La imagen de la Iglesia que el próximo Sínodo está llamado a presentar con sus elecciones pastorales es la de “una Madre empeñada en generar, acompañar y sostener a todos los hijos de Dios, sin excluir a nadie”. Lo subrayó el arzobispo Bruno Forte, secretario especial del próximo Sínodo extraordinario sobre la familia, que se realiza por iniciativa del Papa Francisco, Mons. Forte en rueda de prensa presentó el Instrumentum laboris de la asamblea sinodal del próximo octubre, que estará dedicado al tema “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”. “La familia se ha convertido en el símbolo de las dificultades, de los sufrimientos de la sociedad” –comenta Anna Friso, responsable junto con su esposo Alberto, de la realidad de “Familias Nuevas”, del Movimiento de los Focolares. “Por lo tanto saber que la Iglesia tiene esta actitud de acogida y de cercanía –prosigue– es realmente magnífico”. El documento es el resultado de una encuesta que incluye un cuestionario de 39 preguntas, que fue difundido en noviembre pasado, y que tuvo un recibimiento muy positivo y una amplia respuesta. “Creo que fue la idea correcta. Empezar por la gente, partir del dato concreto de cómo se vive”, prosigue Anna Friso. “Esta atención a situaciones tan complejas y diversas de tantas familias en dificultad –prosigue Alberto- significa valorar estos sufrimientos para encontrar una luz. El sufrimiento es un valor, un coeficiente importantísimo. Si la Iglesia entiende a las familias, encontraremos recursos interiores para encontrar un camino de reconciliación”.

Alberto y Anna Friso
“
Es sin duda una apertura del corazón y del alma de la Iglesia a la acogida”, comenta Alberto Friso.
“Pero no es sólo un modo para iluminar las situaciones difíciles, sino también para iluminar todo el contexto general de la familia, porque ella nace precisamente del amor de Dios por la humanidad y en este amor encuentra su sentido”. Gran parte del documento está dedicado a situaciones pastorales difíciles como la
convivencia, las uniones de hecho, las separaciones, los divorcios o las uniones entre personas del mismo sexo.
“Tenemos que entender –comenta Anna Friso-
que la verdadera cuestión no es quitar la paja del ojo del otro, sino ayudarlo a crecer en la conciencia de que Dios nos ama inmensamente a todos. Es un anuncio dirigido a todos, no sólo a quien está en situaciones irregulares”. “
No está en discusión la doctrina de la Iglesia”, aclaró en la rueda de prensa Mons. Forte, sino su aplicación, su propuesta, el acompañamiento de su recepción y práctica.
“En la doctrina de la Iglesia hay una verdad que es bella. Es alegría, posibilidad de realización. En el fondo nadie quiere un amor “desechable” o considera a los hijos algo opcional”, comenta Anna Friso.
“La Iglesia nos habla precisamente de aquello que ya está escrito en nuestro corazón. Pero hay que presentarlo sobre todo con el testimonio”. “Nuestra esperanza es que el Sínodo aumente la conciencia de todas las familias, no sólo de las cristianas”, concluye Alberto Friso.
“Yo creo que la Iglesia está realizando un acto de amor histórico. En un momento en el que domina el individualismo, es un gran mensaje de confianza y de esperanza no sólo para la antropología cristiana”. Fuente:
it.radiovaticana.va/news
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