«Estamos viviendo una situación de gran consternación y horror ante estos masacres. Pero también estamos muy sorprendidos por el impacto internacional, por todas las manifestaciones de apoyo. Sentimos también la responsabilidad de dar una respuesta ante los acontecimientos acaecidos». Es la voz de Muriel Fleury, directora de la revista francesa de los Focolares, Nouvelle Cité. Ante la pregunta de Radio inBlu sobre por qué se han verificado episodios de este tipo precisamente Francia, donde el proceso de integración es uno de los más antiguos, con respecto a otros países europeos. Responde: «Si por un lado, en nuestra historia, hemos logrado la integración con otros pueblos, parece que en los últimos años nos hemos quedado un poco atrás. Queremos la multiculturalidad, entendiéndola como acogida de los demás, pero sin tener siempre en cuenta su cultura, sus valores, que son muy distintos de los nuestros. Por eso tenemos que desarrollar todos los ambientes donde estamos y en donde podamos tener momentos de diálogo, de encuentro, de verdadero intercambio cultural y religioso. Porque el hecho de no haberle dado un sentido auténtico hace que hoy nos encontremos en esta trágica situación». A propósito del tema, Paul Wirth, miembro de los Focolares comprometido con el diálogo interreligioso, declara: «Formo parte de un grupo de amigos islamo-cristianos (GAIC), que existe en todo Francia: cada año organizamos una semana de encuentros (la última había iniciado el 12 de noviembre…). Sentimos que es muy importante hacer conocer esto, para que las personas puedan distinguir entre los verdaderos musulmanes y aquellos que dicen ser musulmanes, pero transmiten una imagen de odio». Sobre la reacción de los amigos musulmanes ante los atentados del viernes en la noche, responde: «Hay muchas asociaciones musulmanas que han escrito comunicados denunciando estos actos bárbaros e intolerables; se sienten cercanas a todas las víctimas y a sus familias. Todavía hoy vi que muchas asociaciones musulmanas dicen que es un momento difícil. Nosotros cristianos creemos que estos trágicos acontecimientos no cambian las relaciones de amor fraterno que hemos establecido entre nosotros». En su análisis, Muriel Fleury, identifica las causas del malestar: «Los motivos son diversos, también económicos, parece que hemos abandonado barrios enteros, donde ya ni la policía se arriesga a entrar. Y el haber renunciado a ocuparnos de esta juventud extranjera, el no poder darles una ocupación sana, el no estar cerca de ellos, ha hecho que algunos se hayan acercado a grupos pseudo-religiosos radicales, que han tomado a tantos de ellos llevándolos a un tipo de integrismo del que hoy estamos viendo los resultados». ¿Por dónde empezar para recomponer un tejido tan complejo? «El problema –concluye Fleury- es que estamos en una Francia donde lamentablemente hemos generado un cierto vacío espiritual. Esta laicidad francesa ha llevado a la negación de la dimensión espiritual del ser humano. Hoy hay que recorrer un nuevo camino, precisamente desarrollar la cultura del encuentro, del vivir juntos, y por eso una de las vías será que las religiones puedan trabajar juntas, también con la República. Ya hay señales que se dirigen en este sentido, que están tratando de buscar soluciones que puaden tener en cuenta todas las voces de las distintas religiones».
Aprender y crecer para superar los límites
Aprender y crecer para superar los límites
0 comentarios