Organizado por la Diócesis de Umbría con las familias franciscanas y la Comunidad de San Egidio, el evento ha reunió a los líderes religiosos de todo el mundo, con la participación también de hombres y mujeres representantes del mundo cultural y de las instituciones. También estuvo presente el Movimiento de los Focolares, ya sea en la fase preparatoria como en la participación, sobre todo por parte de las comunidades de Umbría y de Rita Moussalem y Roberto Catalano responsables centrales del diálogo interreligioso de los Focolares. Con su presencia, el pasado 20 de septiembre, el Papa Francisco ha dado continuidad a cuanto Juan Pablo II había intuido en 1986: la necesidad de orar por la paz y el papel que desempeñan las religiones para evitar conflictos, como también para contribuir a resolverlos. En el 2011, Benedicto XVI había presentado la paz , no sólo como una tarea para los hombres de fe, sino también como un proyecto cultural. Pero el mundo ya no es el de los años 80, el del bipolarismo y de la guerra fría. Hemos llegado al mundo globalizado y multipolar de hoy, donde incluso las guerras han aumentado, sin llegar a ser nunca de religión. Papa Francisco quiso saludar uno a uno a los líderes presentes, empezando por un grupo de prófugos, imagen de los desafíos del mundo de hoy. No se trató únicamente de un acto formal. Fueron instantes profundos, de relación intensa, capaces de establecer acuerdos importantes para el futuro. Un segundo momento fue el almuerzo durante el cual, en el Santo Convento, el Papa ha querido que todos estuvieran con él. Compartir una comida juntos, bajo el mismo techo, es ya en sí un acto de paz. A continuación se hizo la oración común. Entendámoslo bien, no juntos. Cada religión tenía un lugar donde sus seguidores podían ir para rezar, según su propia tradición religiosa, por la paz en el mundo. Cada uno lo ha hecho por su cuenta; un acto que ha querido borrar toda duda de que estos momentos tengan algo que ver con el sincretismo. Los cristianos han rezado juntos, para demostrar que la unidad entre las Iglesias es fundamental para dar un aporte importante a la paz, como seguidores de Cristo.

Papa Francesco presiede la preghiera ecumenica insieme ai leader religiosi nella Basilica di San Francesco. (Foto: CNS/Paul Haring)
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