Movimiento de los Focolares
Maria Voce: promover la paz a pequeños trozos

Maria Voce: promover la paz a pequeños trozos

Delegates_MariaVoceMaria Voce, usted dirige el Movimiento de los Focolares que el próximo 15 de noviembre organiza en la UNESCO un encuentro cuyo título es “Reinventar la paz”. ¿Puede decirnos qué hacer con respecto a la “guerra mundial a trozos” de la que habla el Papa Francisco? ¿Se trata hoy de reinventar la “paz a pequeños trozos” y favorecer por todas partes iniciativas concretas, como pequeñas luces que brillan en la oscuridad? Las miles pequeñas acciones de paz que llevan adelante cuantos se relacionan con el Movimiento de los Focolares, que tienen ya valor por sí mismas, como las de muchísimos otros, forman parte de un designio unitario y tienen una visión común: tender a la fraternidad universal, orientarse al “que todos sean uno”: el sueño de un Dios [Cf. Jn 17,21]. Esta visión y este horizonte estimulan, sostienen y ayudan a recomenzar siempre, más allá de las dificultades y en medio de los sufrimientos que requiere el compromiso de construir la paz. Hace 20 años que la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich, recibió en la UNESCO el premio por la Educación a la Paz. El 15 de noviembre en París este encuentro presentará las numerosas iniciativas que el Movimiento ha puesto en marcha para avanzar por el camino de una paz concreta. En Tierra Santa por ejemplo – Jordania, Palestina e Israel especialmente – tierras fundamentales para la paz en el mundo, ¿qué están promoviendo los Focolares para responder a la pregunta sobre la educación a la paz y que puede ser fuente de inspiración también en otros lugares entre las personas de buena voluntad? El encuentro entre culturas y religiones que los Focolares promueven es una experiencia cotidiana. No se limita a la tolerancia o al simple reconocimiento de la diversidad; supera incluso la reconciliación. Tal encuentro crea, por decir así, una nueva identidad, más amplia, común, compartida. De hecho, es un diálogo que involucra a personas de las más variadas convicciones, incluso no religiosas, e impulsa a hacerse cargo de las necesidades concretas, para responder juntos a los desafíos en el campo social, económico, cultural, político. Se realiza en contextos afectados por crisis gravísimas, como Siria, Irak, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Nigeria, y muchos otros. Y de igual modo en Tierra Santa. La convicción es común: si hay un extremismo de la violencia, tratamos de responder de un modo estructuralmente distinto, es decir, con el extremismo del diálogo. Un compromiso que requiere el máximo empeño personal y comunitario, y es arriesgado, exigente, desafiante. Lo viven chicos, jóvenes y familias; cristianos, hebreos y musulmanes. Son personas que se esfuerzan, ante todo, en cortar en sí mismos las raíces de la incomprensión, del temor, del resentimiento. Un extremismo alimentado, día tras día, poniendo en práctica un arte: el arte de amar. En el plano del diálogo islamo-cristiano en particular, ¿qué se esperan de este encuentro en la UNESCO del próximo 15 de noviembre, sobre todo, después de apenas un año del atentado del 13 de noviembre en París? ¿Qué mensaje quieren enviar sobre este argumento? Esperamos que pueda llevarnos, a nosotros y a muchos otros, a una nueva y más radical toma de conciencia de que el designio de Dios sobre la Humanidad es que se componga en una sola familia, unida y plural, que supone las diversidades pero no las contrapone. Una realidad que hay que construir precisamente por la vía del diálogo, en la cual el islamo-cristiano es cada vez más importante y necesario, como demuestran los hechos, pero no es el único. Fuente: Vatican Insider

Acceso a la santidad para todos

Acceso a la santidad para todos

ChiaraLubich_PasqualeForesi¿Cómo podemos tener la certeza de haber elegido verdaderamente a Dios y cómo concretar esta elección en la actitud del vivir cotidiano? «Chiara: (…) Sólo se puede estar seguros de lo que se vive en el presente: yo ahora, quiero esta voluntad de Dios, quiero encontrarme con estos sacerdotes, tan amados por  María, tan amados por Dios. ¿Quiero estar aquí? ¡Lo quiero, con todo el corazón! Pero si me dijera en este momento: “Mira, Chiara, puedes elegir: puedes también morir y venir enseguida al Paraíso con Jesús y María, con todos los nuestros de la Mariápolis celestial, con todos los santos, con todos los ángeles; pero ésta no sería la voluntad de Dios, sería tu voluntad:¿qué es lo que elegirías?”. Yo elijo estar aquí, con ustedes, porque elijo la voluntad de Dios. (…) Desde que empecé a vivir así, naturalmente vuelvo a empezar en cada momento. Pues he entendido que aquella frase: “el justo peca siete veces”, quiere decir un sin fin de veces, porque se escapa siempre de la voluntad de Dios, hay que estar siempre al tanto para volver a ponerse dentro de la voluntad de Dios. (…) Otra experiencia que he hecho viviendo así es que cada acto, aún el más pequeño: desde lavarse a vestirse, a recoger un papel, a poner una cosa en su lugar, a encontrase con una persona… todo se vuelve un acto solemne. Es maravilloso, porque éste es un camino para todos; realmente creo que haya sido María quien nos lo ha sugerido, pues María es la mamá de todos: de los sacerdotes, de los laicos, de las mujeres, de los hombres, de los niños, de los ancianos, de todos, ella es la mamá de todos nosotros, pues es la mamá de la Iglesia; por eso nos ha dado un camino hecho para todos. (…) Ahora, esta vía es tan sencilla que todos los niños la pueden vivir, los sacerdotes, las chicas, los hombres, los casados, todos la pueden emprender, por lo que se abre una vía de acceso a la santidad para todos…, basta que lo quieran, pues ya no son ellos los que viven, es Dios quien vive en ellos. ¡A mí esto me da una inmensa alegría!  Es haber podido obtener de María el secreto de la santidad, de una santidad popular, de una santidad universal para todo el pueblo de Dios. Por lo cual, para hacer lo que el Concilio desea, de que la santidad sea para todos, que no se limite a los conventos, a ciertas categorías de personas, aquí hemos encontrado el camino. Y esto es algo extraordinario.  Porque, decir: “Tú puedes hacerte santo en un estado de perfección”; muy bien, ve, hazte fraile, hazte monja, etc. Pero poder decir a todos: hay un camino en el que tú puedes hacerte santo; mira, tú que quizás no puedes ir a la iglesia porque las circunstancias te lo impiden realmente; tú que estás tras el Muro de Berlín, donde no puedes tener contacto con los sacerdotes; tú que estás en prisión, tu puedes hacerte santo, es la voluntad de Dios vivida, perdiendo todo: la libertad, si estás en la cárcel; el contacto con la Iglesia, si estás “tras el muro de Berlín”… Tú lo puedes. Esto es algo extraordinario. Sólo María podía inventar algo así. Sólo una mamá que nos ama a todos y a cada uno personalmente. Sólo ella. Yo no me lo explico de otro modo. Es extraordinario. (…) Y es que la sencillez es una de las cosas más difíciles de entenderse. Porque es la unidad y es misteriosa. Entonces ¿cómo puede ser? Hay que elegir a Dios una vez; y luego ponerse en esta vía (…)». Chiara Lubich Texto completo Fuente: Centro Chiara Lubich    

Dar visibilidad a quienes trabajan por la paz

Dar visibilidad a quienes trabajan por la paz

ChantalGrevin

Chantal Grevin

¿De qué modo una organización como la UNESCO fomenta la paz? En primer lugar hay que recordar que la UNESCO es parte integrante de las Naciones Unidas. Y la paz es el elemento basilar que hizo nacer a las Naciones Unidas. El objetivo de la UNESCO es la coordinación de la cooperación internacional en lo que se refiere a la instrucción, la ciencia, la cultura y la comunicación y, de algún modo, la que le da su aporte  ético. Su función fundamental es por lo tanto la paz, sobre todo a través del diálogo entre las culturas. Su programa científico intergubernamental, dedicado a las transformaciones sociales (MOST), pone en evidencia que ningún cambio puede realizarse si no está integrado en las diversas culturas.  De hecho, la UNESCO es conocida por el desarrollo del pluralismo cultural. Pero, ¿cuál es el vínculo con la búsqueda de la unidad y cómo lograr que la voz de New Humanity se escuche entre todos los promotores de paz? Si la riqueza de la diversidad de culturas debe ser protegida, así también como la biodiversidad ¿dónde está entonces la unidad, a la cual aspira la humanidad? Todavía no hemos podido superar este estado de cosas. La declaración universal de los derechos del hombre es, a este propósito, un fundamento común, aunque a veces es discutible, pero es necesario encontrar aquellos valores comunes, universales, indispensables para nuestro contrato social global. El evento del 15 de noviembre permitirá reflexionar sobre este punto. Esta manifestación de New Humanity en la sede de la UNESCO es una contribución a los trabajos de la misma con lo que nosotros podemos ofrecer: buenas prácticas unidas a una reflexión de fondo. Nuestra ONG puede hacer comprender que la  unidad es la fuente y la meta de la vida de la humanidad. En un mundo llagado por los conflictos, ¿no es utópico creer en la posibilidad de un evento de este tipo? Es cierto que el mundo anda mal, pero tenemos razones para creer en la paz. El evento logrará que sean visibles aquellos que la hacen posible. La promoción de una cultura de paz no se podrá nunca medir realmente, pero el camino está abierto. Personalmente, creo en las organizaciones internacionales. Pueden parecer impotentes pero no es poca cosa que 195 países puedan discutir juntos y que países beligerantes entre ellos se encuentren en la misma sala. En el momento en que nos ponemos en un nivel cultural en lugar que político, los intercambios son más libres. Un ejemplo: cuando Palestina no podía entrar en las Naciones Unidas, la UNESCO lo hizo posible considerando su patrimonio cultural, que había que tutelar. Deseamos que nuestro evento tenga una incidencia a través de lo que ha sido enviado a los embajadores presentes en la UNESCO. Los actos del evento pueden convertirse en un punto de referencia, en un patrimonio cultural interesante para investigadores y para personas de todo el mundo. Y esto, durante muchos años. Entrevista de Chantal Joly