Ene 18, 2019 | Sin categorizar
En La Colmena, Paraguay, Alejo, de la comunidad de los Focolares, transmite la pasión por el ideal de la fraternidad, a través de la música. «Japay, en idioma guaraní, significa “¡despierta!”» nos explica Alejo Rolón. La Colmena, en donde trabaja como profesor de música en un prestigioso colegio, es una ciudad del Departamento de Paraguarí, a 130 km de Asunción, capital del Paraguay, exactamente en el corazón de América Latina. Hace algunos años dio vida a una interesantísima experiencia con más de cien jóvenes a quienes hace participar en una serie de conciertos pop. Del escenario, el mensaje que vuela en las notas musicales es una invitación a construir una sociedad más fraterna y solidaria. El guaraní es una lengua de antiquísimo origen, hablada sobre todo en Paraguay, y reconocida en 2011 como lengua oficial, junto con el castellano, como conclusión de un proceso legislativo muy complejo, que duró décadas. «Japay, “¡despierta!”, es para mí una palabra símbolo, que indica la actitud que tendríamos que tener respecto de la vida. Mi objetivo es el que todos seamos más conscientes, en primer lugar a los jóvenes, de que debemos despertarnos y tomar la iniciativa, porque el cambio que queremos ver en nuestra ciudad y en la sociedad empieza por nosotros. Toda iniciativa, aun pequeña, en esa dirección puede ser la base de un nuevo modo de vivir. Ése es el desafío de Japay». En un momento extremadamente delicado para este país sudamericano, que se encuentra frente a la necesidad de un cambio sustancial para combatir la corrupción desenfrenada, la criminalidad, la pobreza endémica, la desigualdad social, la crisis económica, ¿qué es lo que propone concretamente Alejo con sus canciones? Nos lo explica él mismo: «Nostra filosofía es la siguiente: tenemos que cambiar nuestra mentalidad. Por ejemplo, en los textos que cantamos proponemos vivir honestarmente, en lugar de robar o practicar la corrupción, una llaga muy difundida; poner en práctica una ciudadanía activa, en lugar del arte de arreglárselas, cada uno por su cuenta; abandonar la mentalidad resignada del “siempre ha sido así” e ir a los orígenes de nuestra cultura salvando su parte mejor: la iniciativa e ingenio, la creatividad, la generosidad para con quien vive a nuestro lado, el coraje de afrontar los límites, la capacidad de convivir en armonía entre personas distintas. El nuestro es realmente, como dice la Constitución del Paraguay, “un país multicultural y bilingüe”, rico en tradiciones y valores. Pero hay problemas y heridas profundas, incluso muy recientes. Trabajamos sobre el potencial de las personas, apoyándonos en sus sentimientos más verdaderos». Alejo transmite con la música lo que recibió a su vez del carisma de la unidad: «Japay para mí – explica – tiene también otro significado: JA (Jesús Abandonado) y PAY (Paraguay). En los problemas de mi gente y de la sociedad reconozco un rostro sufriente de Jesús en la cruz: por él he hecho nacer esta experiencia. Y no sabemos adónde nos conducirá».
Chiara Favotti
Ver también http://japayparaguay.org/ e https://www.youtube.com/watch?v=wqByefcq1Yc
Ene 16, 2019 | Sin categorizar
En diálogo con Liliane Mugombozi, periodista congolesa, del focolar de Nairobi. Trabaja en el Jesuit Refugee Service de la capital keniana: “¿Los migrantes africanos? La mayor parte de ellos no va a Europa sino que se desplaza dentro del continente africano”. “Para los medios internacionales África es el continente del éxodo de masa, pero no es ésa la realidad. Los migrantes se mueven sobre todo dentro del continente. Entre 2015 y 2017 en África se desplazaron casi 19 millones de personas”. Liliane Mugombozi habla con conocimiento de causa de este fenómeno poco contado, pero que ella conoce a fondo, no sólo por su profesión de periodista que ejerce desde hace muchos años, sino sobre todo por su experiencia directa. Hace dos años y medio que trabaja en el JRS (Jesuit Refugee Service), el Servicio para los refugiados gestionado por los Padres Jesuitas en Nairobi (Kenia).
“Desde septiembre de 2017 más de medio millón de refugiados vive en Kenia. Vienen sobre todo de la Región de los Grandes Lagos, del Cuerno de África y de África Central, pero también de Myanmar, de Afganistán, etc. . La mayoría de ellos vive en los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma; unos 64.000 refugiados residen en Nairobi”. Cuenta que en diciembre pasado organizaron un taller para 48 chicos refugiados, provenientes de muchos países africanos: desde Sudán hasta Somalia. “El objetivo era mirar juntos a su situación de refugiados y ofrecer instrumentos para afrontar los desafíos de todos los días: desde los derechos humanos hasta las dificultades culturales. ‘Cuando los miro – les dije – no veo refugiados, veo el futuro de este continente, veo el futuro del mundo. Todos ustedes han experimentado el sufrimiento, ¿quién mejor que ustedes podrá construir instituciones fuertes y justas?’ ”. “Desde el primer momento en que llegué al JRS de Nairobi, en donde me ocupo de los estudiantes de la escuela secundaria y de los universitarios que pueden estudiar gracias a becas de estudio, intuí que mi servicio requería una gran flexibilidad e ir más allá de mis tareas técnicas. Me sentí llamada a compartir el dolor que hay detrás de cada historia, para encontrarme realmente con la persona. Entendí que la llave era construir relaciones verdaderas, de reciprocidad con todos.
Estando en contacto con tanta esperanza y tanto dolor Liliane comprendió que había que prestar atención a no ceder a la tentación de confundir la persona con su necesidad: “Una tentación que me habría cerrado el corazón a un encuentro verdadero con los chicos, sus familias, los docentes, con todos”. La comunidad de los Focolares en Kenia también, sobre todo en Nairobi, ayudó con los Padres Jesuitas.. Organizó recolección de ropa, víveres y cosas de primera necesidad, libros, juguetes y objetos varios entre los amigos, familiares y en las parroquias. “Entendimos que ante todo debíamos superar los prejuicios, conocer las historias de los refugiados para crear una cultura del encuentro, de la acogida. Somos conscientes de que hay problemas que no podemos resolver, pero podemos ser hermanos y hermanas de todos ellos. Por cierto, estamos aún en las primeras armas, pero creemos que con Jesús entre nosotros, encontraremos la respuesta a este grito de Jesús en la cruz hoy, en esta nuestra tierra”.
Stefania Tanesini
Ene 13, 2019 | Sin categorizar
Clima frío y grandes distancias y una población que une nativos e inmigrantes. Se trata de la Patagonia, en el extremo sur de Argentina donde viven varias comunidades del Movimiento, y dónde desde el 2010 se abrió un focolar.
Un paisaje encantador, con ríos, lagos, mar, montañas y glaciales, poblado por muchas especies de animales: ballenas, pingüinos, maras o liebres de la Patagonia, guanacos (camellos de Sudamérica) y avestruces típicos de esta región, llamados ñandúes. En este escenario, frío y seco, en el 2010 se abrió en Trelew el focolar más al sur del mundo. La ciudad es la “puerta” natural de un vasto territorio de Patagonia (1.768.165 km²), en donde ya había un vivaz grupo del Movimiento.
Hoy día el focolar acompaña a las comunidades de Neuquén , Rio Negro, Chubut, Santa Cruz y de la Tierra del Fuego. Está compuesto por 5 focolarinas: Ángela Correia de Brasil, Emma Murillo de México y tres argentinas, Silvia Deramo, Mónica Reina y María Ángel. “Estoy muy contenta de estar aquí -explica Mónica- donde los misioneros salesianos, haber visto en sueños una tierra, reconocieron que era precisamente la Patagonia”. El territorio de Trelew estaba habitado por pueblos nativos mapuche-tehuelche, donde llegaron inmigrantes galeses, en 1865. “Para mí encontrar el Movimiento de los Focolares -dice Emma presentándose- fue experimentar el inmenso amor de Dios. Entre más conocía a Dios, más quería amarlo, hasta seguirLo para llevar el Amor hasta los confines de la tierra. Y de hecho… ¡llegué precisamente hasta los últimos confines de la tierra! ¿Cómo vivimos aquí? Tratando de poner en práctica el amor evangélico: en el trabajo, por la calle, en la parroquia y en las comunidades del Movimiento, esparcidas en toda la Patagonia”. “En el ambiente de trabajo -explica Ángela, docente de portugués en la Universidad estatal- he experimentado que, tratando de transmitir los valores en los que creo, no tanto con las palabras sino con la vida, se ha creado con los colegas y con los alumnos una relación de amistad y de confianza. He visto cambiar muchas actitudes individualistas”. Entre las actividades del Movimiento surgidas en esta sociedad culturalmente rica y variada, se ha desarrollado un servicio en espacios pastorales de la iglesia local, el diálogo con personas de otras Iglesias y con personas de convicciones no religiosas, y actividades de apoyo a familias necesitadas. De hecho, la población de este región está constituida por personas de países y culturas diferentes, provenientes de zonas limítrofes que llegan buscando trabajo y un futuro mejor. Es un punto fuerte y al mismo tiempo un desafío, dado que muchas personas se quedan sólo por un período de su vida y después regresan a sus lugares de origen.
Ene 8, 2019 | Sin categorizar
Del 17 al 20 de enero de 2019, 400 administradores, ciudadanos, economistas, expertos y profesionales de todo el mundo se reunirán en Castel Gandolfo (Roma): cuatro días de intercambio y análisis sobre la gestión de las ciudades, la creación de redes y aprender modelos de sostenibilidad y convivencia. Hablarán, entre otros, pensadores y protagonistas del trabajo en las ciudades, reflexionando sobre su significado en esta era ‘pos democrática’, como Emilce Cuda, argentina, politóloga y profunda conocedora del pensamiento del papa Francisco o el Excmo. Sunggon Kim (김성곤) – budista, ex Secretario General de la Asamblea Nacional de Corea. La arquitecta Ximena Samper, colombiana, el honorable Gahass Mukheiber, libanés, presidente de la Arab Region Parliamentarians Against Corruption. Cabe destacar también la presencia del alcalde de Katowice (Polonia), donde acaba de finalizar la COP 24, el responsable de la acogida de refugiados de Cataluña, Ángel Miret y el presidente de la Comunidad islámica de Florencia y Toscana, Izzedin Elzir. Si gobernar ciudades siempre ha sido un arte complejo, hoy lo es aún más. Es necesario responder a una sociedad que cambia sin cesar, atravesada por problemas locales y globales y por un ritmo de desarrollo tecnológico convulsivo que corre el riesgo de abrir abismos económicos y zonas sin precedentes de nueva pobreza. Hay que decidir para hoy y planificar a largo plazo. Esta es la razón por la cual las ciudades son estratégicas desde un punto de vista político y cultural porque son “la casa” de más de la mitad de la población mundial (fuente de las Naciones Unidas) y no es una opción libre, sino que a menudo están vinculadas a la falta de alimentos y trabajo. En esta era de soberanía, las ciudades están surgiendo como verdaderos centros sociales, distribuidores de interminables conexiones: civiles, políticas, antropológicas, económicas, comunicativas. Las ciudades, por lo tanto, como expresión de un nuevo modelo de identidad, donde la identidad no rima con localismo o nacionalismo exasperados, sino con participación, con compartir la pertenencia a una situación común, porque somos parte de la familia humana, incluso antes de formar parte. Co governance está organizado por el Movimiento Humanidad Nueva, el Movimiento Político por la Unidad y la Asociación de la Ciudad por la Fraternidad.
Stefania Tanesini
Para mayor información: www.co-governance.org
Ene 7, 2019 | Sin categorizar
Desde hace tres años, en el archipiélago Wallis-Futuna, la comunidad de los Focolares sostiene, en sinergia con las autoridades locales, una iniciativa ecológica para devolver a la isla su originaria belleza. Wallis, junto con Futuna, Alofi y otros veinte islotes más pequeños, en el Océano Pacífico meridional, forma parte de un archipiélago que desde 1961 es territorio de ultramar de la República francesa. La isla, la más grande y poblada, está circundada a su vez por algunos pequeños islotes y por una enorme barrera de corales. Un territorio de incomparable belleza, pero amenazado, desde hace algunos años, por un alarmante aumento de basura y desechos – pajillas, escombros, botellas de plástico, neumáticos, vidrio, muebles – abandonados de manera indiscriminada, o que han llegado hasta allí transportados por las corrientes del mar, y que se han vuelto causa de contaminación de las playas y los fondos marinos. «La cuestión es cada vez más preocupante, y lo demuestra la creciente atención de los medios de comunicación locales, entre los cuales también el conocido canal de televisión RFO Wallis y Futuna, sobre este tema» explica Eva Pelletier, de la comunidad de los Focolares. «Desde 2015, como respuesta a la Encíclica “Laudato sì” del Papa Francisco, hemos decidido comprometernos por nuestra isla con un plan de sensibilización al respeto del ambiente y a la recolección de los desechos, mediante una serie de iniciativas que han involucrado adultos, jóvenes y niños también. Esta acción ecológica nos dio la oportunidad asimismo de construir sinergias con las instituciones locales y ocasiones de diálogo a muchos niveles». El problema, continúa Eva, es de hecho motivo de división entre los tres Dominios en los que está subdividido el territorio, e incluso dentro de la Asamblea que lo gobierna. «Para nuestra gran sorpresa, en noviembre de 2017, con ocasión de la apertura de la Semana dedicada en toda Europa a la reducción de los desechos (Semana Europea de la Prevención de Residuos), el Prefecto, de acuerdo con el Departamento del Ambiente, quiso participar en una iniciativa nuestra en el islote de Nukuloa, al norte de Wallis. Dadas las circunstancias, se unieron muchos ministros también, el jefe del distrito septentrional y los jefes de las aldeas Vaitupu y Vailala. Después de los discursos de bienvenida y una ceremonia inicial con una ofrenda de guirnaldas de flores y plantas tradicionales, una niña distribuyó espontáneamente guantes para la recolección de la basura, empezando justamente por el Prefecto y el Primer Ministro. Ese día limpiamos las playas de 500 kilos de basura». Desde el 2016 el Departamenteo para el Ambiente sostiene la acción poniendo a disposición barcas, camiones y personal. En mayo de este año, la operación no se limitó a la recolección de desechos («más de 2.600 kilos»), sino que también se dirigió a contrastar la epidemia de “dengue”, que se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados. «Nos hemos dedicado a la limpieza de los canales, canaletas de desgüe, bordes de las fuentes y de un pozo muy profundo». «En esta tierra conviene que cada uno haga su parte – concluye Eva, citando una frase de Chiara Lubich – y aunque el otro no responda haciendo la suya, no hay que desanimarse. En el amor, lo que cuenta es amar».
Chiara Favotti