
Giorgio Marchetti (Fede)

Giorgio Marchetti (a la derecha) con Gino Bonadimani y Aldo Stedile. Foto © CSC Audiovisivi

Giorgio Marchetti (a la derecha) con Gino Bonadimani y Aldo Stedile. Foto © CSC Audiovisivi
Filipinas, teatro de un secular abismo entre ricos y pobres. Se convierten en un óptimo contexto para festejar los 25 años de la Economía de Comunión. Las celebraciones comienzan con un Fórum de dos días en la Universidad de Santo Tomás (UST) de Manila. 200 personas entre economistas y estudiantes de distintos países y concluyen el festejo con la firma de un Memorándum de acuerdo para fortalecer la solidaridad entre la Universidad y la EdC. Recuerdan el 29 de mayo de 1991, cuando 25 años atrás nació en Brasil la EdC, ideada por Chiara Lubich precisamente para contribuir a la solución de las desigualdades sociales, colocando en el centro de cada proyecto económico a las personas, especialmente a los más pobres. Un proyecto que involucra en el mundo a más de 800 empresas. La celebración se traslada a Tagaytay City, cerca de la ciudadela de los Focolares en la Mariápolis Pace, donde se realizó un Congreso panasiático con 300 participantes. El título del Congreso era: Economía de Comunión, una economía para todos. Fue la ocasión para presentar algunas empresas que en Asia adhieren al proyecto. Como el Bangko Kabayan, un banco rural que en la provincia de Batangas (Filipinas) otorga micro-créditos a más de 11.000 clientes. La carpintería de los Focolares en Manila. Una empresa de consultoría para el desarrollo empresarial. La Kalayaan Engineering que es una empresa constructora de aparatos de aire acondicionado con más de 2000 empleados. Se presentó también el grupo Sumsimidang que lleva adelante uno de los mejores restaurantes y pastelerías de Corea. Son todas realidades económicas dirigidas por empresarios que conducen su propia empresa dentro del respeto de la legalidad y en el crecimiento sustentable, colocando en el centro a la persona y destinando libremente una parte de las utilidades a los pobres.
Son varios los economistas que tomaron la palabra, entre ellos la francesa Anouk Grevin, Luca Crivelli de Suiza italiana, Anette Pelksman-Balaoing, filipina que trabaja como profesora en Holanda, la irlandesa Lorna Gold y otros. Fueron precedidos por el profesor Bruni, coordinador internacional del proyecto, quien cumplió la tarea de hacer una reflexión sobre los 25 años de la EdC. Él explica que cada carisma para prosperar debe permanecer fiel a las preguntas iniciales. Las empresas, ¿pueden ser instrumentos de comunión? El mercado, ¿puede ser un lugar de fraternidad? ¿Podemos imaginar una sociedad en la que no existan los pobres? Recordando lo que Chiara Lubich dijo al fundar la EdC, Bruni resaltó que las exigencias de los pobres no han encontrado aún solución y que por lo tanto hay que continuar en la EdC, un camino que se presenta como una verdadera y justa vocación. Asía, continúa Bruni, fue elegida como sede de este evento internacional porque están presentes en la sociedad los mismos elementos que habían impresionado a Chiara cuando estuvo en Brasil en 1991. «En quince años – observa- el PIB de Asia será el doble del de Estados Unidos y de Europa occidental. El futuro del mundo depende por lo tanto del tipo de economía que se desarrolle en Asia. Celebrar aquí el 25º aniversario de la EdC significa reconocer que la presencia en el continente asiático de este tipo de economía es algo fundamental». «Se trata de una economía – escribe María Voce en su mensaje desde Kenia donde se encuentra en este momento – que tiene como punto de referencia la relación entre las personas, que está basada en el amor recíproco para sanar las desigualdades». Y continúa la presidente: «Es por esto que, sostenidos también por la confianza y el coraje del papa Francisco, es necesario volver a sentir nuestra, la urgencia que impulsó a Chiara a construir juntos una sociedad donde la comunión de los bienes en la libertad se realice y sea cada vez más compartida». El congreso concluyó con tres importantes resoluciones: 1.- establecer una red internacional de “incubadoras de empresa” que apoye a los jóvenes empresarios y a las mujeres; 2.- crear un observatorio sobre la pobreza, para garantizar que la lucha contra la pobreza esté siempre en el centro y sea coherente con el espíritu de la EdC; 3.- multiplicar las Lab-escuelas, laboratorios técnicos, profesionales y empresariales dirigidos particularmente a los jóvenes. https://vimeo.com/168297829
Adam Biela – actualmente director de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Lublin- fue quien promovió el primer doctorado h.c. a la fundadora de los Focolares Chiara Lubich (1920-2008). Al de Lublin siguieron, de hecho, otros 15 en todo el mundo y en las más variadas disciplinas. En la laudatio el prof. Biela habló de “revolución copernicana”, introduciendo la idea de un nuevo paradigma para las Ciencias Sociales. Le preguntamos los motivos que lo empujaron a suscitar el doctorado. «En mi laudatio expliqué las principales motivaciones de la entrega del Doctorado Honoris Causa en Ciencias Sociales a la fundadora del Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich, por parte de la Universidad Católica de Lublin, en junio de 1996. Un filósofo norteamericano de la Ciencia, Thomas Kuhn (1962), veía la revolución copernicana como la que mejor ilustra en toda la historia de las Ciencias, la naturaleza de la revolución científica. La esencia del paradigma en la visión de Kuhn está en un cambio de mentalidad en su misma naturaleza. Copérnico tuvo que cambiar el sistema geocéntrico consolidado que funcionaba no sólo en la ciencia de su época, sino también en la cultura, la tradición, la percepción social, y también en la mentalidad de las autoridades religiosas y políticas. Y lo hizo a través de un camino bien preparado, empírico, metodológico y psicológico. En forma análoga Chiara Lubich creó, mediante su actividad social, una inspiración revolucionaria para construir un paradigma en las Ciencias Sociales. En una situación extremamente difícil y riesgosa, en 1943, en Trento, decidió no sólo no escapar de la emergencia que afrontaba su propia vida, sino que, junto con algunos amigos, decidió ayudar a otras personas que estaban en condiciones muchos más difíciles, para sobrevivir. Decidió asumir el riesgo de los bombardeos de guerra, para estar con los niños solos y los ancianos que tenían todo tipo de necesidad. Una experiencia así le hizo redescubrir la comunidad como modelo de vida real y permitió realizar y clarificar el carisma de la unidad. De todas formas el desarrollo de este carisma demuestra que es una actualización concreta y práctica de una nueva visión de las estructuras sociales, económicas, políticas, de la educación y de las relaciones religiosas, que aconseja, recomienda, sugiere, educa y promueve la unidad con otras personas. En mi laudatio utilicé el concepto de paradigma de la unidad para subrayar la actividad social de Chiara Lubich y del Movimiento de los Focolares al construir estructuras psicosociales para la unidad en varios ámbitos. Por ejemplo, en la Economía de Comunión, en la política (Movimiento Político por la Unidad), en los medios masivos de comunicación (periodistas por la unidad – Net One, ndr), en las relaciones ecuménicas e interreligiosas (los centros para el ecumenismo y para el diálogo interreligioso)». El 3 y 4 de junio en Lublin, en la Universidad que hoy está dedicada a Juan Pablo II, se realizará un congreso académico con el título “Conflicto, diálogo y cultura de la unidad”. ¿Cuál es el objetivo? «La Universidad Católica Juan Pablo II de Lublin, en junio de 1996, realmente encontró un camino metodológico para expresar la novedad, la originalidad, el valor heurístico y aplicado del carisma de la unidad no sólo en las Ciencias Sociales sino también en otras disciplinas. Estamos realmente felices de que nuestro mensaje sobre el valor metodológico del carisma de la unidad haya encontrado comprensión en tantos otros centros académicos en el mundo que le han otorgado a Chiara Lubich doctorados honoris causa. El concepto del paradigma de la unidad es una gran inspiración que estimulará a las Ciencias Sociales a construir un paradigma propio de investigación, con una fuerza y potencialidad mental y metodológica tales que pueden donar una visión nueva del mundo social. Por lo tanto el Congreso Conflicts, Dialogue and Culture of Unity analizará en qué medida la investigación y la práctica inspiradas a partir del paradigma de la unidad, que está basado en la espiritualidad de la unidad, pueden resolver las cuestiones conceptuales y aplicadas que se refieren a la construcción de la integración social, económica y política en la Europa contemporánea y en el mundo».
«Chiara Lubich, a través de la acción del Movimiento de los Focolares, creó un nuevo fenómeno de integración social inspirado al carisma de la unidad evangélica que muestra nuevas dimensiones psicológicas, sociales, económicas y religioso-espirituales», afirmaba el Prof. Adam Biela en la Laudatio por la entrega a la Lubich del doctorado h.c. en Ciencias Sociales en la Universidad Católica de Lublin Juan Pablo II en junio de 1996. En esa ocasión explicó que dicho mensaje «constituye un vivo ejemplo de cómo un nuevo paradigma en las ciencias sociales no sólo es posible, sino que debe necesariamente construirse». Lo definió «paradigma de la unidad» atribuyéndole un papel inspirador para las ciencias sociales y comparándolo con «la revolución copernicana para las ciencias naturales». Luego de ese primer reconocimiento, llegaron otros 15 por parte de varias universidades del mundo. 20 años después, la Universidad Católica de Lublin Juan Pablo II quiere hacer un balance y organiza por tanto un congreso de reflexión e investigación sobre “Conflicto, diálogo y cultura de la unidad”, en colaboración con el Centro para el Diálogo con la Cultura de los Focolares y el Instituto Universitario Sophia. A
partir de las perspectivas disciplinarias de la psicología, economía, pedagogía, politología, sociología y comunicación, el presente congreso, declara hoy el Prof. Adam Biela, «analizará lo que la investigación y la práctica inspiradas al paradigma de la unidad, que se fundamenta en la espiritualidad de la unidad, puede ofrecer a las cuestiones conceptuales y aplicadas concernientes la construcción de la integración social, económica y política en Europa y en el mundo». Estará bajo una atenta observación, sigue el Prof. Biela, «la actividad social de Chiara Lubich y el Movimiento de los Focolares, enfocada en la construcción de estructuras psicosociales por la unidad en varios ámbitos sociales». A la convocatoria de ponencias respondieron más de 90 investigadores y estudiosos de muchas partes del mundo, enviando sus resúmenes en relación a las cinco áreas temáticas en las que se centrará el congreso: diálogo en las comunidades: entre carisma e institución; resolución de conflictos a través del diálogo; actores del cambio político y procesos de participación; procesos individuales, interpersonales e intergrupales en la gestión y en la prevención de conflictos; diálogo entre las disciplinas y transdisciplinariedad. Además del Prof. Adam Biela y de Jesús Morán, copresidente de los Focolares quien ofrecerá la relación inicial, los relatores principales son los profesores Bernhard Callebaut (Instituto Universitario Sophia Loppiano, Italia), Mauro Magatti (Universidad Católica de Milán, Italia), Bogusław Śliwerski (Universidad de Lodz, Polonia), Marek Rembierz (Universidad de Silesia, Polonia), Stefano Zamagni, (Universidad de Boloña, Italia), Krzysztof Wielecki (Universidad Wyszynski de Varsovia, Polonia), Catherine Belzung (Universidad de Tours, Francia), John Raven (Universidad de Manchester, Reino Unido). El congreso empezará el día del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de la Universidad. Lo precederá la Ceremonia oficial con la que la Institución celebra esta fiesta, presidida por el Rector Prof. Antoni Dębiński, con la participación del Nuncio apostólico arzobispo Celestino Migliore y de otras personalidades civiles y religiosas. Info: http://psychointerwencja.wix.com/congress Fuente: Nota de Prensa – Servicio de Información Focolares
Un diálogo entre miembros de dos grupos étnicos en permanente conflicto. El artífice es Johnson Duba, quien vive en Marsabit, en el norte de Kenia. Johnson trató de convencer a los ancianos de la aldea para que dialogaran en aras de devolver la paz a la comunidad. En cambio a los jóvenes los reúne a través del deporte. Un campeonato de fútbol sin ganadores para consolidar la convivencia pacífica. Es uno de los frutos de reconciliación madurados gracias al carisma de la unidad, que también Johnson vive en su aldea desde hace años. Esta experiencia se presentó, junto con otras, el pasado 27 de mayo a los delegados de varias Iglesias de África de Este y de Europa, reunidos para la conferencia regional del International Ecumenical Movement – Kenia (IEM-K). Entre los relatores invitados estaban el Dr. Samuel Kobia, quien fue Secretario General del Consejo Ecuménico de las Iglesias y ex presidente de IEM-K, y María Voce, presidente de los Focolares, quien estuvo de visita en Kenia del 14 de mayo al 1° de junio.
«El Movimiento de los Focolares es ecuménico por naturaleza», afirmó Kobia, subrayando sus buenas relaciones tanto con Chiara Lubich, a quien conoció personalmente, como con la familia del Focolar. Además en su intervención animó a los presentes para que perdonen siempre, para no dejarse enjaular por el pasado, y no transmitir el conflicto a las nuevas generaciones. Luego exhortó al Movimiento Ecuménico a apoyar los proyectos de paz, de diálogo y reconciliación que los respectivos gobiernos llevan adelante. También en el corazón de Chiara Lubich ardía un deseo: «Responder a la necesidad más urgente y dramática de la humanidad, la necesidad de paz», recuerda María Voce al empezar su discurso. De tal forma que, continúa, «nos encontramos construyendo lugares y ocasiones de encuentro en el interior de las Iglesias a las que pertenecemos, para que haya cada vez más «comunión». Luego hemos hecho una experiencia de pueblo unido entre cristianos de varias denominaciones, compartiendo los dones específicos de cada Iglesia, con la esperanza de llegar, algún día, incluso a una unidad doctrinal».
El diálogo, por lo tanto, como camino privilegiado a recorrer. Es la experiencia del Movimiento de los Focolares en estos 73 años: «Un diálogo de la vida, que no pone a las personas en oposición, sino que hace que se encuentren, aunque sean de confesiones o credos distintos, y las vuelve capaces de abrirse recíprocamente, de encontrar puntos en común y vivirlos juntos». Recordando que la unidad (el «que todos sean uno» de Jesús) es el horizonte y el fin específico de los Focolares, María Voce confirmó que el diálogo es un estilo de vida, una nueva cultura, que el Movimiento desea ofrecer a las mujeres y a los hombres de hoy. «El Espíritu Santo, vínculo de amor, incrementará en el pueblo cristiano la conciencia de vivir un momento precioso e indispensable – concluye María Voce –, un paso de la oscuridad hacia la luz de la resurrección, hacia una mayor plenitud, en la que la diversidad significa enriquecimiento y es capaz de generar comunión; donde las heridas de los unos serán las de los otros; donde juntos, con humildad y desapego, se tratará de llegar a la sustancia y a los orígenes de la única fe en Jesús, a la escucha de Su Palabra». Willy Niyonsaba