Movimiento de los Focolares
República Centroafricana, estamos con ustedes

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Bangui, 23 de diciembre de 2013

«Sabemos que muchos siguen atentamente las noticias sobre la dramática situación que golpea a la República Centroafricana. En los últimos días se produjeron enfrentamientos  en algunos barrios de Bangui, la capital. Es una situación previsible, dado que el desarme no es sencillo y persisten zonas de influencia, o podríamos decir, zonas de ocupación, por parte de los combatientes ‘Anti-Balaka’ que se oponen a los ‘Seleka’

Pero es también cierto que el centro de la ciudad y las calles principales de la capital están siendo vigiladas por las tropas francesas, y esto ha permitido que se reanuden al menos en parte, las actividades y el tránsito de los ciudadanos.

El aspecto más dramático es el de la población que se encuentra involucrada directamente en estos enfrentamientos.

Desde el 5 de diciembre, fecha del primer ataque de los ‘Anti-Balaka’, se produjo un verdadero éxodo de la población hacia zonas más seguras: iglesias católicas, protestantes, seminarios católicos, mezquitas para los musulmanes, zonas y campos de los alrededores de la ciudad y  el predio del aeropuerto (que está protegido por las tropas francesas)

En este período la masacre ha superado los 1000 muertos. El aspecto religioso, cristianos contra musulmanes y viceversa, está siendo instrumentalizado para fines económicos y políticos, lo cual ocasiona un grave problema en la conciencia de los fieles. ¿Cómo hablar de perdón cuando se presenció la masacre de personas queridas? Hemos ingresado en un  círculo de venganza que llega más lejos de una simple batalla.

Y ahora, en este momento, no se sufre sólo la inseguridad sino también el hambre.

La población terminó su reserva de alimentos. Las actividades comerciales se reactivan muy lentamente y los ciudadanos ponen en riesgo la vida cuando se alejan del lugar a buscar provisiones. Los precios de los comestibles están altísimos

El PAM y otras ONG, reparten comestibles, pero no llegan a responder a las enormes necesidades, a tal punto que se producen amenazas, robos y agresiones cuando se  distribuye algo. En Bangui hay una pequeña pero activa comunidad de los Focolares: jóvenes familias, muchachos… Muchos de ellos están protegidos donde encontraron refugio; otros, vuelven a su casa durante el día y de noche regresan a los refugios. Los miembros de los Focolares  se ponen en actividad ayudando  en lo que sea, en su barrio o en los refugios, y aquéllos que viven en barrios más tranquilos, alojan a personas en su casa. Una familia de la comunidad, compuesta por cinco miembros, ahora aumentó a más de treinta personas…

En su barrio, Eliane y Max atienden a unas sesenta personas: acompañan a los ancianos y a los enfermos que quedaron aislados o en zonas peligrosas ayudándolos para que lleguen a sus refugios.

Después de haber distribuido lo que la comunidad logró poner en común, ofreciendo todo lo que tenían, hicieron un censo de los casos más urgentes: casi 500 entre personas discapacitadas, ancianos y enfermos, madres embarazadas o con niños pequeños. Se dirigieron a diversos organismos para pedir auxilio.

Otros miembros de los Focolares están comprometidos ayudando en los campos de prófugos, asistiendo a las personas de diversas maneras, pero tratando sobretodo de infundir esperanza con pequeños gestos de consuelo.

Las innumerables dificultades, nos lleva a ser más conscientes de haber recibido un ‘ don’ : el carisma de la unidad que fue dado a  Chiara Lubich en épocas similares a la nuestra, durante la segunda guerra mundial. Sentimos que ésta es nuestra fuerza.

Desde este lugar tan golpeado del planeta, contamos con vuestras oraciones y auguramos que Jesús Niño traiga el milagro de la paz en la República Centroafricana».

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Desde el Congo a Bélgica, el viaje de Belamy

Clip completo de la canción – http://www.youtube.com/watch?v=ymXHLfOal4U

Belamy Paluku es originario de Goma, pero estuvo en Bélgica durante tres meses. En su país, Congo, forma parte del grupo Gen Fuoco, una banda musical cuyo mensaje se inspira en la espiritualidad de la unidad; es el responsable del “Foyer culturel”, un centro cultural de su ciudad. Gracias a su talento musical, el Centro Wallonie-Bruxelles le ha ofrecido una beca para estudiar canto en Verviers, Bélgica. Belamy es un compositor, que destaca la búsqueda de la paz, el diálogo y el valor del sufrimiento. Su canción más conocida se llama “Nos couleurs et nos saveurs” (Nuestros colores y nuestros sabores), y es una invitación a apreciar los diferentes colores y diferentes gustos de los diversos pueblos, ya que “un mundo con un sólo color y un sólo sabor sería muy pobre”. En el video, se propone una entrevista al joven músico congoleño y a una joven belga. Belamy, tú naciste en Goma, en el Congo. En este momento estás en Bélgica como parte de un intercambio intercultural, para especializarte como músico. ¿Cómo te sientes en un mundo tan diferente? “Descubro muchas personas de diferentes orígenes, y me doy cuenta de que todo el mundo siempre tiene algo que dar y algo que recibir de los demás. La diferencia de cultura y de idioma no nos puede impedir el convivir y comunicarnos”. Y para ti, Elisabeth, que naciste en Bélgica, ¿qué significa acoger la presencia de personas que llegan de todo el mundo?

Entrevista al Belamy Paluku

“Es cierto que en Europa y especialmente en Bruselas hay una inmensa riqueza de nacionalidades y culturas diversas. Personalmente, he conocido a chicos del Movimiento de los Focolares de Siria, Eslovaquia, Italia, etc. Lo que también me ha ayudado siempre ha sido el arte de amar que concretamente te hace dar el primer paso hacia el otro. Pero pienso que no basta con vivir unos al lado de los otros, sino que podemos dar un paso más allá. El desafío para nosotros europeos, que quizás somos más reservados, es precisamente el de ir al encuentro del otro, construir puentes para que todos seamos una sola familia, a fin que nos reconozcamos todos verdaderamente hermanos”.

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Siria, futuro incierto

«Desde hace bastantes semanas se interrumpió nuestra correspondencia con Siria. Gió se vio obligada a dejar su casa de Damasco y a mudarse cerca de la costa buscando una ubicación más segura. La electricidad de todo el país es discontinua: tres horas en la mañana y luego se corta, o también a veces hay electricidad durante alguna hora de la tarde y vuelve sólo  al día siguiente. Llamando por teléfono al apartamento de Damasco, casualmente nos comunicamos con una amiga de quien escribe que fue a ver cómo estaba la situación. «Sabes, también en la capital caen bastantes bombas, pero se está bien». Intenta tranquilizarme y tranquilizarse ella misma aunque sigue declarando: «Vivimos momento a momento, no sabemos cómo será el mañana, por lo tanto lo único que vale es el hoy». Hace dos meses que dejó el trabajo,  porque su jefe le pidió que realizara tareas deshonestas y ella decidió renunciar. Se niega a decirme el tipo de trabajo: lo mantiene reservado por ella misma y por su jefe. Hace dos días presentó un currículum, ahora está esperando un cambio de su situación. Me cuenta algo de sus padres: viven en Talfita, cerca de Maaloula, el pueblo donde el 3 de septiembre pasado fueron raptadas unas religiosas ortodoxas. Existe  mucha angustia por el fin que hayan tenido estas religiosas.  «Una amiga mía las llamaba todos los días, pero ese martes el teléfono sonaba, sonaba y nadie respondía ». Mientras tanto, en un mensaje de video que pasó el canal de televisión de los rebeldes, las religiosas declararon que no fueron raptadas, sino que fueron protegidas de los ataques de la zona. Esto nadie lo cree. La vida es muy difícil en el norte del país donde los rebeldes son tan feroces como el ejército. Hace frío y la falta de electricidad no permite que se pueda llevar una vida normal. Se reemplaza con generadores a gasoil, pero el combustible sirve más para calentarse que para iluminar. «Nuestro pueblo fue casi completamente quemado. La gente no sale de la casa ni siquiera para comprar los artículos de primera necesidad. Pero Dios continúa interviniendo y salvando nuestra vida, pero no vemos aún espirales de paz, al contrario, vemos las cosas sin sentido, sin una finalidad. ¿Cuándo podremos decir basta a esta violencia? ». A cargo de Maddalena Maltese fuente: Città Nuova  

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Filipinas, en vivo

«Hasta ahora hemos logrado ayudar a alrededor de 500 familias, que a su vez sostienen a otras familias, gracias a la ayuda llegada de los Focolares en el mundo y también de muchos otros. Ahora estamos recogiendo fondos para reconstruir las casas destruidas, por lo tanto ¡contamos con la ayuda de todos!”». Es la invitación hecha durante la transmisión en directo mundial por internet con 6.343 localidades conectadas en los 5 continentes, por Carlo Gentile e Ding Dalisay, responsables de los Focolares en Cebú, involucrados directamente en las operaciones de socorro en las zonas más afectadas. Su relato prosigue con algunos hechos que hablan de la solidaridad puesta en marcha, aun en medio de una situación que sigue siendo precaria: «El día después del tifón, algunos de nosotros partieron para las zonas más afectadas para llevar ayuda. Algunos prefirieron dejar la ciudad, otros, se quedaron: “No podemos irnos y escapar de nuestras responsabilidades. Tenemos que pagar los sueldos, ayudar a la ciudad a levantarse…”, explicó Bimboy, rector de la universidad local y miembro de los Focolares. Bimboy camina diariamente 10 km para ir a la universidad y así asegurar un mínimo de normalidad. Pepe y Marina son los responsables de la comunidad local de los Focolares en Tacloban. Tratan de estar el servicio de todos. Un vecino tenía necesidad de gasolina, le dieron la poca que les quedaba en su auto..¿Cómo haremos ahora?”, se preguntaron. Al día siguiente llegó, repentinamente, un primo que había decidido dejar la ciudad y les dejó su pequeño autobús hasta su regreso. Mientras tanto a Cebú llegan aportes de los Focolares de todo el mundo. En New City Filipinas se lee que «El aporte de la comunidad internacional es sencillamente ‘arrollador’. La profecía del Evangelio “cuando seré levantado de la tierra, atraeré a todos a mí”, parece que se está realizando precisamente aquí en Tacloban. También los niños pequeños están enviando, de diferentes partes del mundo, los ahorros de sus alcancías». Se activa positivamente una reacción en cadena. Una pareja de ¨ítalo-filipinos residente en Italia cuenta que los miembros del Movimiento enviaron 23 paquetes para Abuyog (la aldea donde reside su familia ndr). «No se trata sólo de ayuda alimenticia –dicen, sino que también envían carpas, mosquiteros, colchonetas y otros elementos necesarios. Fue complicado hacer llegar los paquetes que quedaron detenidos a algunas horas de distancia de la ciudad… pero después lograron recuperarlos». A partir de ese momento se activó una red de solidaridad para ayudar a los menos afortunados: «Inspeccionan las zonas más afectadas, distribuyen los paquetes recibidos y el arroz que logran comprar; dejan volantes a las familias en dificultad, invitándolas a llegar a su casa para que busquen eventuales ayudas». Y sigue llegando ayuda, tanto a través de AFN Osfl como de AMU (Osfl de los Focolares), presentes en la zona y muy cercanas a la población desde hace años. Ángel, una joven de los Focolares de Filipinas, ha alentado a sus profesores y compañeros de clase a renunciar a algo para darlo a las víctimas del tifón, diciendo: «Cuando una parte de nosotros muere, la otra vive». Con su iniciativa recogió muchos bienes y 20.000 pesos (€ 400) en un solo día. Michael, otro joven de los Focolares, recogió en su pobre aldea, 7 bolsas de ropa. Están llegando ayudas de naciones ricas y de naciones pobres. Al final, cuenta Amiel: «Se necesitará mucho tiempo para regresar a la vida normal. Pero habiendo hecho una experiencia similar a la de Chiara Lubich durante la guerra, seguiremos adelante. ¡Esta es nuestra forma de dar testimonio de que Dios es Amor!». Puedes ayudar: Asociación Acción por un Mundo Unido en Banca Popolare Etica, filial de Roma. Código IBAN: IT16G0501803200000000120434 Código SWIFT/BIC CCRTIT2184D Causal: emergencia tifón Haiyan Filipinas Acción por FAMIGLIE NUOVE OnlusBanco c / n° 1000/1060 BANCA PROSSIMA Código IBAN: IT 55 K 03359 01600 100000001060 Código Bic – Swift: BCITITMX FOCOLARES – CEBU Causal: emergencia tifón Haiyan Filipinas METROPOLITAN BANK & TRUST COMPANY Cebu – Guadalupe Branch 6000 Cebu City – Cebu, Philippines Tel: 0063-32-2533728 Account name bancaria: WORK OF MARY/FOCOLARE MOVEMENT FOR WOMEN Euro Account name bancaria: 398-2-39860031-7 SWIFT Code: MBTCPHMM Causal: emergencia tifón Haiyan Filipinas Email: focolaremovementcebf@gmail.com

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Apoyo a distancia: un amor contagioso

«Tenía en el corazón el deseo de involucrar a mis colegas de la cooperativa de crédito agrícola en una actividad común de solidaridad con personas en situaciones difíciles», cuenta: B.S., voluntaria del Movimiento de los Focolares, de Trento.  Así empezó el compromiso, que con el tiempo, generó una ola de solidaridad “a distancia”. La ocasión se presentó en 1989 cuanto la guerra de Líbano, que estaba en curso hacía varios años, tuvo un período de fuerte recrudecimiento. «Nos llegó la solicitud desde ese país si podíamos hacernos cargo, a distancia, de niños huérfanos o en extrema pobreza. Lancé la propuesta entre mis colegas que adhirieron con alegría depositando todos los meses un pequeño aporte». El medio elegido fue el proyecto ayuda a distancia de Familias Nuevas, a través de los proyectos de AFN osfl. Natine, tiene 12 años, con la ayuda puede vivir más dignamente y proseguir los estudios hasta sacar el título de maestra y empezar a trabajar. Los colegas de la Cooperativa, de común acuerdo, decidieron proseguir con la iniciativa con otros 5 niños, uno en cada continente. A quienes pasan más necesidad envían un aporte navideño extraordinario, en el que involucran también al Consejo Administrativo. «Con el pasar del tiempo –cuenta con alegría B.S. – nuestros aportes a distancia han aumentado a 14 niños esparcidos en varias partes del mundo, este año se sumaron otros 6 de Uruguay: ¡en total son 20 niños! Y dado que el amor es contagioso, muchos han decidido subvencionar una ayuda personal, a la que se deben sumar otras 30 de personas que no son de la Cooperativa, pero que al saber de la iniciativa, decidieron apoyar, al menos por un período, esta iniciativa de solidaridad. ¡Hoy –conclye B.S. – los niños mantenidos a distancia en nuestro grupo y ‘alrededores’ son 75!». ¿También tú quieres mantener a un niño a distancia? Puedes escribir a sad@afnonlus.org, o llamar por teléfono al 06.9454.6412 (Roma).  

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Bolivia: la Casa de los Niños

En la ciudad de Cochabamba, Bolivia , donde la población está constituida por un 50% de niños y adolescentes, en su mayoría, abandonados por sus padres, desde hace algunos años, desempeña su actividad  la Asociación de Voluntariado ONLUS, llamada “Casa de los Niños”.

“Somos  fruto del encuentro con el rostro de Jesús que se ve concretamente en las personas que entraron en  nuestra historia”. Así nos escriben los responsables del proyecto que están motivados  por sueños de esperanza y de bienestar hacia las personas que viven situaciones dolorosas o de marginación, especialmente los niños.

Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, expresó una vez, el deseo de que se pudieran cerrar los orfanatos, con la esperanza de que cada uno de los pequeños huéspedes pudiera gozar del calor y del amor de una familia. “Siguiendo este sueño de Chiara Lubich – cuentan- nos pusimos a trabajar, allí donde es posible, recomponiendo, alojando transitoriamente  y sosteniendo a las familias o a los familiares de los niños que sufren mayor abandono. En estos últimos 6 años, con la ayuda de muchas personas, hemos logrado reunir casi un centenar de familias, ofreciéndoles una vivienda digna”

Un ejemplo es el caso de M.R., que fue diagnosticada hace 8 años con el virus de HIV (Sida). Cuando los trabajadores de la Asociación la conocieron no hablaba y no caminaba. Había sido excluida de la terapia intensiva, donde había sido hospitalizada  por una infección, y fue recibida en la “Casa de los Niños”. “M.R. dentro de pocos meses cumplirá 10 años – cuentan con alegría-. Mientras tanto su mamá, que había sido echada de su casa, porque la consideraban responsable de esta situación, fue también acogida por la institución. Así se recompuso  un pequeño núcleo familiar”

“Nuestro Centro – continúan– es ahora punto de referencia de todas las instituciones públicas de la ciudad para los que viven con el virus de HIV. El 20% de las familias de Cochabamba, portadores del virus, viven aquí con nosotros. También el 30% de los niños HIV positivos,  de la ciudad,  son huéspedes de nuestra “Ciudadela Arcobaleno”, donde viven junto con otros 200 niños con historias diferentes sobre sus espaldas”

La acción concreta, siempre fundamental y necesaria, no puede ser separada  de aquello que da sentido y valor a cada gesto: “El arte del encuentro marcó nuestra vida- cuentan los trabajadores- y lo que vemos florecer a nuestro alrededor es fruto de la relación con personas extraordinarias con las cuales compartimos la vida y los anhelos más profundos. Esta situación nos permite abrazar el dolor inocente, el de los niños que sufren la injusticia más absurda, de una vida que no han elegido y que los obliga a luchar contra corriente desde el primer instante. Nosotros estamos aquí con ellos, con la tenacidad de los pobres y la fe de los débiles. Creemos ingenuamente, que, a pesar de las cotidianas derrotas,  el bien siempre triunfa”