Oct 18, 2019 | Sin categorizar
Un tesoro inestimable que hemos recibido de Jesús mismo es su palabra, que es palabra de Dios. Este regalo “[…] implica de nuestra parte una gran responsabilidad […]. Dios nos dio su palabra para que pudiéramos hacerla fructificar. Él quiere ver esa profunda transformación, de la que es capaz, en nuestras vidas y en nuestra acción en el mundo” . Confianza renovada Nuestra situación económica se había vuelto muy precaria. Un domingo, renunciamos con amargura a una excursión, sin siquiera tener el dinero para la gasolina, vamos a pie a la iglesia. Durante la misa, las lecturas parecen estar dirigidas precisamente a nosotros, y en particular las palabras: “La harina de la tinaja no se agotó ni disminuyó el aceite del cántaro”. Volvemos a casa con renovada confianza. Por la tarde, por casualidad, nos encontramos en la calle con la persona con la que no se había concluido la venta de un terreno meses antes. Hablamos de eso y en unos minutos se llega a un acuerdo. (L. y S. – Italia) Me enseñó lo que es la coherencia Después de la muerte de mi padre, siguieron años oscuros, con experiencias muy negativas y una gran decepción por no poder ingresar a la Academia de la Fuerza Aérea, que tanto deseaba. En ese momento conocí a una persona, un verdadero cristiano, muy comprometido en familia, en el trabajo, en el sindicato y con las personas que vivían a su lado. Su ejemplo me enseñó qué es la coherencia con el ideal cristiano: estar al mismo tiempo unidos a Dios y disponibles para el prójimo. (Ettore – Italia) Un regalo en cada nacimiento Cuando nos casamos, yo solo hacía guardias médicas nocturnas y mi esposa era fisioterapeuta. Vivíamos con poco dinero, pero esto no nos parecía ser una razón suficiente para cerrarnos a la vida. Cada nacimiento de un hijo (ahora tenemos cuatro) ha coincidido con una nueva etapa en la carrera, casi un regalo que traía el recién nacido. Incluso hoy experimentamos día a día el amor concreto desde lo Alto, tan abundante que logramos poner una parte en común con otras personas. (Michele – Italia) El cartero Había pedido una plancha y una tabla que tenían que llegar por correo. El cartero me había entregado solo lo primero, justificando que no había encontrado lugar en el auto para la tabla, y me dijo que podía recogerla directamente en la oficina de correos. Cuando fui a la oficina, el empleado, enojado, me dice que el cartero estaba obligado a entregarme también la tabla, tal vez cargándola al final del recorrido. Al día siguiente, el cartero me dijo que había recibido un buen regaño y se disculpó conmigo. “Para mí, la historia termina aquí – le respondí – ¡seguimos siendo amigos como antes!”. El domingo siguiente, durante una fiesta, recibí como regalo un árbol de papel con la Palabra de Vida de ese mes: “Siempre estamos felices en el Señor”. Inmediatamente me vino a la mente: ¿y si se lo doy al cartero? Así lo hice, y al día siguiente lo coloqué encima del buzón. Cuando volví a casa encontré una nota con un corazón dibujado y una palabra: “Gracias”. (Mónica – Suiza)
recogido por Chiara Favotti
Oct 14, 2019 | Sin categorizar
Son 195 vienen de 67 países del mundo y tienen entre 17 y 35 años. Representan a todos los jóvenes de los Focolares y se han reunido para conocerse, interrogarse, proyectar un mundo más unido. Juntos. https://vimeo.com/363578535
Oct 13, 2019 | Sin categorizar
Sacerdote originario del norte de Italia, p. Mario Bodega, después de treinta años en la diócesis de Milán como párroco, director espiritual de un colegio y capellán en el hospital Niguarda, estuvo en el Centro de los Focolares en Grottaferrata (Roma) y durante diez años fue párroco de Pieve de Loppiano, la ciudadela internacional de los Focolares. Cuando piensas en p. Mario Bodega te vienen a la mente las notas del “Himno a la alegría” de Beethoven. Y esto por muchas razones: porque la alegría era realmente su rasgo distintivo y porque esta pieza era una de sus favoritas y a menudo la interpretaba con una armónica. Había aprendido a tocar en el seminario y la música había acompañado tantos momentos de su vida. Como joven capellán en el hospital, durante la época de Navidad, solía ir de habitación en habitación tocando su armónica. “Ahora sí es Navidad”, le decía alguno de los pacientes tan pronto como escuchaba sus notas. “Tocaste el himno con alegría”, le escribió un recluso en la prisión de Bollate, cerca de Milán, y me hiciste comprender que no todos pasan para emitir juicios. También hay quien simplemente ama” y expresaba su gratitud por haberle hecho encontrar a Dios nuevamente, de quien pensaba que había sido abandonado. Y el arzobispo de Milán, monseñor Mario Delpini, habló de alegría y júbilo profundo ante la noticia de su muerte: “Acompañemos al encuentro con la alegría de Dios a un hombre, un sacerdote, un amigo que ha mantenido la sonrisa de una alegría íntima y profunda, en los días de la juventud y en los días de la vejez y la enfermedad, en la acumulación de compromisos pastorales y en los años en que la actividad se había reducido debido a la disminución de las fuerzas”. El p. Mario nació el 15 de septiembre de 1942, en medio de la Segunda Guerra Mundial, en Lecco, en el norte de Italia. Cuando termina las escuela primaria ingresa al seminario y aquí, a través del rector, conoce la espiritualidad de los Focolares. Ordenado sacerdote en 1968, permaneció treinta años en la diócesis con diversas tareas, y luego aceptó la propuesta del obispo cardenal Martini, y se puso a disposición del Movimiento de los Focolares. En los once años en Grottaferrata (Roma) había profundizado su relación con Chiara Lubich, a quien escribió a lo largo de su vida 135 cartas. En una de sus respuestas, la fundadora de los Focolares le indicó una Palabra de la Escritura para vivir en particular: “Siguiendo su misericordia, abandonaron las realidades vanas y falsas”. Y “Credo la Misericordia” es el título del libro, con experiencias escritas por él, regalado por el obispo de Fiesole, monseñor Meini, a todos los sacerdotes de la diócesis el Jueves Santo de 2018. En 2009 había llegado a este territorio, como párroco en la ciudadela de Loppiano. Aquí, además de crear una comunión muy profunda entre los habitantes, fue para muchos una guía segura en el camino espiritual. Su participación en “Caminos de luz” para parejas en dificultades fue fundamental. También contribuyó al desarrollo del Instituto Universitario Sophia. “Su casa, la iglesia parroquial de San Vito en Loppiano, muy cerca de nuestro Instituto, y el presbiterio que tradicionalmente se le atribuye – escribe el decano Piero Coda – se ha convertido en nuestro hogar, donde la presencia y la guía de p. Mario han sido luz, bálsamo, escuela de vida. Y nuestro Instituto también se ha vuelto un poco como su hogar. Tanto es así que, entre los ecos más conmovedores después de su partida, están los comunicados por nuestros amigos musulmanes del proyecto ‘Alas de la Unidad’”. En 2018 celebró el 50 aniversario de su ordenación sacerdotal. Poco antes, con motivo de la visita del Papa a la ciudadela, dado el empeoramiento de su condición física, no hubiera querido presentarse así ante Francisco. El obispo lo había convencido con amor paternal. “Soy un párroco enfermo, camino con dificultad y ya no puedo trabajar”. “Si no puedes trabajar de pie, trabaja sentado”, fue la respuesta del Papa. Y p. Mario continuó haciéndolo, con tenacidad y alegría, durante los siguientes 365 días que la vida le dio. De hecho, se apagó exactamente un año después, el 10 de mayo de 2019.
Anna Lisa Innocenti
Oct 11, 2019 | Sin categorizar
Cada cristiano tiene su “misión” en su propia comunidad social y religiosa, construir una familia unida, educar a los jóvenes, comprometerse en la política y en el trabajo, hacerse cargo de las personas frágiles, iluminar la cultura y el arte con la sabiduría del Evangelio vivido, consagrar la vida a Dios pero al servicio de los hermanos. Vacaciones Mi esposo y yo tenemos formas distintas de descansar. A mí me gusta hacer deporte y nadar, él en cambio ama visitar lugares nuevos o museos. Este año, cuando se acercaban los días de vacaciones, sentía más que nunca la necesidad de recuperar fuerzas, pero una voz interior me sugería que no expresara ni impusiera mis preferencias, sino que más bien me adecuara a los deseos de mi esposo. Pero también él trató de hacer lo mismo conmigo. Esto llevó a ambos al desapego de los proyectos personales e hizo que nuestras vacaciones fueran bellas y reparadoras como nunca antes. (B.S. – USA) El ejemplo Un joven migrante acababa de tocar a mi puerta para venderme unos calcetines. Estábamos hablando, yo me interesaba en su situación, cuando pasó mi vecina que sabía que no tenía un concepto positivo de los migrantes. Para mi sorpresa también ella lo invitó a pasar, diciéndole que tenía algo para él. Al día siguiente supe que le había dado zapatos, medicinas y también se había comprometido a proveer a otras necesidades. ¡Realmente no me lo habría esperado! (C.V. – Italia) Al servicio de los demás Nuestro hijo sufría una depresión. No lográbamos ayudarlo de ninguna forma, se nos escapaba. Una tarde de verano decidió dejar esta vida. Personalmente me sentía castigada y con muchos sentimientos de culpa. Poco a poco, con el apoyo de la comunidad parroquial, empecé a rezar y me puse a disposición de quien podía tener necesidad de ayuda, de una palabra, de una sonrisa. Un día vino a buscarme una mamá, también ella como yo había perdido una hija. Le comuniqué cómo trataba de llenar ese vacío, poniéndome al servicio de los demás. Si bien no era creyente, también ella encontró un poco de serenidad haciendo lo mismo. (G.F. – Italia) De enemiga a hermana Una colega mía del hospital, enfermera como yo, me había hecho la vida difícil. Un día fui al trabajo con un ramito de flores y se lo ofrecí con una sonrisa. No voy a olvidar nunca su expresión de sorpresa. Fue el inicio de una nueva fase de nuestra relación. Ahora nos hemos vuelto como hermanas. (Annamaria – Italia)
Recogido por Chiara Favotti
Oct 8, 2019 | Sin categorizar
Tonadico en las Dolomitas: “Apuntar alto” – rostros y voces de la Mariápolis. Jóvenes y adultos, participantes del Este y del Oeste han hecho una experiencia importante de apertura, conocimiento de las distintas culturas y diálogo en Europa.
https://vimeo.com/363579426