Movimiento de los Focolares

Palmira Frizzera: Dios como ideal

Mar 28, 2015

Entrevista de la Radio Vaticana a Palmira Frizzera, una de las primeras compañeras de Chiara Lubich, en ocasión del 7º aniversario de su fallecimiento. “Habíamos elegido a Dios como el ideal de nuestra vida”.

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Palmira con Chiara Lubich

«Llevar el amor de Dios a todas partes, según el mandamiento de Jesús de amarse uno al otro». Éste era el ideal de Chiara Lubich, que sigue atrayendo a centenares de personas en todo el mundo. Hoy, en el séptimo aniversario del fallecimiento de la fundadora del Movimiento de los Focolares, que fue recordado en todo el mundo y pocos días después de la apertura de su proceso de Beatificación y Canonización. Entrevistamos a Palmira Frizzera, quien la conoció en 1945, e impresionada por el ideal de la “fraternidad Universal”, decidió seguirla. He aquí su testimonio:

«El concepto de la fraternidad universal es precisamente lo que encontré cuando entré al primer focolar, hace casi 70 años: nosotros éramos como hermanas con Chiara pero con un “Maestro”, una guía, que era Jesús en medio nuestro. Jesús que vive donde dos o más están unidos en Su nombre»

¿Con qué objetivo fueron adelante juntas durante tantos años?

«Fuimos adelante sin pensar en nada… Habíamos elegido a Dios como ideal de nuestra vida. Lo queríamos amar, conscientes de que podíamos también morirnos de un momento al otro por causa de los bombardeos. Por lo tanto, tratamos de vivir el Mandamiento de Jesús, el amor recíproco, hasta llegar a la unidad entre nosotros. Lo que yo sentí en mi encuentro con Chiara – y es general en todas sus primeras compañeras- es que había una luz y una novedad…, -en aquella época no la llamábamos “carisma”- que ¡nos generó a una vida totalmente nueva!».

Entonces, ¿fue el amor evangélico entre ustedes, encarnado y comunicado a los demás, lo que generó más adelante todo el Movimiento?

«Chiara ¡nunca pensó en fundar algo! Ahora se dice que Chiara es la fundadora del Movimiento de los Focolares que llegó a todo el mundo. Sin embargo, yo nunca la sentí como una persona que fundaba algo, sino como una persona que daba vida a algo nuevo. Chiara nos decía: “Pero nosotros no queremos fundar nada. Nosotros queremos fundar a Dios en las almas con el amor, llevar el amor a todos lados”. Llevar el mensaje que Jesús nos dejó: “Les doy un mandamiento nuevo, que se amen los unos a los otros como yo los he amado”. Esto es lo que llevó a la fraternidad universal».

A partir de enero de este año, Chiara fue declarada Sierva de Dios y comenzó un proceso de Beatificación y Canonización. ¿Qué efecto le produce?

«Siento que Chiara no pertenece sólo a la Iglesia católica: Chiara es también de las otras Iglesias, de las otras religiones, debido a los diálogos abiertos desde los primerísimos tiempos, también con personas que no profesaban ningún credo religioso. Bajo este aspecto, no me gusta restringirla sólo a la Iglesia católica, pero comprendo que esta Beatificación es un gran don para la Iglesia y para todos nosotros»

Las nuevas generaciones que Ud encuentra y que forma, ¿por qué se sienten atraídas por Chiara y por su espiritualidad, después de tanto tiempo y sin haberla conocido?

«Chiara se fue, pero su luz quedó, su carisma permanece. Y es detrás de esto que corren los jóvenes, no detrás de las personas».

Este séptimo aniversario tiene el sello de la política y de cómo la espiritualidad de Chiara se puede vivir en política. En este ámbito, ¿qué nos puede enseñar?

«Nos puede enseñar el arte de amar, de comprender, de escuchar…. Y éste es un punto de unidad con todos: si no se hace así, como alternativa existe sólo la violencia y la guerra».

Fuente: Radio Vaticana

 

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