María Voce, presidente de los Focolares, concluyó recientemente su viaje por Brasil, en el que fue acompañada por el copresidente Giancarlo Faletti. En los 55 años de presencia del Movimiento en el gran país sudamericano, la espiritualidad de la unidad ha impregnado diversos ambientes: el social (con numerosas obras de solidaridad); la Economía, con el desarrollo del proyecto de la Economía de Comunión (EdC) que nació en Brasil; el de la política, con el Movimiento Políticos por la Unidad (MPPU); el mundo eclesiástico, el ecumenismo, el diálogo con otras religiones y con la cultura contemporánea.
“Brasil vive un momento de veloces transformaciones no exentas de contradicciones – afirma Klaus Bruschke, director de la Editorial Cidade Nova-. Es la octava economía mundial, y sin embargo, ocupa el 12° lugar de los paises donde se ven más las desigualdades sociales, a pesar de que en los últimos años, 40 millones de brasileños salieron del nivel de miseria.
En sintonía con la Iglesia en América Latina y hoy también con el Papa Francisco, Chiara Lubich decía que la prioridad para este país es el aspecto social que se sana a través del amor por los menos favorecidos. En Recife, en el barrio marginal, donde el Movimiento tiene desde los comienzos una actividad social, en la Isla Santa Teresinha, precisamente ante el muro que separa el barrio de un centro comercial, María Voce subrayó: “La riqueza no está allí, en el centro comercial, sino que está de este lado del muro donde vive la comunidad de la isla, porque la verdadera riqueza está en la comunidad que vive la comunión”.
Desde la ciudadela “Ginetta Calliari”, situada en las cercanías de San Pablo, María Voce y Giancarlo Faletti se conectaron por internet con las numerosas comunidades de los Focolares esparcidas en el mundo y ofrecieron una síntesis del rico e intenso viaje por el inmenso Brasil.
¿Una impresión “inmediata” sobre este viaje? ¿Un título para definirlo?
Maria Voce: «Me encantó Brasil y si quisiéramos darle un título a este viaje diría una expresión de Chiara Lubich: “Bordados de luz”, porque tengo presente en el corazón todos los frutos maravillosos que hemos visto realizados por este pueblo de Chiara en Brasil. Pienso, por ejemplo, en las numerosas obras sociales, en los proyectos que realizan los jóvenes, en las empresas de Economía de Comunión….Y pienso también en muchos otros grupos, en los Movimientos eclesiales, en las personas que se sienten inspiradas por el carisma de Chiara y que viven la Palabra de Vida, o el amor a Jesús Abandonado. Pienso también en aquéllos, con quienes pudimos encontrarnos en estos días, que hicieron suyo el llamado de Chiara “Dame a todos los que están solos”, y desarrollaron obras maravillosass. En estas obras hemos visto los abundantes frutos de la espiritualidad de la unidad; cuya raíz está en el Movimiento de los Focolares, en el pueblo de Chiara. La raíz se alegra de estos frutos que nacieron de ella misma y agradece a Dios. Y estos frutos, a su vez agradecen a la raíz, porque se sienten alimentados por ella y quieren seguir alimentándose. Por lo tanto, es un gran amor recíproco que deja ver estos bordados de luz esparcidos en todo Brasil».
La inauguración de la cátedra Chiara Lubich en Recife nos confirma que muchas personas pueden vivir la espiritualidad de la unidad…
Giancarlo Faletti: «En este período [pascual] en el que hemos sentido resonar particularmente fuertes las páginas del testamento de Jesús “Que todos sean uno” (Jn 15, 17), la impresión fuerte es que la categoría de la fraternidad, a través del carisma de la unidad, penetra en muchas disciplinas inclusive en las de una gran universidad como la de Recife. Por lo tanto es una experiencia muy dinámica, vinculada al testamento de Jesús».
Durante este viaje escucharon las historias de muchas personas, conocieron y participaron en la vida de muchas comunidades locales. ¿Cómo ir adelante?
Maria Voce: «Me parece que es necesario seguir bordando estos bordados de luz de los que hablamos antes. En la humildad del momento presente, haciendo lo que Dios nos hace ver en cada momento, sin nunca perder de vista el designio total de la fraternidad universal, el designio del mundo unido. Por lo tanto que cada una de estas bellísimas obras que hemos conocido, sienta que forma parte de este designio universal y que juntas puedan dar al mundo el modelo, el ejemplo de una unidad que nace de la abundancia de los dones de Dios, en todo Brasil y en el mundo, para no perder nunca el sueño de Dios: hacer de todos los pueblos una única familia»
“Estos días – concluye Klaus Bruschke– nos dieron un fuerte impulso para tratar de transmitir con mayor entusiasmo el mensaje de la unidad que atenúa las desigualdades y contiene las diferencias y riquezas, que son expresión de la riqueza de Dios”.
Las etapas del viaje en: Revista Mariápolis – Área reservada
Website: www.focolares.org.br/sitenacional
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