May 14, 2013 | Focolare Worldwide
Video “En las alas del Espíritu” http://vimeo.com/65824582 © Centro S. Chiara Audiovisivi El gran abrazo de la columnata de Bernini no logra contener a la multitud que pertenece a las 56 nuevas comunidades y Movimientos eclesiales; una pequeña representación de los casi 80 millones de católicos, en su gran mayoría laicos, que forman parte de este inmenso pueblo. Es la primera vez que se encuentran todos juntos con el Papa. “Un enorme jardín multicolor”, alguien ha definido así la plaza de San Pedro en la soleada tarde del 30 de mayo. La presencia de los miembros de los diferentes Movimientos que, con sus carismas específicos, contribuyen a hacer que la Iglesia sea hermosa, viva, creíble, constituía realmente un sorprendente espectáculo de unidad en la diversidad. Una realidad testimoniada por los fundadores de 4 de los Movimientos más difundidos: Chiara Lubich, Kiko Argüello, Jean Vanier, Luigi Giussani. Sus carismas tienen origen en el mismo Espíritu; pero es una unidad que no oculta sus diferencias, poniendo de manifiesto que la vida cristiana tiene origen en el misterio trinitario. “…En los momentos más importantes de la vida de la Iglesia, siempre nacen numerosos carismas. Pienso en el Concilio de Trento. (…) Por eso diría que hoy se ve que el Espíritu Santo (…) soplando en la misma dirección ofrece, da diferentes notas, porque la vida de la Iglesia es una sinfonía, es un gran concierto y se necesitan varios instrumentos y el mayor número de voces” (Mons. Piero Coda).
Una gran variedad de carismas, por lo tanto, son la raíz de los muchos nuevos Movimientos eclesiales, apoyados y alentados por el Papa como la respuesta providencial del Espíritu Santo a los desafíos de final de milenio. En su alocución, Juan Pablo II no duda en afirmar que lo que sucedió en el Cenáculo en Jerusalén hace 2000 años, se renueva esta tarde en la plaza de San Pedro. “El Consolador ha donado, recientemente a la Iglesia, con el Concilio Ecuménico Vaticano II, un renovado Pentecostés, suscitando un dinamismo nuevo e imprevisto. (…) Vosotros, presentes aquí, sois la demostración tangible de esa efusión del Espíritu” (Juan Pablo II). El papa, reconociendo el itinerario hecho hasta aquí por los Movimientos, los ve encaminados ahora hacia una nueva etapa de madurez eclesial, en la que su fuerte y común anuncio sea una alternativa válida para la cultura secularizada, que proclama modelos de vida sin Dios. “(..) Esto es capital para la misión de toda la Iglesia. No es en vano que su fundador haya dicho que el testimonio de la unidad es ‘para que el mundo crea’. La fecundidad misionera de los Movimientos será potenciada si este testimonio de unidad en la diversidad resplandece para que el mundo crea” (Gusmán Carriquiri). Un testimonio de unidad entre todos los Movimientos en la perspectiva de la nueva evangelización: es la aspiración de la que Chiara se hizo portavoz ante el Papa. “Sabemos que la Iglesia desea, y también usted., la comunión plena entre los Movimientos, su unidad que, por otra parte, ya se está verificando. Pero nosotros queremos asegurarle, Santidad, que siendo la unidad nuestro específico carisma, nos comprometemos con todas nuestras fuerzas para contribuir a realizarla plenamente” (Chiara Lubich).
Un compromiso, el de Chiara, que responde a las aspiraciones de todos los otros líderes de los Movimientos. “Es importante que creemos entre nosotros la oportunidad del diálogo, como se construye con personas de otras confesiones cristianas, o en el ámbito interreligioso. Todos formamos parte de algo mucho más grande que cada uno de los Movimientos. Se trata simplemente de que cada uno encuentre su lugar y de saber estar con los otros” (Jean Vanier). “Si cada uno de nosotros comprendiese que la aportación de cada uno – aportación que yo espero, yo pienso, nace realmente de un camino que nos haga mirar a metas precisos – entonces como muchos ríos contribuyen a alimentar un mar, seguramente nosotros podremos invadir muchos más ámbitos de la cultura, muchos más ámbitos de la ciencia, muchos más ámbitos de la promoción humana, que demasiadas veces hemos delegado en quienes, quizás, no tenían propuestas como para convencer a la persona (…) y entregarlo a Jesucristo” (Salvatore Martinez). “(…) Es necesario que crezca la amistad entre las realidades de los diferentes Movimientos. Que los Movimientos se conozcan, se estimen, se amen, etc. Pero, naturalmente, todo esto no se hace, no es una cuestión de políticas, de alianzas.(…). Mi expectativa es que el entendimiento entre los Movimientos aumente, pero aumentará también en la medida en que los diferentes carismas, participen cada vez más en la evangelización. Porque aquí no se trata de coordinación, sino que se trata de un Espíritu, de un Espíritu que debe madurar, debe entrar, de un Espíritu que se injerta en historias y personas y Movimientos diferentes” (A. Riccardi). Esta parece ser la mejor actitud para responder a las expectativas de la Iglesia y sumarse eficazmente a la invitación del Papa en la conclusión del histórico encuentro del 30 de mayo. “Hoy desde esta plaza Cristo repite a cada uno de vosotros: ‘Id por todo el mundo y anunciad el Evangelio a todas las criaturas’ (Mc 16, 15). ¡Él cuenta con cada uno de vosotros!” (Juan Pablo II). Extracto del documental “SULLE ALI DELLO SPIRITO. I movimenti ecclesiali primavera della Chiesa”, producido en ocasión de Pentecostés 1998 ©Centro S. Chiara Audiovisuales Soc. Coop. a.r.l. Todos los derechos reservados.
May 13, 2013 | Focolare Worldwide
Klaus HemmerleKlaus Hemmerle, fue obispo de Aquisgrana, teólogo y filósofo destacado, dejó una huella especial, un importante aporte a la profundización doctrinal del carisma de la unidad y a su difusión entre los obispos. Por lo tanto, la visita de la presidente de los Focolares, Maria Voce, el 11 de mayo 2013, se realizó bajo el signo de la influencia que Mons. Hemmerle tuvo en la teología y en la vida de la iglesia y de la sociedad. “Chiara Lubich lo inspiró y se dejó inspirar por él”, afirmó María Voce al describir la relación entre el teólogo obispo alemán y el Movimiento de los Focolares. La misma Chiara lo contaba entre sus cofundadores.
En la mañana María Voce fue invitada a una entrevista privada con el actual obispo de Aquisgrana, Heinrich Mussinghoff. Después fueron juntos a la Catedral para visitar la tumba de Hemmerle. En la tarde en el antiguo domicilio de Hemmerle se reunió un pequeño grupo de miembros del Comité central de los católicos alemanes (que reúne a las organizaciones laica), teólogos y quienes fueron sus colaboradores.
Entre ellos, Matthias Sellmann, docente de Teología pastoral en Bochum, y Claudia Lücking-Michel, vicepresidente del comité Central y secretaria general de la Obra de Cusanus, – asociación que distribuye becas para estudiantes distinguidos-. Desarrollaron dos breves temas sobre la figura del obispo Hemmerle. En la segunda parte los participantes contaron testimonios de sus encuentros personales con él.
“Su pensamiento teológico y su influencia en nuestro trabajo en el comité de laicos alemanes han producido muchos frutos incluso luego de su vida terrena”, declaró Claudia Lücking-Michel quien, aun habiendo encontrado a Hemerle sólo una vez, profundizó en su pensamiento y quedó impactada por él. Lo describe como un constructor de puentes en múltiples situaciones, lo que la estimula a reflexionar sobre el sentido de la vida y de la muerte.
Matthias Sellmann, en cambio, definió a Hemmerle como el maestro por excelencia para enseñar un cristianismo convincente, y subrayó su pensamiento plural. Según su parecer fue un pensador de vanguardia: “Se ponía en la situación del que quiere aprender y estaba convencido de que la materia teológica siempre tenía más de una fuente. ¡Hemmerle lograba explicarte la Trinidad en forma tal que te venía el deseo y el gusto de vivirla!”. “Un gran sabio –así lo describió también Sellmann – que lograba explicar los grandes teoremas en forma sencilla”.
“Estamos agradecidos de haberlo tenido entre nosotros y quizás sólo en el futuro lograremos descifrar el alcance de su teología”, afirmó el actual obispo de Aquisgrana Heinrich Mussinghoff, y prosiguió “Podemos aprender de él cómo pensar en forma nueva la fe, cómo vivirla y cómo contarla en forma nueva”.
En el intercambio entre los presentes se pusieron en evidencia algunas ideas interesantes sobre cómo hacer para que la herencia de Klaus Hemmerle dé frutos en el futuro: estudiar el aspecto del lenguaje “muy comprensible y original al mismo tiempo” como sugería el Prof. Michael Albus, quien hizo su doctorado con Hemmerle. Y también, promover un premio entre los científicos comprometidos en los grandes temas del pensamiento de Hemmerle; empezar un proyecto de intercambio para colaboradores y dirigentes del ámbito eclesial, fue una de las propuestas de Claudia Lücking-Michel. Del conjunto emergió la importancia de la figura de Mons. Hemmerle para la teología y la vida de la iglesia no sólo en la Alemania de su tiempo, sino para la realidad eclesial de hoy y del futuro.
May 12, 2013 | Focolare Worldwide

«Como muchos de ustedes saben, aquí, sobre todo en Jerusalén, vivimos separados. Los árabes no se hablan con los israelitas y viceversa. No hay una verdadera coparticipación en nuestra vida cotidiana»
Quien nos habla es Lara, una joven cristiana que vive en Jerusalén y estudia en la universidad hebrea. Sus palabras realzan el evento del pasado 30 de abril que se realizó en la Sinagoga Kehillat Yedidya “Descubriendo la humanidad en el otro”, este es el lema del simposio que reunió a jóvenes de 3 religiones monoteístas. Son un buen número los Jóvenes por un Mundo Unido, reunidos también en el mismo evento, en ocasión de la conclusión del año del Genfest: Be the Bridge. Los demás son coetáneos que viven en Tierra Santa. Lara continúa con su relato, hablando de «una idea que nació de dos jóvenes mujeres ambiciosas que querían mejorar sus vidas y dar a los jóvenes la oportunidad de encontrarse, rompiendo con todos los arquetipos» Un desafío que comenzó hace 6 años y que continúa aún hoy. Cada año el grupo cuenta con unos veinte jóvenes de las tres religiones: son hebreos, cristianos y musulmanes, entre los 14 y los 16 años.
Lara participó en el primer proyecto, como “joven entusiasta que mira el lado luminoso de la situación y sueña con el mundo unido que se aproxima» Los encuentros se realizan dos veces por mes: «nos vamos descubriendo y explorando las semejanzas y las diferencias entre nosotros» En los encuentros se tratan diversos temas que sirven para conocerse: la familia, los valores y la educación en las distintas religiones, etc….
Un proyecto que es importante, pero la pregunta permanece: cuando terminan estas citas, ¿nos seguiremos viendo? La experiencia va adelante, y el proyecto ayudó a comprender también el punto de vista del otro. Lara nos explica: «En épocas de conflicto y dificultades, nos encontramos, compartimos el dolor y rezamos. Parece un sueño lejano de la realidad, pero es una verdad que vivimos juntos». Lara es una de los 4 jóvenes que ofrecieron su testimonio, sus sueños y sus esperanzas. Con ella también aportaron su experiencia Hani, musulmán palestino, que estudia abogacía, Huda, hebreo, que nació en Nueva York y se mudó a Israel cuando era pequeño y Nalik, cristiana de Portugal.
El nuncio Mons. Lazzarotto se dirigió a los jóvenes invitándolos a “ser profetas”, para “que esta tierra sea nuevamente una tierra de soñadores”. Una oración, que el prof. Alberto Lo Presti traduce en un “principio social”, el de la fraternidad que tendría de por sí “el poder de transformar nuestra historia”. Luego de su intervención respondió el rabino Raymond Apple (ICCI) subrayando la necesidad de aprender a tener confianza unos en otros: “El camino de la fraternidad es poder decir: yo confío en ti”. El rabino Kronish, moderador del evento – director del Consejo Interreligioso de Coordinación en Israel (Interreligious Coordinating Council en Israel) (ICCI)-concluyendo alentó a los jóvenes presentes a que continúen llevando a todos este mensaje de esperanza.
Parten de Jerusalén con el deseo de aspirar a cosas grandes y crecer en la confianza recíproca.
Se va cambiando la historia.
May 11, 2013 | Focolare Worldwide
I Los Jóvenes por un mundo unido nos cuentan algunos de los numerosos “fragmentos de fraternidad” que están en curso en muchas partes del mundo donde ellos están presentes. He aquí, algunos, como muestra:
Nueva Zelandia. “Cada mes desarrollamos una actividad social distinta. En nuestro país hay muchas lindas playas, accesibles a todos: familias, jóvenes, deportistas, niños. Generalmente se considera y se respeta la naturaleza, aunque a veces las playas no están muy limpias. Nos vinculamos con el Consejo de la ciudad de Wellington que escuchó nuestra iniciativa proporcionándonos todas las herramientas necesarias para la limpieza. Una tarde nos encontramos con un grupo de jóvenes por un mundo unido, con guantes y bolsas para la basura, para limpiar una de las playas más concurridas. Además de desarrollar un servicio a la ciudad, construimos relaciones de amistad con muchos jóvenes que se involucraron con nosotros en la misma tarea”
En París.“Enseguida del Tsunami y del desastre nuclear de Fukushima del año pasado, organizamos una velada de solidaridad. En el transcurso de la noche se presentó el UWP (United World Project) y hubo una conexión por Internet con un grupo de jóvenes por un mundo unido de Japón. Ellos nos contaron como vivieron este desastre, tratando de ayudar a las personas a su alrededor. Pudimos conocer más la comunidad del Movimiento de Japón y su vida cotidiana. Algunos amigos nuestros presentes en la noche descubrieron la importancia de la solidaridad y la alegría de trabajar en un proyecto de fraternidad. El dinero recolectado se envió a Japón para ayudar a la comunidad local”.
Siena (Italia). “Mi madre (94 años) fue llevada de urgencia a la emergencia del hospital a las 11 de la noche. Con mi hermana estábamos preocupadas y también disgustadas porque en el hospital nos dijeron que nos fuéramos y mamá se quedó sola. Al lado nuestro estaba sentado un joven que parecía ansioso por hablar. Le preguntamos por qué razón estaba allí. Nos respondió que su madre había tenido una crisis cardíaca repentina. Cuando nos dejaron ver a nuestra madre, descubrimos que estaba en la misma pieza que la mamá de ese joven. Así pudimos llevarle noticias a él y al marido de la señora que estaba sentado delante de nosotros. Luego el muchacho entró a la pieza y él también nos dio noticias de nuestra madre. El padre – que al principio estaba silencioso- comenzó a hablar con nosotros de su trabajo y de los problemas que tenía. Después de dos horas y media ambas madres fueron dadas de alta. Cuando nos saludamos el joven nos dijo: ‘¡Fue un placer hablar con ustedes! ¡Espero que nos volvamos a ver!’ Se nos fue la angustia de haber estado en la emergencia del hospital. Nos dimos cuenta que el dolor personal, la preocupación y también la angustia desaparecen cuando amamos a quien está cerca nuestro”.
Glolé (Costa de Marfil). Las madres que tienen hijos pequeños no logran concentrarse en el trabajo del campo. Para ayudarse tuvieron la idea de hacer turnos para poder cuidar a los niños. Antes de ir al trabajo dejan a los pequeños a dos de ellas, que ese día se quedan en casa: preparan la comida y están con ellos todo el tiempo necesario. Al final del trabajo, cada mamá viene a buscar a su hijo. Entre este grupo de madres nació una gran confianza recíproca”
United World Project ¦ Facebook
May 10, 2013 | Focolare Worldwide
Contribuir a que se logre experimentar un estilo de vida evangélico centrado en la comunión, para luego poder enseñarlo y difundirlo en los Seminarios: es el núcleo del paradigma sobre el que se basó el curso para formadores que se realizó en la capital tailandesa desde el 15 de abril al 5 de mayo.
El pequeño grupo de sacerdotes europeos provenientes de Roma se encontró con una realidad eclesial viva, joven y abierta al soplo del Espíritu. Los seminarios están todavía llenos, como ocurría antes a los seminarios del viejo continente, si bien el contexto social y económico se encuentra en gran evolución.
Los 60 participantes en el curso provenían de distintas zonas de Asia: Pakistán, India, Malasia, Myanmar, Vietnam, Laos, Timor Este y Tailandia. Cada uno de ellos traía orientaciones culturales distintas, sin embargo el desafío de transformar en oportunidad de comunicación lo que parecía un obstáculo, fue aceptado por todos con alegría.
El inicio del trabajo fue precedido por una celebración eucarística que presidió Mons. Francesco Kovithavanij, arzobispo de Bangkok y responsable en la Conferencia episcopal local de los seminarios y la formación del clero.
Con el pasar de las lecciones y de los días, muchos captaron el testimonio de unidad de los animadores del Curso, comprometidos en primer lugar en vivir de forma coherente lo que enseñaban.
Don Silvestre Marques, director del Curso dijo que fue notable “la creciente comunión entre todos, de experiencias, de dificultades y las muchas preguntas en un clima de gran unidad y apertura”
Para Brendan Purcell, de la diócesis de Sydney (Australia), un fruto de esta atmósfera fue la profunda coparticipación: “En especial los que provenían de Myanmar y Vietnam contaron cómo su vida humana y sacerdotal había sido marcada por experiencias trágicas – asesinatos, muerte violenta de los padres –que se produjeron cuando eran muy jóvenes”
La segunda parte del Curso estuvo orientada a la forma de concretar la espiritualidad de la unidad, en las varias áreas de la formación. Mediante una dinámica de tipo laboratorio de experiencias, donde identificaron los desafíos más urgentes y asumieron el compromiso de concretar lo que aprendieron en los propios seminarios. “Estamos realizando un curso vital – así se expresó uno de ellos- en estos días estamos aprendiendo a poner en práctica la vida de comunión, con un beneficio directo para cada uno de nosotros pero también para las iglesias locales que representamos”
Después de tres semanas de vida transcurrida juntos y de una experiencia concreta de comunión, todos sin distinción dieron testimonio de la realidad “de familia” que se creó entre ellos y del deseo de continuar llevando adelante esta desafiante aventura, la formación y preparación de los futuros presbíteros, ya sea en Asia como en cualquier otra parte del mundo.
May 9, 2013 | Focolare Worldwide
“Camino a la santidad”: Juan Pablo II en el N. 87 de la exhortación Apostólica Ecclesia in África, presenta el proceso de inculturación. Alienta en esta dirección a los obispos de Kenya ya en 1980. Chiara Lubich en mayo de 1992 en profunda sintonía con el pensamiento del pontífice, funda en Nairobi (Kenya) una escuela de inculturación según la espiritualidad de la unidad. Chiara intuye que en el “hacerse uno más profundo, que es el ‘hacerse todo a todos’ de San Pablo (1 Cor 9, 22), hay “un arma super poderosa” “No se puede entrar en el alma de un hermano – explica Chiara- para comprenderlo, para entenderlo… si nuestro espíritu está lleno de aprensión, de un juicio”, “Hacerse uno” – continúa- significa ponerse delante de todos en posición de aprender, porque realmente hay que aprender. Significa cortar completamente la raíz de la propia cultura y entrar en la cultura del otro y comprenderlo y dejar que se exprese, cuando lo hayas comprendido dentro de ti podrás comenzar el diálogo con él y transmitir también el mensaje evangélico a través de las riquezas que él ya posee”. Así es la inculturación, concebida por Chiara, es como un “intercambio de dones”: “El hermano primero se dona a nosotros y luego nosotros hacemos lo mismo…. Y sobre esta realidad ‘viva’ nosotros podemos – sirviendo- injertar con dulzura, con amor, con ilimitada discreción, esos aspectos de la verdad, del mensaje evangélico que llevamos y que dan plenitud y entereza a aquello que el prójimo ya cree, son aspectos que a menudo él espera y casi ansia, que después llevan consigo, toda la verdad”. En resumen, sintetiza Chiara en el 2000 visitando la ciudadela Fontem (Camerún), “el amor es el que debe guiarnos en la inculturación, de forma que actúe el Espíritu Santo” En estos 21 años la escuela de inculturación se han repetido cada dos años. En cada edición se examina un aspecto, cultural o existencial de la vida: la propiedad y el trabajo; el concepto de Dios; la persona y la comunidad; la reconciliación; el sufrimiento, la enfermedad y la muerte; la educación; la comunicación; lo sagrado en la religiosidad tradicional de África sub-sahariana. Este año, del 10 al 13 de mayo, el tema de reflexión será “la persona en la cultura africana”. Examinarán el tema, como es habitual, bajo tres perspectivas: la de la cultura africana tradicional, de la Sagrada Escritura y la del Magisterio de la Iglesia a la luz del carisma de la unidad. Fuente: párrafos de Chiara Lubich de la Presentación al volumen: “El sentido de lo sagrado en África subsahariana” Opus Mariae, Nairobi, Centro para la inculturación, 2012, pp.5-7.