Jóvenes y adultos de los Focolares de Córdoba (Argentina), junto con un grupo de la parroquia San Nicolás de Bari, se comprometen desde hace casi cuatro años en la “Pastoral Rom” con la comunidad local. “El principio no fue fácil –cuenta Teresa-. Debíamos superar miedos y prejuicios para entrar en el sector habitado por los gitanos (Rom). Poco a poco, comenzamos a visitar sus casas, a conocerlo; aprendimos sus nombres, organizamos fiestas de cumpleaños, los fuimos a visitar cuando estaban enfermos en el hospital o cuando nacía un niño”. Estos sencillos gestos, lentamente fueron construyendo relaciones de amistad. “Descubrimos –sigue contando Eduardo– que a la mayoría de los gitanos les gusta mucho escuchar la palabra de Dios pero, que, siendo en su mayor parte analfabetos, no la podían leer. Entonces, tradujimos en su idioma algunas de las principales oraciones, como el Padre Nuestro y el Ave María. Otro desafío, en este ambiente, fue el de iniciar un proyecto de escolaridad para los niños. En este proyecto trabajan juntos algunos docentes y el grupo de la Pastoral Gitana”. El 8 de abril es la fiesta internacional del los gitanos, una fiesta desconocida por la mayoría de las personas. El grupo parroquial aprovechó esa jornada para que fueran conocidos a través de una Misa realizada especialmente para ellos. “Nuestros nuevos amigos –continúa Teresa- tienen un profundo sentido de la vida comunitaria, y es así que cada año se realizan dos “encuentros puente” que se convierten en momentos importantes de comunión entre comunidad gitana y criolla.’ (así nos llaman ellos a nosotros en Argentina) En estos encuentros se crea un fuerte clima de fraternidad, enriquecido por momentos artísticos o de reflexión, organizados a menudo junto con otras instituciones como el Centro de Circunscripción o el Instituto de Culturas Originarias. “El año pasado –recuerda Eduardo-, niños y jóvenes, tanto de gitanos como de criollos, pintamos un mural con el dibujo de un puente y la frase: “Gitanos y Criollos: en Jesús somos hermanos” Para continuar este camino con mayor preparación, varios miembros del grupo asistieron a la Escuela Social organizada por los Focolares, en la ciudadela argentina “Mariápolis Lìa”. Organizamos también un encuentro con Lucas Cerviño, focolarino misionero, para reflexionar sobre el significado que tiene dialogar partiendo de espacios sabios e interculturales. Actualmente se vincularon otras parroquias que tienen comunidades Gitanos en su territorio. Todos conforman un grupo pionero, en el panorama del compromiso pastoral con los Gitanos de Argentina, que hoy está dando sus primeros pasos.
Escuchar atentamente, hablar intencionalmente
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