Mar 14, 2019 | Sin categorizar
A los once años de la muerte de la fundadora de los Focolares muchos eventos la recuerdan en todo el mundo. En Roma, el Card. Ryłko celebró una Santa Misa, con la presencia de María Voce y Jesús Morán. Además de un nutrido grupo del “pueblo” de Chiara, hubo muchas autoridades civiles, religiosas y amigos de los Focolares. Iniciadora de caminos nuevos de vida cristiana, mujer que confiaba totalmente en Dios y con una profunda identidad “mariana”. Justamente por eso Dios depositó en ella un don para la Iglesia y el mundo: el carisma de la unidad. Son éstos, en síntesis, los puntos fundamentales de la vida de Chiara y de los Focolares que recorrió el Card. Stanisław Ryłko, ex-Secretario y luego Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, durante la Misa celebrada el 14 de marzo en Roma, en el más antiguo santuario mariano, la basílica de Santa María la Mayor, con ocasión del undécimo aniversario de la muerte de Chiara Lubich.
Estaban presentes, además de la Presidente de los Focolares María Voce, el Co-Presidente Jesús Morán y un nutrido grupo del “pueblo de Chiara”, representantes civiles, religiosos, del mundo diplomático y de distintos movimientos cristianos. Era una asamblea variada, que parecía devolverle a Chiara ese abrazo que ella ofreció a la humanidad. “Quizás cuántas veces ustedes han oído a Chiara pronunciar estas palabras – recordó el Card. Ryłko: «Lo que vale es el amor. El amor hace caminar el mundo, pues si alguien tiene incluso una misión que desempeñar, ella es tanto más profunda cuanto más empapada de amor esté». “Hoy los retos que personalmente y como pueblos vivimos no son menores que los que Chiara tuvo que afrontar cuando empezó – confía una chica que desde hace poco tiempo conoce a los Focolares – . Nada es más actual que su mensaje de unidad hoy; de su visión de un mundo que, en su diversidad y contradicción, puede avanzar unido aun en medio de las polarizaciones que parecen dañar nuestras relaciones”. Se captaba en las palabras del Card. Ryłko la amistad fraterna de largos años con la fundadora de
los Focolares – “Hemos recorrido un largo trecho de camino juntos” – y el profundo conocimiento del don que Dios le dio. “En la vida de un Movimiento es muy importante la memoria de los orígenes – destacó –. Así como en la fuente el agua siempre es más límpida, de la misma manera en sus orígenes un carisma se presenta en toda su fascinante belleza y novedad. Y el Movimiento descubre mejor su identidad. La identidad de ustedes más profunda está condensada en el nombre mismo del Movimiento: Obra de María. Una particular presencia de María los acompaña desde su nacimiento. Esta dimensión mariana caracteriza todo el compromiso misionero de ustedes en el mundo. El Papa Francisco habla a menudo de un “estilo mariano de evangelización” como el más apto para nuestros tiempos”. Luego, definió al pueblo de los Focolares como una “generación nueva” de hombres y mujeres, de jóvenes, de familias nuevas, todos enamorados del amor de Dios y del Ideal de la unidad.
Al concluir la celebración, agradeciendo a todos los presentes, María Voce comunicó la apertura, el 7 de diciembre próximo, del año dedicado al centenario del nacimiento de Chiara Lubich. El año 2020 estará marcado por numerosas iniciativas y eventos de distinta naturaleza, orientados a “celebrar para encontrarse con Chiara”, como reza el lema del centenario mismo. “Quisiéramos celebrar esta corriente de vida nueva y universal que el Carisma de la unidad ha introducido en nuestras historias personales y en la de numerosos pueblos y culturas” – anunció la presidente de los Focolares. “Lo queremos hacer dando la posibilidad a muchos en el mundo de encontrarse con Chiara hoy: de conocerla como persona y redescubrir la actualidad de su Carisma y su visión del mundo visto como una familia de pueblos hermanos. Una visión a contracorriente en esta época de particularismos e imposiciones que resurgen. Estoy segura de que el encuentro personal y colectivo con Chiara seguirá inspirando a personas, ideas y proyectos animados por el espíritu de la unidad”. Las celebraciones empezarán en Trento, su ciudad natal, el 7 de diciembre próximo, con la inauguración de una gran exposición multimedia dedicada a Chiara, que luego será repetida en varias capitales del mundo. Durante todo el año llegarán a Trento grupos de peregrinos que podrán conocer la persona de Chiara y su herencia espiritual. En Roma y alrededores también, durante el año, habrá eventos que permitirán descubrir desde adentro la vida y la obra de Chiara en la cotidianidad, como la casa donde vivió, la capilla en donde descansa ahora, en el Centro del Movimiento.
Stefania Tanesini
Mar 13, 2019 | Sin categorizar
Tenemos que admitirlo: once años después de su muerte y en vísperas del centenario con el que en 2020 recordaremos su nacimiento, Chiara Lubich aún está por descubrir. El mejor modo para acercarnos a lo más íntimo de su alma y comprender la sobreabundancia de luz, de alegría y de frutos que caracteriza su vida es mirarla tal como ella quería ser recordada, o sea, “la esposa de Jesús Abandonado”, es decir, de Jesús que en la cruz se siente abandonado también por Dios. Lo dijo ella misma en una de esas conferencias telefónicas con las que cada mes reunía – en una única familia mundial – a las numerosas comunidades de los Focolares: “Quisiera ser recordada únicamente como la esposa de Jesús Abandonado” . Y comentaba: “Esta posible definición de mi vida (¡que Dios me ayude!), me ha parecido maravillosa, si bien altísima, aunque de momento sea mi «deber ser». Y sin embargo, he sentido que es mi vocación”. La historia y la Iglesia dirán si en su momento acertó y si alcanzó esta meta, pero muchos indicios nos dicen que estas “nupcias con Jesús Abandonado” son el hilo de oro que entreteje la trama de su vida y explica su porqué.

Acuarela de Annemarie Baumgarten
Siendo todavía joven, le confió a su madre la oración que, a menudo, le repetía a Jesús secretamente en su corazón: “Concédeme sentir algo de tus sufrimientos, especialmente un poco de tu terrible abandono, para que esté más cerca de Ti y me parezca más a Ti, que, en la infinidad de tu Amor me has elegido y me has tomado contigo” . Cuando, en el verano de 1949, Igino Giordani le pide si puede hacerle un voto de obediencia, ella transforma este deseo suyo en una petición a Jesús Eucaristía, esto es, que establezca entre ellos esa relación que Jesús quiere; y le dice a Giordani: “Tú conoces mi vida: yo no soy nada. Quiero vivir, en efecto, como Jesús Abandonado que se anuló completamente” . Aquel pacto sellado después en Jesús Eucaristía marca el inicio de un periodo lleno de tal abundancia de luz que Chiara lo llamará Paraíso ’49 y, cuando al final del mismo, Giordani la convence a dejar aquel Cielo para regresar a la ciudad donde la humanidad la esperaba, brota de su corazón su más ardiente declaración de amor: “Tengo un solo Esposo en la tierra: Jesús Abandonado…” . En 1980, cuando el pensamiento de la muerte la preocupaba, le pidió a Jesús que le diera un impulso decisivo para poder terminar bien su vida y Él le recordó cómo la había empezado: viendo y amándolo solamente a Él Abandonado. Le parecía que Él le dijese: “Mira que he esperado veinte siglos para revelarme a ti de este modo; si tú no me amas, ¿quién me amará?” . Y cuando en el año 2000 escribió un libro resumen de toda su historia, como epígrafe escribió: “Como una carta de amor a Jesús Abandonado” y explicó: “Lógicamente, no lograré expresar todo lo que siento, o debería sentir, hacia Aquél por cuyo amor he afirmado varias veces que mi vida tiene un segundo nombre: Gracias.” Durante décadas ha reconocido el rostro de su Esposo en sus sufrimientos personales y en las porciones de humanidad más afectadas por el mal y ha tratado de consolarlo. Al final, durante los tres últimos años de su vida, estuvo totalmente unida a Él en una noche oscura tan profunda que la llamó “noche de Dios”: “Dios se ha ido lejos, también Él se pierde en «la línea del horizonte. Hasta ahí lo habíamos seguido, pero más allá de la línea del mar, detrás del horizonte, desaparece y ya no se ve más. Así pensamos. De modo que, cuando creíamos que las noches del espíritu se terminaban abrazando a Jesús Abandonado, nos damos cuenta de que en este caso entramos en Jesús Abandonado” .
Michel Vandeleene
Feb 26, 2019 | Sin categorizar
La imagen de un país impregnado de disputas políticas e ideológicas, ampliamente difundidas por los medios de comunicación brasileños en general, tiende a esconder la realidad de quienes actúan por el bien común, afrontando las divergencias de opinión a través del diálogo y con acciones concretas de solidaridad. Aun marcado por una fuerte polarización político-ideológica, Brasil cultiva, muchas veces en silencio, los gérmenes de una sociedad renovada, abierta al diálogo, solidaria, que tiende a la construcción de relaciones de fraternidad. En los espacios político y socio-cultural más amplios. Tras haber contado las iniciativas puestas en acción por los varios organismos – eclesiales y de otro tipo – para promover una reflexión política fundada sobre el diálogo (entendida como respuesta a la demanda creciente de una nueva cultura democrática y participativa) queremos ahora poner en luz el compromiso de muchos en el campo de la solidaridad y del voluntariado. A menudo, en efecto, la acción política está guiada por un sentido de solidaridad con los que sufren. Desde 2016, cuando el Gobierno del Estado de Río de Janeiro empezó a atrasarse en el pago de los sueldos de los empleados públicos, además de la lucha en la Justicia y de los numerosos actos políticos de protesta contra esa medida, surgió una red de solidaridad en favor de los trabajadores y sus familias que más sufrieron por esa situación. Los gestos se multiplicaron en todo el Estado, tanto por parte de las personas individualmente como de la colectividad. Para ayudar a las familias en dificultad una serie de organizaciones se movilizaron para recoger recursos y preparar viandas de alimentos básicos, comprar medicamentos y satisfacer otras necesidades primarias. La Arquidiócesis y las demás diócesis católicas de Rio de Janeiro, como así también las otras Iglesias, actuaron en colaboración con el llamado Movimiento Unificado de Funcionarios Públicos de Estado (Muspe).
Una situación similar vio a cerca de 40 entidades brasileñas, entre religiosas y civiles, trabajar juntos para acoger refugiados provenientes sobre todo de Venezuela. Algunos de esos entes llevan a cabo acciones de emergencia (ofrecimiento de alimentos y medicamentos, tratamientos médicos y psicológicos), mientras otros ayudan a obtener la residencia en Brasil a través del acceso a la documentación necesaria, cursos de lengua portuguesa, alojamiento y trabajo. Estas entidades han sido particularmente activas en la región de frontera entre los dos países, pero también en otras regiones adonde fueron enviadas familias de refugiados en el intento de ofrecerles mejores oportunidades de trabajo y vivienda. Iniciativas de este tipo reflejan el deseo de muchos brasileños de “llegar” siempre a quienes tienen más necesidad de ayuda. Tal vez es este impulso lo que justifica los datos de la consulta “Other Forms of Work”, elaborada en 2017 y publicada recientemente por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). Según esta investigación, 7,4 millones de personas hicieron voluntariado este año, el equivalente al 4,4% de la población de 14 años o más. Por voluntariado los investigadores entienden el trabajo no obligatorio, realizado al menos una hora a la semana, sin recibir una retribución o beneficio en cambio, por personas que no viven en la misma familia del voluntario. Siempre según la investigación, el perfil de los voluntarios en Brasil describe principalmente a mujeres que junto con la actividad de voluntariado se ocupan de trabajo profesional y doméstico. Otro ejemplo que viene del Movimiento de los Focolares es Milonga, un programa que pone en contacto las organizaciones no gubernamentales de carácter social de siete países con jóvenes que quieren integrar su formación humana con el voluntariado, donando su tiempo y su trabajo. En octubre de 2018, 75 voluntarios del proyecto trabajaron en 19 organizaciones en Brasil, Argentina, Bolivia, México, Paraguay, Venezuela, Uruguay, Kenya y Jordania. “Aprendí que la esencia de la vida no es tener, sino ser. A veces estamos llenos de muchas cosas, pero lo que cuenta realmente son esas cosas que quedan en la eternidad del momento presente”, dijo Rarison Gomes, 30 años, originario de Manaus. La experiencia del voluntariado coincide con un cierto protagonismo juvenil en crecimiento entre chicos brasileños que desean pasar de la reflexión política a la acción. Un ejemplo significativo es la experiencia del Colectivo Juventude Campo Cidade, nacido hace más de diez años de una conversación entre amigos en la pequeña ciudad de Poço Redondo, en el Estado de Sergipe, en el Nordeste de Brasil. Algunos de esos jóvenes eran ya activos en movimientos sociales en el Alto Sertão Sergipano, como se la llama a esa región. Motivados por el proceso electoral de 2008, estos muchachos decidieron hacer nacer un programa de formación política para los jóvenes de la región. Aun sin recursos y con escaso apoyo, el grupo organizó un curso en 11 etapas de la duración de un año y medio. En el origen del proyecto, una clara toma de conciencia: era necesario formarse, conocer la realidad, para asumir el protagonismo social en la región. “Teníamos la sensación de querer transformar la sociedad y eso se fue consolidando en todas las etapas del curso”, dice Damião Rodrigues Souza, uno de los que idearon la iniciativa. Al terminar el primer curso, los jóvenes llegaron a la conclusión de que la experiencia iniciada allí tendría que continuar, basándose en tres pilares: formación, organización y lucha. El último de estos pilares se concretizó en una serie de iniciativas que produjeron resultados eficaces: la instalación de un campus de una universidad pública federal en la región; la construcción de un teatro popular con una capacidad para 200 personas en la ciudad de Poço Redondo (construido por los mismos jóvenes); la concesión por parte del Gobierno Federal de un pedazo de tierra, hasta ahora inactivo, que se destinará al cultivo de productos biológicos por parte de los jóvenes. Aunque aislados y dispersos a lo largo de los más de ocho millones de kilómetros cuadrados de Brasil, éstos y muchos otros ejemplos de diálogo y participación política, así como de acción concreta para la construcción de una sociedad justa y fraterna, dan testimonio de un cuadro mucho más sano que el de la simple polarización política adonde fue conducida gran parte de la sociedad brasileña. Para los protagonistas de estas acciones, la esperanza está en la convicción de que los ejemplos y los frutos concretos están en condiciones de capturar “seguidores” y potenciar ese protagonismo, que es fundamental para unir a las personas en favor del bien común más allá de las diferencias político-ideológicas.
Luís Henrique Marques
Feb 26, 2019 | Sin categorizar
Un Brasil impregnado de disputas políticas e ideológicas es la imagen que parecería prevalecer hoy en el mundo, por efecto de la lectura mediática. Luís Henrique Marques, jefe de redacción de Cidade Nova nos acompaña en un viaje por la sociedad brasileña, para descubrir la realidad, a menudo desconocida, de los muchos que actúan por el bien común. A juzgar por lo que los medios de comunicación comerciales divulgan a diario, Brasil parece sumergido en la polarización político-ideológica, como sucede también en varias regiones del globo. Pero lo que los medios mainstream no muestran es que la realidad brasileña no está hecha sólo de disputas políticas e ideológicas. La performance silenciosa de muchos “pioneros” de esta democracia aún joven e inexperta revela que hay un potencial capaz de hacer que las relaciones políticas sean un espacio de diálogo y un lugar para la construcción de la ciudadanía. La revista Cidade Nova es uno de los vehículos comprometidos en mostrar esta otra cara de la realidad brasileña, aún acaso tímida, limitada a hechos aislados, pero que – en su conjunto – muestra un Brasil que está más allá de la polarización político-ideológica. Espacios para el diálogo Ante todo, tenemos que reconocer que a pesar de la crisis creada por las posiciones polarizadas en el debate político-ideológico, muchos analistas tienden a mirar con optimismo y esperanza el actual escenario brasileño. El motivo principal es que muchos ciudadanos brasileños se han interesado en comprender y discutir cuestiones políticas y referidas a la administración pública, convencidos de la necesidad de asumir su rol de ciudadanos conscientes y participativos respecto de la “cosa pública”. Se han multiplicado e intensificado los llamados grupos de diálogo, promovidos por parroquias o grupos pastorales de la Iglesia católica, grupos de otras Iglesias cristianas y otras religiones (incluso iniciativas ecuménicas e interreligiosas), organizaciones no gubernamentales, colectivos y otras entidades de la sociedad civil. El objetivo es promover la reflexión política a través del diálogo y el intercambio de experiencias, que se ha intensificado sobre todo en la segunda mitad de 2018 tras el período electoral. Son pequeñas “islas”, pero reflejan el potencial de participación democrática de los ciudadanos brasileños. Es el caso de los grupos del Movimiento de los Focolares, esparcidos en diversas regiones del Brasil. Motivados por un tema específico, jóvenes y adultos de distintas convicciones religiosas y políticas y de distintas condiciones sociales han iniciado un proceso de diálogo acerca del escenario político actual, sus obstáculos y sus posibilidades. Muchos de estos encuentros fueron más allá de la discusión sobre el proceso electoral, y se abrieron a acciones concretas para la promoción de políticas públicas que favorezcan la comunidad local.
La “Escuela de la Ciudadanía”, promovida siempre por los Focolares, es un curso online cuyos temas responden a la demanda difundida de una nueva cultura democrática y participativa. El primer bloque de clases tuvo como tema justamente el diálogo. (www.focolares.org.br/escoladecidadania). Otra iniciativa fue el fruto de la acción conjunta de distintas organizaciones de la sociedad civil brasileña, entre las cuales el Movimiento Político por la Unidad (MPpU): el “Pacto por la democracia”. La iniciativa nació con el objetivo de afirmar el pluralismo, la tolerancia y la convivencia con la diversidad en el espacio público, y actúa en tres direcciones: reafirmar el diálogo para una confrontación virtuosa de las ideas; defender elecciones limpias que puedan representar eficazmente la ciudadanía y restituir las bases de confianza y legitimidad al contexto político; realizar una amplia reforma política al terminar el proceso electoral. Por último, la tradicional Campaña de Fraternidad, promovida anualmente por la Conferencia Episcopal de los obispos de Brasil (CNBBB) durante la Cuaresma, también se presenta como un espacio de diálogo y promoción de acciones concretas en las comunidades parroquiales sobre cuestiones religiosas, culturales, sociales, económicas y políticas de la sociedad brasileña. Para este año, la Campaña propone que los fieles reflexionen sobre el tema “Políticas públicas y fraternidad”. (continúa)
Luís Henrique Marques
Feb 20, 2019 | Sin categorizar
Era un hombre de gran equilibrio y sentido común. Siendo casi ciego, Klaus Purkott realizaba su donación a Dios ofreciendo su escucha a muchos. Era casi ciego y era un hombre de pocas palabras, pero tenía una gran capacidad para escuchar, para una escucha profunda. Así fue como Klaus Purkott entablaba relaciones, ayudaba y acompañaba a las personas; en resumen, vivía su donación a Dios como focolarino. Lo hacía en particular a través del trabajo que hizo en Berlín durante más de 20 años como abogado en una oficina estatal en el Tribunal Civil. Recibía a las personas, especialmente a las personas pobres, que no podían pagar un asesor legal y era estimado y querido por los clientes y colegas, porque podía resolver incluso los casos difíciles de manera inesperada y no convencional. De hecho, tenía una atención especial para quienes se encontraban en situaciones aparentemente sin solución. Este amor preferencial por aquellos que se encontraban en dificultad, Klaus lo había heredado de su pasado comunista. Nació el 31 de diciembre 1936 en la Alta Silesia, una tierra con mayoría alemana, que después de la guerra fue asignada a Polonia. A pesar de su ceguera congénita (tenía una capacidad visual de alrededor del 5 por ciento) logró hacer el secundario y continuó sus estudios en la universidad, siguiendo curso de filosofía marxista. Al igual que su padre, fabricante de cestas y uno de los fundadores del Partido comunista de Polonia, Klaus también esperaba encontrar en el comunismo la verdadera vida. “Pero Dios, como me dijo una vez, a través de mi ceguera, enseguida me hizo comprender la inutilidad de todos mis esfuerzos y me preparó para el encuentro con Él”. Aun en la oscuridad de su vida, Klaus encontró una luz en la figura de Jesús en la cruz, que, precisamente en el máximo de la oscuridad, se abandona en el Padre. Este descubrimiento, que tuvo lugar a través del encuentro con la espiritualidad de los Focolares, cambió su vida y lo llevó a otra opción radical: vivir como un focolarino consagrado con una vida dedicada a los demás. Vive esta opción además que en el ambiente de trabajo en otros campos: en acompañar a personas que confían fácilmente en él, en ofrecer su conocimiento profundo y sabio de la Biblia a través de temas y artículos, o contar experiencias sencillas de su vida. Era estimado por su vasta cultura, su lenguaje extremadamente sencillo, pero también por su humor típico con el que lograba disolver las tensiones. En 1999, ahora retirado, Klaus es llamado a Ottmaring en la Ciudadela Ecuménica de los Focolares en Alemania. Allí también gozaba de autoridad moral. “Era un hermano mayor, – como lo llaman los focolarinos – construía relaciones de manera discreta”. Sus otras características fueron el equilibrio, el sentido común, la sinceridad y una relación profunda con Dios. En 2008 Klaus regresa a Berlín. Hace poco más de dos años se lesionó en un grave accidente, tanto que fue necesario su traslado a un asilo de ancianos. Allí continúa su testimonio de vida vivida según la Palabra de Dios. Pronto se formará un grupo de la “Palabra de vida” a su alrededor y se manifiesta su vivir bien el momento presente; un estilo de vida que le abrió el camino para que llegara dignamente al encuentro con el Padre el 18 de enero de 2019, inesperadamente y sin clamor, durante la acostumbrada siesta después del almuerzo.
Joachim Schwind