Recientemente llegó desde el departamento de Lebialem, en Camerún, con la firma del presidente de la organización Lecudo (Lebialem Cultural Development Organisation), Mbeboh John, una carta de saludo y de agradecimiento a la presidente de los Focolares, María Voce, y al co-presidente Jesús Morán, por la elección tomada por los focolarinos de quedarse junto a «ancianos, enfermos, niños, hombres y mujeres que se han refugiado en el Centro Mariápolis», a pesar de los riesgos que corren. Desde hace casi dos años, en las regiones anglófonas de Camerún, ubicadas en el noroeste y en el sudoeste, donde se encuentra la ciudadela de Fontem con el hospital “Mary Health of Africa”, fundado en el 1964 por deseo de Chiara Lubich, se ha desatado un conflicto armado entre grupos separatistas anglófonos y el gobierno central del país, en su mayoría francófona. El año pasado un grupo radical declaró la indipendencia de la zona anglófona. Desde entonces –como han denunciado los obispos del Camerún– se desataron “violencias deshumanas, ciegas, monstruosas y una radicalización de las posiciones”. Es en éste contexto se da la elección de los focolarinos de permanecer junto al pueblo Bangwa, que «nos lleva con la memoria –escribe el presidente Mbeboh John– a la llegada del Movimiento, cuando Chiara decidió combatir tres guerras: contra la enfermedad del sueño inducida por la mosca tse-tse, contra la pobreza educativa y contra la pobreza material» del pueblo Bangwa. Texto de la carta en inglés
Ser constructores de paz
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