la necesidad de un cambio sustancial para combatir la corrupción desenfrenada, la criminalidad, la pobreza endémica, la desigualdad social, la crisis económica, ¿qué es lo que propone concretamente Alejo con sus canciones? Nos lo explica él mismo: «Nostra filosofía es la siguiente: tenemos que cambiar nuestra mentalidad. Por ejemplo, en los textos que cantamos proponemos vivir honestarmente, en lugar de robar o practicar la corrupción, una llaga muy difundida; poner en práctica una ciudadanía activa, en lugar del arte de arreglárselas, cada uno por su cuenta; abandonar la mentalidad resignada del “siempre ha sido así” e ir a los orígenes de nuestra cultura salvando su parte mejor: la iniciativa e ingenio, la creatividad, la generosidad para con quien vive a nuestro lado, el coraje de afrontar los límites, la capacidad de convivir en armonía entre personas distintas. El nuestro es realmente, como dice la Constitución del Paraguay, “un país multicultural y bilingüe”, rico en tradiciones y valores. Pero hay problemas y heridas profundas, incluso muy recientes. Trabajamos sobre el potencial de las personas, apoyándonos en sus sentimientos más verdaderos». Alejo transmite con la música lo que recibió a su vez del carisma de la unidad: «Japay para mí – explica – tiene también otro significado: JA (Jesús Abandonado) y PAY (Paraguay). En los problemas de mi gente y de la sociedad reconozco un rostro sufriente de Jesús en la cruz: por él he hecho nacer esta experiencia. Y no sabemos adónde nos conducirá».
Chiara Favotti
Ver también http://japayparaguay.org/ e https://www.youtube.com/watch?v=wqByefcq1Yc
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