Movimiento de los Focolares

Evangelio vivido. Dos historias entrelazadas

May 2, 2015

Dos jóvenes recorren la misma ruta para descubrir la fraternidad como estilo de vida. Flashes que pueden ayudarnos a vivir la Palabra de vida de este mes.

20150502-aEn camino « Soy camionero y recorro siempre, más o menos, las mismas carreteras. Todos los días, por lo tanto, veo una multitud de personas. Hay quien cruza la calle cuando no puede, quien toca la bocina porque me he demorado un segundo en el semáforo, quien me obliga a una frenada brusca… Menos mal que de vez en cuando logro acordarme que cada uno de ellos es mi hermano y entonces hasta el tráfico más caótico se vuelve menos complicado. Un día hacía mucho calor. En mi trayecto, observo que un indigente, a quien había visto muchas veces, estaba tirado en el andén, como desmayado. Ese era su rincón de la calle; ese cartón era su casa. Generalmente se veía bien, nunca antes me había detenido con él, pero esta vez, viendo que algo iba mal, no podía hacer como si nada, a pesar de que estaba atrasado en las entregas. Pero mi camión, estacionado en una zona de intenso tráfico, llamó enseguida la atención de la policía local que, desde lejos, me hacía señas indicándome que me alejara de inmediato. Siempre con los gestos les indiqué que quería interesarme por esa persona que estaba en dificultad. Ellos seguían pidiéndome que me fuera, y me mostraban el formulario de las multas. Yo pensaba que ellos mismos hubieran tenido que encargarse de él, pero dada su despreocupación, corrí a una cafetería a comprar una bebida fresca para aquel pobre. Volví donde él estaba y lo acaricié delicadamente en la mejilla para no despertarlo de golpe. Gracias a Dios reaccionó, pero estaba cansado y asustado. Le acerqué el vaso a los labios y él contestó con una sonrisa, agradeciéndome repetidamente. Al final llegaron también los policías quienes, viendo la escena, guardaron el formulario en el bolsillo y me saludaron sonriendo». Alexander – Grecia 20150502-02Gorila «Además de estudiar, trabajo como “gorila”, en un pub. Es un trabajo ingrato y a veces comporta ciertos riesgos, sobre todo porque tengo que tratar con personas que están pasadas de copas. Un mes, la Palabra de vida nos invitaba a ser los primeros en amar. ¿Cómo ponerla en práctica en un ambiente de trabajo como el mío? Antes que nada, trataba de sonreír y ser el primero en saludar a los clientes, aunque no recibía una respuesta. Después de una semana, con gran alegría, vi que empezaban a contestar a mi saludo. Entonces, ¡funcionaba! Y esto no fue todo. Si antes, con los más “difíciles”, utilizaba métodos bruscos, ahora, viendo a Jesús en cada uno, trataba de ser cordial, de interesarme por ellos. De esta forma, en los momentos críticos, lograba evitar las peleas y apaciguar los ánimos. En cierto sentido era como una táctica preventiva, que entre otras cosas me hacía conquistar la estima de los clientes y de mi jefe. Y si alguien me preguntaba el por qué de mi manera de actuar, ésta era la ocasión de hablarle de Dios Amor. En el local ahora se respira otro aire y esto, entre otras cosas, tiene el efecto de atraer a nuevos clientes». M- Polinesia

___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

Fratellanza

Fratellanza

La fraternidad, ser hijos del mismo Padre, puede ser la raíz de todo pacifismo. En este extracto del libro «Rivolta cattolica», Igino Giordani escribe casi una invocación, un llamamiento poético que nos obliga a levantar la vista y nos abre los ojos sobre quién es nuestro hermano, ese hermano que puede ser clasificado como enemigo, como extranjero, como migrante, pero siempre es hermano. Es un llamamiento que, escrito allá por 1925, toca nuestras fibras más profundas y nos desafía a ser constructores de paz.

Cristianos protagonistas del diálogo

Cristianos protagonistas del diálogo

El 29 de junio es la fiesta de los Santos Pedro y Pablo y es un día significativo en el ámbito ecuménico. En esta fecha publicamos algunas entrevistas a cristianos de varias Iglesias.

Esta maldición de la guerra

Esta maldición de la guerra

“Vi el absurdo, la estupidez y, sobre todo, el pecado de la guerra…”. Igino Giordani, escribiendo sus memorias, reflexiona sobre el terrible período de la Primera Guerra Mundial, en el que él mismo se enroló. La ‘masacre inútil’, como la definió Benedicto XV. Sus palabras nos hacen reflexionar sobre cómo la historia podría enseñarnos a trabajar por la paz hoy, combatiendo contra las nuevas, absurdas e inútiles masacres de nuestro siglo.