Movimiento de los Focolares
El Evangelio vivido: caminar en la caridad

El Evangelio vivido: caminar en la caridad

Una enfermedad Hace dos años que mi marido está enfermo. Un tumor en el cerebro lo ha transformado. A veces se queja porque se le caen las cosas de la mano. Me puse de acuerdo con mis hijos para nunca hacerle  sentir que había sucedido algo raro… Muchas veces, observando la delicadeza con la que tratan a su padre, de cuántos sacrificios y renuncias hacen con tal de ayudar en la familia, veo en ellos que son adolescentes una gran madurez. En la familia estamos viviendo una etapa que nunca habíamos vivido. No obstante, a pesar del dolor inconfesable que pesa en cada día, experimentamos una gran serenidad. (B.S. – Polonia) El viejito En casa no había nada para comer. Tomé una bolsa de maíz y 1000 francos: la mitad era para el transporte y la mitad para el molino. Detengo el primer taxi. Al lado del chofer, un hombre anciano dormía profundamente. Noté que el taxista trataba de sacarle el monedero de su cartera, entonces cuando llegué a mi destino dije: «Este señor es mi padre. Tiene que bajar conmigo». El conductor seguía repitiéndome que éste no era el lugar que él le había pedido ir, pero ante mi insistencia, para hacer bajar a ese hombre, me pidió 1000 fr. Se los di enseguida, y, tomando la bolsa, saqué al viejito que seguía durmiendo. En nuestra ciudad sucede a menudo que los choferes drogan a los pasajeros para robarles. El anciano se despertó cuando le tiré agua en la cabeza. Buscó su cartera y controló si estaba toda la plata. Me dijo: «Me salvaste la vida» y me dio 5000 fr. Luego llamé a un taxista de confianza que lo acompañó sano y salvo a su pueblo. (M.A. – Camerún)   20150827-01Pantalones de moda En la clase me tomaban el pelo porque no estaba vestido a la moda como los demás. Mi familia era numerosa y vivíamos en el campo. Un día ayudé a un compañero que tenía dificultades con matemáticas y nos hicimos amigos. Otro día los otros comenzaron a burlarse por mis pantalones y mi amigo me defendió. Desde ese momento no hubo más problemas. Tenemos que ser por lo menos dos para poder luchar contra las ideas erróneas. En un lapso de poco tiempo todos nos hicimos más amigos, y cuando hubo que elegir el nuevo líder de la clase me eligieron a mí. (E.C. – Italia) El mendigo En nuestra comunidad todos los días pedimos la bendición de Dios sobre nuestros alimentos y pedimos también que sepamos compartirlos con el que no tiene nada. A la hora del almuerzo tocó a la puerta un mendigo conocido y no teníamos nada más que un poco de polenta para el almuerzo y para la cena. No teníamos plata. Le dije al mendigo que lamentablemente no teníamos nada. Cuando me senté a la mesa pero no tenía hambre. Me da vueltas en la cabeza la frase: «Den y se les dará». Entonces tomé lo que teníamos y se lo di al mendigo que estaba esperando. No mucho tiempo después llamaron nuevamente a la puerta. Una chica traía un gran plato de polenta: «Lo manda mi mamá». Es increíble la puntualidad de Dios. (Sor Madeleine – Burkina Faso)  

Un valle que ha renacido gracias a los emigrantes

Un valle que ha renacido gracias a los emigrantes

20150826-01Hace cinco años estaba considerado por las estadísticas como uno de los pueblos con mayor porcentaje de “marginación” social y económico del Piamonte. Pero la comunidad había aprendido la hospitalidad. Hoy, 30 prófugos, casi todos africanos, y una familia de Kosovo con tres niños, viven desde hace ocho meses en una propiedad del Cotolengo. «Los hemos adoptado», confiesan dos personas ancianas, mientras están sentadas en un banco de la plaza municipal. Fue así, también durante la guerra, dice el presidente de la “Pro Loco”, con los judíos y los partisanos. La historia se repite. El alcalde Giacomo Lisa no tuvo que convencer a los 180 habitantes del pueblo. De éstos, sólo son 90 los que viven en Lemie todo el año. Ya había sucedido en el 2011, cuando aún no era tan fuerte el problema de la acogida de los prófugos y de los refugiados que están llegando a la costa italiana a bordo de frágiles barcazas. Para el pueblo de Lemie ya en aquel momento, la llegada de “amigos” había representado un renacimiento de la comunidad. Doce niños, acompañados por los catequistas y el párroco, fueron bautizados en la iglesia parroquial durante una ceremonia por la cual entraron a formar parte de la pequeña historia del pueblo. Una fiesta. Todas familias con niños, fueron recibidas por familias y por otros niños en esos valles alpinos. «Es cierto que al principio estábamos un poco sorprendidos – explica Lisa-. La población aquí tiene un promedio de edad muy alto y no es tarea fácil abrirse a los demás. O por lo menos, no lo era. No tuve que dar muchas explicaciones porque nadie mi hizo preguntas. Recibirlos nos pareció natural». Así fue en el 2011, así es hoy. Y como en aquella época, los hombres y las mujeres que llegaron de Libia y de otros países de África sub sahariana quieren trabajar, ser útiles. «Con la Provincia de Turín, en el 2011, pusimos en marcha una bolsa de empleo. Ahora, algunos de ellos han solicitado hacer un “voluntariado de restitución” que les hace bien a ellos y a nosotros», comenta el Alcalde. No sólo estos “amigos prófugos” quisieran quedarse en Italia, es la misma comunidad la que les pide a ellos que se queden. «Los ciudadanos los aceptaron enseguida, diría más, los acogieron – confirma Giacomo Lisa- y un par de personas del lugar les encontraron trabajo como educadores, de acuerdo con una asociación vinculada a una cooperativa. ¿Los problemas? «Sólo de orden burocrático. Presentaron la solicitud de protección, como refugiados, pero la duración del trámite es larguísima». Además está el tema del transporte: «Le pediré a la empresa de ómnibus que va a Turín que los ayude; me parece inútil hacer que tengan que pagar el boleto del ómnibus cada vez que tienen que viajar a la ciudad». Si se le pregunta al Alcalde si el pueblo, gracias a los prófugos africanos ha renacido, él sonríe y abre los brazos. «Miren este valle. Está lleno de casas para vacacionar, que se usan sólo durante algunas semanas en el verano. Muchos jóvenes se están yendo, aunque el vínculo con el pueblo permanece fuerte. Las personas nuevas que llegaron trajeron mucha vivacidad. Es suficiente mirar el parque de juegos en una tarde de sol para finalmente ver niños que juegan, gritan, se divierten. Inclusive han salvado la escuela» ¿De verdad? «Es cierto. Cinco niños más en la escuela han permitido mantener a más maestros y tener una mejor calidad de enseñanza. ¿Qué más queremos? Gracias a estos amigos que hemos recibido la familia se agrandó y Lemie no es más tan pequeño y marginal. Queremos ser un pueblo distinto, nuevo, abierto a todos». Fuente: Città Nuova online

Argentina: La ciudadela Lia bajo el agua

Argentina: La ciudadela Lia bajo el agua

20150825-01Intensas lluvias afectaron recientemente las provincias argentinas de Buenos Aires y Santa Fe. Los medios de comunicación locales dicen que son 20.000 las personas afectadas y 4.000 los evacuados. Hay rutas cerradas y otras con circulación reducida. La lluvia no se detiene y continúa el alerta meteorológico. De todas formas, en algunas zonas el agua comienza a descender lentamente. La ciudadela “Mariápolis Lia, situada en la Pampa argentina, se encuentra literalmente sumergida en el agua. Obviamente, también el “Polo Solidaridad donde existen algunas empresas de Economía de Comunión. «El agua entró en dos casas del Polo y también en el garaje de una tercera casa – escribe Jorge Perrín desde el Polo Solidaridad.- Otras dos casas están en riesgo: el nivel del agua está a pocos centímetros. Las demás por el momento están a salvo, aunque en algunas de ellas el agua entró en el sótano. También el invernadero de “Primicias” cercano a la calle, está inundado y la producción se ha perdido, con excepción de una parte donde se cultivan los tomates, los otros plantíos tienen el terreno demasiado húmedo. “Pasticcino” (que produce galletitas para el café) está entregando sus productos con el tractor de “Primicias”. Por el momento el agua no ha entrado en las habitaciones de la ciudadela». Como en gran parte de la provincia de Buenos Aires, las lagunas están unidas entre ellas; los canales de desagüe no son suficientes y los espejos de agua son como mares. 20150825-03«El canal de drenaje de la Mariápolis y del Polo fue limpiado recientemente y funciona muy bien – explica Perrin-. Si la lluvia cesara, en pocos días el agua descendería en toda la ciudadela. Es distinto el problema de la calle que une la ciudadela con el pueblo cercano, que drena el agua por otro lado. El acceso entre la Mariápolis y el pueblo cercano está completamente inundado y se puede circular solamente con vehículos especiales» «La solidaridad entre nosotros es extraordinaria – agrega. Debido al barro, los únicos autos que pueden circular son el único tractor que tenemos y la furgoneta de la ciudadela. De modo que estos dos medios de transporte están siempre a la orden llevando a las personas al trabajo, a la escuela, a hacer las compras para todos, o también llevando la mercadería que hay que entregar, etc. En estos días – concluye- por las numerosas llamadas, por la comunión entre todos, en el espíritu sereno con el que enfrentamos cada dificultad, comprendo aún más ¡que somos una gran familia!» Para quienes deseen colaborar concretamente, todo tipo de ayuda se coordina a través del mail: polosolidaridad@gmail.com Escribiendo a esta dirección se recibirán las indicaciones oportunas según la procedencia y el tipo de ayuda.

Cuba: estaba preso y viniste a visitarme

Cuba: estaba preso y viniste a visitarme

Prison«Desde el año 1994 realizo mi servicio en la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba, que incluye la ciudad de Guantánamo. Junto con otros voluntarios asisto a los presos/as y a sus familiares, pues ellos son los más pobres entre los pobres. Cuando conocí la espiritualidad de la unidad, en el 2007, fue como si un rayo de luz penetrara dentro de mí. Lo que más me impresionó fue constatar que siempre se buscaba lo que nos une y no lo que nos separa. Compartir con otros este modo de vivir me ayudó mucho en mi servicio a los presos. Hay quien me dice: “¿Cómo puedes trabajar, visitar a asesinos, violadores, etc., si luego cuando salen, la mayoría no se acuerda de quién los acompañó en su proceso? La espiritualidad de Chiara Lubich, en cambio, me ayuda a ver en cada uno de ellos el rostro de Jesús crucificado y abandonado, con la convicción de que nosotros sólo sembramos la semilla del Evangelio, sin esperar nada en cambio. Esta convicción me fortalece, me sustenta y no me hace sentir sola. Me impide caer en la tentación de abandonar este servicio y, al final, siempre recibo más de lo que doy. Desde hace tiempo hemos comenzado a llevar todos los meses la hoja de la Palabra de Vida a los presos y a sus familias. Al cabo de un tiempo, cuál sería nuestra sorpresa al saber que en el grupo de internos del “Régimen especial” compartían la Palabra cada mes y la ponían en práctica. Así, formaron una pequeña comunidad con un joven al frente y las experiencias que hacen son maravillosas, como cuenta Y.: En los años de la juventud, cometí crímenes que me valieron la cadena perpetua. Me encuentro en la cárcel de la ciudad de Guantánamo (no lejos de la conocida cárcel estadounidense de altísima seguridad). Encontré la fe en Dios a través de personas del Movimiento de los Focolares que desde hace varios años vienen regularmente a visitarme. También escribí la historia de mi encuentro con Dios y cómo renació en mí la esperanza de la Vida que no termina. Todos los días me comprometo a poner en práctica la Palabra de Vida del mes». Un día nos decía por teléfono: “Tengo fiebre y un fuerte dolor de cabeza; tenía necesidad de escucharte y aproveché este momento de permiso para hacerlo. Hablar con ustedes es un bálsamo para mí”. Le aseguramos que rezamos por él, que Jesús vino a salvarnos para siempre, más allá de cómo ha sido nuestra vida terrena. Nos dice que está seguro de eso y agrega que “es lo que todos los días me da la fuerza para seguir amando a todos”». (Carmen, Santiago de Cuba)

En Jordania, a un año de la tragedia de Nínive

En Jordania, a un año de la tragedia de Nínive

(AP Photo/Raad Adayleh)

El 7 de agosto pasado, la iglesia católica de Jordania quiso recordar, con una noche ecuménica de oración, el trágico evento ocurrido hace un año, que llevó a emigrar a más de 100.000 cristianos. «Más de 2000 fieles, en su mayoría iraquíes refugiados, rezaron con solemnidad y con dolor en la plazoleta de la iglesia de Fuheis», escriben desde Amman. «Ha sido de gran consuelo la lectura de la carta escrita por el Papa Francisco, pero también la noticia de la ayuda concreta en dinero que la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) decidió enviar y que permitirá a 1400 niños iraquíes ir a la escuela este año». En la velada de oración estuvieron presentes el Secretario General de la CEI, Mons. Galantino, acompañado por el Pbro. Ivan Maffeis; el Patriarca caldeo de Irak Mons. Louis Sako, con sus vicarios Mons. Salomone Warduni y Mons. Basil Yaldo; el Patriarca de los latinos, Mons. Fuad Twal; el actual obispo de los latinos en Jordania, Mons. Marun Lahham; y el obispo emérito de los latinos Mons. Salim Sayegh. Estuvo presente también, el Secretario de la Nunciatura, Mons. Roberto Cona, y algunos sacerdotes de varios ritos, también de la Iglesia Ortodoxa, presentes en Jordania e Irak, y algunas personalidades civiles. Ha sido un evento dentro del marco de los encuentros de oración de los cristianos. PrayerServiceFuheis_b«Después de la oración –escriben las focolarinas de Fheis – estaba prevista una cena para las autoridades religiosas presentes, en la casa de las Hermanas del Rosario, ofrecida por la Cáritas local. Pero, repentinamente, el obispo latino de Ammán, de acuerdo con el Secretario de la Nunciatura, ¡quiso que la cena tuviera lugar en nuestra casa! Por lo tanto, a último momento comenzamos con la preparación de la cena pero siempre con gran alegría y emoción por la inesperada bendición de Dios de poder convertirnos en una casa acogedora para la Iglesia». «Vinieron alrededor de 40 personas, entre ellas, el Alcalde de la ciudad a quien acompañaron algunas personalidades civiles. Los cardenales, patriarcas y obispos quisieron rezar en nuestra capilla: fue un momento sagrado». «En este período de incertidumbre y de grandes amenazas para la paz y para los cristianos presentes en Medio Oriente, este momento de oración conjunta, por la atmósfera de paz y de unidad en que se realizó ha sido un fuerte llamado de unidad y. una tregua para estas tierras tan castigadas».