«Ha sido para muchísimas personas un verdadero testigo de la misericordia infinita de Dios – escribe Maria Voce a los miembros del Movimiento –, que ahora ciertamente experimenta en su plenitud». Nacido en Pistoia, el 8 de septiembre del 1926, tuvo su primer contacto con el Movimiento naciente en diciembre de 1949, con ocasión de una visita de Graziella De Luca a su ciudad – también ella una de las primeras focolarinas – para encontrarse con Pasquale Foresi. Fue ordenado sacerdote en 1978, y asumió muchas tareas en el Movimiento, pero “una de las mayores gracias que he tenido – dirá – ha sido la de compartir el encargo del aspecto de la Economía y el Trabajo por más de 30 años con Giosi Guella, una persona excepcional; y experimentar la intervención constante de la Providencia que me hacía sentir que estamos en las manos de Dios”.
Saber comprometerse en favor de los otros
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