
© CSC Audiovisivi
«Estoy muy contento de estar aquí en la ciudadela de
Loppiano. La razón es que fui nombrado doctor
honoris causa y vine aqui para la ceremonia. Al mismo tiempo es una lindísima coincidencia: la ciudadela de Loppiano celebra los 50 años de su fundación por
Chiara Lubich, de venerada memoria. Y yo, como amigo del Movimiento de los Focolares participo de la alegría de este aniversario. Es normal y natural que me sienta feliz y conmovido de recibir el primer doctorado
honoris causa que el Instituto Universitario
Sophia ha querido otorgar a alguien. ¡Soy el primero y estoy feliz! Pero la alegría y la felicidad más grande la he sentido, más que por el doctorado, por el
mensaje que el Papa Francisco, mi hermano muy amado, me ha querido dirigir. A través de este mensaje el Papa quiso honrarme una vez más. Su gran persona quiso expresar también en esta ocasión la determinación de trabajar cada vez más por la unidad de nuestras iglesias hermanas.
Por parte del Patriarcado ecuménico, estoy feliz de poder asegurar a Su Santidad y a todos ustedes que me escuchan, la análogo determinación de nuestra Iglesia de Constantinopla de hacer progresar el diálogo ecuménico en general, pero especialmente entre la iglesia ortodoxa y la iglesia católica. Porque nosotros somos Iglesias hermanas, tenemos muchas cosas en común, estamos más cerca entre nosotros que otras iglesias y denominaciones cristianas y por lo tanto debemos avanzar. Este fue el mensaje que el Papa nos dio cuando vino a Constantinopla el año pasado para nuestra fiesta patronal. Este es el deseo común que hemos expresado en Jerusalén en mayo del 2014 cuando nos encontramos en Tierra Santa para celebrar y subrayar el 50º aniversario del encuentro histórico de nuestros antecesores.

© CSC Audiovisuales
Ya al comienzo de su Pontificado, cuando tuve la alegría de estar presente en la ceremonia de inicio del mismo y tuvimos una media hora de encuentro privado, nos dijimos que debíamos trabajar y rezar intensamente por la unidad de nuestras iglesias, por la recomposición de la unidad del cuerpo de Cristo que es la Iglesia. ¡Esta noche, advierto su determinación, renovada, a través de su mensaje y me siento contentísimo!
Volveré a Estambul más fuerte, más seguro de que en Roma tengo un hermano que desea trabajar con nosotros y rezar para acelerar la unidad de nuestras Iglesias».
Nos estamos acercando a los 50 años del primer encuentro entre el Patriarca Athenagoras y Chiara Lubich en Estambul. Era el 13 de junio de 1967… «Uno de los ideales del Movimiento de los Focolares es la unidad de la Iglesia. Chiara y sus colaboradores trabajaron mucho. Ella visitó 23 veces a Athenagoras en Constantinopla. Después se reunió con Dimitrios y posteriormente conmigo. En el 2008 visité a Chiara en el hospital Gemelli, pocos días antes de su muerte. Estoy seguro de que esta noche Chiara está con nosotros, sin duda que está con nosotros, con su presencia espiritual y con su oración. Se alegra con nosotros y reza por la unidad de nuestras Iglesias. Dentro de un mes recibiré en Constantinopla a los obispos amigos del Movimiento. Tendremos una reunión en Halki, en la escuela de Teología y allí tendremos la ocasión de recordar todos juntos a Chiara y rezar por el reposo de su alma y podremos expresar nuestras experiencias y nuestra voluntad de trabajar por la unidad de las Iglesias. Nosotros como Iglesia de Constantinopla, estamos felices, estamoslistos para recibirlos, e intercambiar nuestras experiencias y también el beso de la paz entre Oriente y Occidente».
0 comentarios