La primera cita de Chiara Lubich en Londres tuvo lugar en el Lamberth Palace, donde fue recibida en audiencia por el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, Primado de la Iglesia de Inglaterra. De ella habló Chiara Lubich misma en una rueda de prensa en Londres. “El arzobispo Williams estaba especialmente interesado en nuestra experiencia de diálogo interreligioso. Me preguntó cuál era nuestro secreto. Me referí a la Novo Millennio Ineunte, donde el Papa profundiza el misterio de Jesús en la cruz que grita: ‘Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado’. Jesús, después de que había perdido a su madre, a sus discípulos y su misma vida, perdió también el sentido de la unidad con el Padre que era todo para Él. Jesús se redujo a nada. Es éste el punto de nuestra espiritualidad de comunión que nos enseña, a ser “nada”, “nada de amor”, ante las personas de otras religiones, para “entrar” en ellos, porque –como se dijo- es necesario “saber ponerse en el lugar del otro”, hasta entender qué significa para ellos ser budistas, musulmanes, hindúes. Pero no se puede entrar en el otro si no se es nada. Entonces la figura de Jesús abandonado es el modelo”. “Después hemos hablado de muchos otros argumentos: del Movimiento ecuménico, del compromiso que hemos asumido –junto a muchos otros Movimientos católicos, anglicanos, evangélicos y ortodoxos- de contribuir a realizar una Europa del Espíritu. Esto suscitó en él un vivo interés, siendo él teólogo”. “Quedé muy impresionado por la ‘calidad’ de relación entre Chiara y el Arzobispo” –nos dijo Callan Slipper, ministro de la Iglesia de Inglaterra, focolarino, presente en la audiencia. “El Arzobispo tenía una actitud de profunda apertura, la inteligencia de quien sabe escuchar y apreciar. Esta actitud se vio desde el primer momento, cuando, después de que Chiara nombró los distintos Primados de la Iglesia de Inglaterra que ha conocido, dijo bromeando: ‘Entonces, �usted conoce la Iglesia de Inglaterra mejor que yo!’. Después, informado de las citas públicas programadas, afirmó que cuanto ocurre en estos días sucede en el momento oportuno, porque –dijo- tenemos mucha necesidad de ello, sea como Nación que como Iglesia”. La página ecuménica, de las relaciones con la Iglesia de Inglaterra, ha tenido inicio en 1961, con el Archidiácono Bernard Pawley, quien encontró a Chiara en Roma. Más tarde algunos ministros anglicanos estuvieron presentes en un encuentro, en Grottaferrata (Roma), entre católicos y evangélico-luteranos. Quedaron impresionados por la atmósfera suscitada por el amor recíproco que los hizo reconocerse como hermanos y hermanas en Cristo. En 1966, en Londres, en el Lambeth Palace, Chiara encontró por primera vez al Primado de la Iglesia de Inglaterra, el entonces arzobispo Michael Ramsey. quien le dijo: “Veo la mano de Dios en esta Obra” y la animó a difundir la espiritualidad del Movimiento en la Iglesia de Inglaterra. Seguidamente Chiara se encontró con los sucesores: Coggan, Runcie y Carey. En Gran Bretaña, el Movimiento de los Focolares se ha desarrollado entre los católicos, y entre anglicanos, presbiterianos, metodistas y bautistas. En Welwyn Garden City está naciendo una ciudadela ecuménica. Es la unidad, corazón de la espiritualidad de los Focolares, la que interesa en especial a los anglicanos.
Construir relaciones solidarias
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